El arquero afirma que viene a sumarse al proyecto de Bolívar. Espera adaptarse rápido.
Ya llegó Marcos Argüello y hoy se sumará a las prácticas de Bolívar. Es, probablemente, el último refuerzo por ahora. “Vengo a aportar con mi capacidad a un gran equipo, y espero adaptarme lo más pronto posible para estar en buenas condiciones”, dijo.
De buena estatura (mide 1,89 metros) y un poco delgado (pesa 85 kilos), el arquero argentino arribó anoche a las 21.05 procedente de Buenos Aires, con signos de cansancio. “Estoy un poco cansado. La verdad, he estado los últimos cuatro días viajando, primero de Chipre a Buenos Aires y de allí a Bolivia”.
Argüello es otro jugador recomendado del técnico Ángel Guillermo Hoyos. Fue su jugador en el Anorthosis de Chipre, junto con su compatriota Pablo Frontini (que ya está en La Paz) y el boliviano Ronald García.
“Voy a sumar en el proyecto. No porque sea Argüello voy a ser titular. El técnico Hoyos es un hombre inteligente y él verá las condiciones y elegirá quién jugará de inicio en el arco el torneo nacional”. Le entusiasma jugar la Copa Libertadores, para ello su intención es adaptarse rápido al medio y a la altitud de la ciudad.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Se enteró que el juvenil Romel Quiñonez atajó en el equipo en los últimos partidos. “A veces hay muchachos de grandes condiciones, y yo sólo espero ser un buen compañero y corregirle en las cosas que le faltan, como aprendí de los grandes que tenía al lado cuando empecé”. Argüello llegó con su empresario. José Carlo Fernández, el gerente deportivo de Baisa, fue a recibirlos al aeropuerto de El Alto.
Fernández comentó que, antes, Argüello fue titular en Talleres de Córdoba y Silvio Dulcich (hoy arquero de Aurora) era el suplente. A eso, el argentino acotó: “Sí, pero fue hace cinco años. Seguro él mejoró y yo también. El tiempo pasa y esto es fútbol, todos aprovechan en mejorar”.
El golero argentino de 29 años firmará un contrato por un año y medio. “Por ahora les pido que me dejen ir al hotel, me siento cansado. Seguro que mañana (por hoy) tendremos más minutos para dialogar”, les dijo anoche a los periodistas.
No se va. Álex da Rosa se queda en Bolívar. Lo confirmó ayer el presidente del club. Guido Loayza reconoció que hubo interés de La Paz FC y de otros clubes, pero el jugador “va a continuar en el club y va a jugar el torneo”. Descartó también que llegue otro refuerzo, porque desde el punto de vista presupuestario, las incorporaciones ya son un caso cerrado.
El club hizo pocas, aunque buenas contrataciones esta temporada, para el torneo local y la Libertadores. En otro lado. Según el dirigente, el equipo no está trabajando en su estadio de Tembladerani porque el terreno de juego no se encuentra en buenas condiciones.
“Bolívar está buscando practicar el fútbol a dos toques, muy rápidos, con intensidad, velocidad y presión, lo que no se puede alcanzar en el estadio Simón Bolívar porque su piso no está en condiciones; por lo que se está trabajando en escenarios propicios para cumplir este propósito”, explicó. El equipo trabaja estos días en varios escenarios de la zona sur.
Concentración. La dirigencia analizará con el DT la posibilidad de alargar la concentración hasta el 27 de enero, cuando se juegue el primer partido de la Copa Libertadores. Estaba previsto desconcentrar al plantel tras el partido del domingo con Real Potosí. Así que los jugadores serán concentrados también cuando enfrenten a The Strongest, el 23.
Los datos
Bajo el arco
Romel Quiñonez quiere ser titular desde el primer partido el 2011. “Trabajo con esa mentalidad”, comentó ayer.
Contrato
Dirigentes de Bolívar y Baisa le entregaron ayer a Abdón Reyes su contrato para que firme luego de revisarlo con su asesor jurídico.
Una molestia estomacal tumba al DT
El equipo celeste trabajó ayer en doble horario en la cancha de Ananta, en Lipari, al sur de la ciudad. En la práctica matinal no estuvo el técnico Ángel Guillermo Hoyos debido a una molestia estomacal.
La práctica fue dirigida por su asistente Edison Ibarra, quien exigió al grupo en la parte táctica, buscando jugar a dos toques y exigiendo precisión y control en la entrega del balón. Por la tarde, la tarea también se insistió en la parte de jugadas de definición.
Damir Miranda no terminó la labor. Se retiró con una molestia muscular, pero su caso no es de consideración, se conoció. También sintieron rigores de la exigencia física Álex da Rosa, Zé Carlos y William Ferreira, que trabajaron al final en baja intensidad y en forma separada del grupo.
Éstos fueron los últimos en someterse a las pruebas en el Instituto de Patología en la Altura (IPPA), donde acudieron por la mañana. Allá se hace una evaluación científica y médica del estado físico de los deportistas, algo que se hace por primera vez con un equipo de fútbol profesional aquí.
Edemir Rodríguez, uno de los últimos refuerzos nacionales, destacó que en Bolívar “se ve más profesionalismo y responsabilidad, desde la comunicación que se tiene con la prensa. Y en el trabajo y el juego no tiene que haber errores”.
Loayza no garantiza que Hoyos se quede
Bolívar cambiará entrenador cuantas veces sea necesario, hasta que encuentre al ideal, según el presidente de la entidad, Guido Loayza, quien dijo ayer que no está garantizado que el argentino Ángel Guillermo Hoyos se quede por todo el tiempo que está fijado en su contrato.
La Academia se ha caracterizado, en la ‘era Loayza’, por la inestabilidad de sus técnicos: ha tenido seis en tres años, y ni siquiera el que fue campeón pudo seguir, por disconformidad de los directivos. Ramiro Blacut, Jorge Habegger, Gustavo Quinteros —que ganó un título liguero—, Juan José Pelaez, Santiago Escóbar y Néstor Clausen pasaron por la ‘guillotina’ celeste.
“No está asegurada (la permanencia del DT). Si Ángel Guillermo hace el trabajo que nosotros queremos, nos vamos a quedar felices cuatro años con él; pero si el técnico no hace esa labor, no se quedará, entonces ya serán siete los entrenadores, hasta que encontremos al director técnico que satisfaga las necesidades del club, ese es el tema”.
Incluso, ni siquiera la obtención de un título puede garantizar su continuidad, como ya le ocurrió a Quinteros, que siendo el de mejor rendimiento igual fue despedido. “No depende del título ni del número de técnicos. Hemos intentado con entrenadores que hicieron proceso en el Bolívar, pero no se nos ha dado, es una búsqueda permanente, vamos a seguir buscando hasta encontrar lo que queremos”.
¿Y qué es lo que la Academia quiere en este sentido? “Observar que el equipo protagonice un cambio, más allá de los resultados, queremos tener un nivel de juego distinto, que haga una diferencia en el fútbol boliviano y ojalá lo podamos encontrar. Deseamos que Hoyos sea una estación de llegada y no una estación de paso”.
Fuente: La Razón