El Viejo y el MAS


EL VIEJO Y ROZSA No se trata de un error tipográfico sobre la novela de Ernest Hemingway, “El Viejo y el Mar”, sino de otra historia, cargada de ficciones, que ha captado la atención del país por más de un año y medio. Hablamos por supuesto de la telenovela Rozsa/Soza, que ahora acaba de emitir un nuevo capítulo con el video donde el ex testigo estrella del caso, Ignacio Villa Vargas alias “El Viejo”, recibe 31.500 dólares de manos de presuntos agentes de inteligencia en pago por su “actuación”. El fondo de la cuestión es el completo descrédito en el que caen, a raíz de esto, las declaraciones del “Viejo”, que sirvieron para el montaje inicial del caso y con las que se implicó a varias figuras dirigenciales de la oposición cruceña. Había resultado que Villa Vargas no se vendió simplemente por no devolver los 8.300 dólares que le debía al grupo Rozsa, de acuerdo a la versión del superfiscal con gorrita del New York Police Department (NYPD), sino por una cifra mucho más abultada. ¿Qué credibilidad puede tener el testimonio de un testigo sobornado? Esa es la pregunta fundamental que debe hacerse el país. Por supuesto, en realidad el video sólo viene a confirmar lo que el propio “Viejo” había confesado a fines del 2009, tras su fuga del país, en una conversación telefónica con el entonces diputado Wilfredo “Coco” Añez, actual alcalde de Cotoca. En ese diálogo, grabado por Añez, Villa Vargas reconocía que sus declaraciones habían sido parte de un montaje diseñado desde el poder, agregando que el hermano del vicepresidente -Raúl García Linera- habría estado ligado de alguna forma al grupo irregular. Todo lo cual reconfirma una vez más que este intrincado y sombrío caso sólo podrá ser esclarecido mediante una investigación internacional como la que ya reclaman Irlanda y Hungría en el seno de la Unión Europea.

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