Mensaje. “A mí no me echen la culpa” fue la frase reiterativa de Morales. No habló de 2010 y presentó datos de sus 5 años de gobierno. Evitó hablar del alza de precios. Acusó a neoliberales de los problemas.
Festejo: el presidente Evo Morales y el vicepresidente García Linera entonan el Himno Nacional con el puño en alto
La Prensa, Juan José Espada
Evo ignora los temas candentes y habla de un país sin problemas
Mensaje: El Presidente habló durante tres horas y media en el Congreso. Leyó diapositivas con cifras que le prepararon los 20 ministerios. Eligió hablar de los 5 años de gobierno y no de 2010. De la escasez y los precios altos, no dijo nada.
La mención al gasolinazo fue sólo para decir que no tenía la culpa y que la gente debía decirle cuándo elevar precios. La inflación, el alza de precios, la escasez de alimentos y las posibles soluciones fueron temas por los que el presidente Evo Morales pasó de largo en el mensaje de su quinto año de gobierno, ayer en el Congreso.
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Fue un discurso que duró cerca de tres horas y media, en las que el Presidente leyó un conjunto de diapositivas preparadas por cada uno de los 20 ministerios. El mensaje tuvo una tónica. No fue un informe de la gestión 2010, como era previsible. Agrupó los cinco años de su presidencia para presentar las cifras y así promedió la última gestión.
De modo que, usando los resultados de los años 2006 al 2008, que fueron positivos en el área económica, pudo presentar un balance positivo de su gestión, comparado con un período de alta inestabilidad, sobre todo política, como fue el quinquenio 2001-2005.
Así, el Presidente presentó un país de logros en el área económica —como crecimiento, superávit fiscal, exportaciones y recaudaciones—, en la social y hasta en la lucha contra las drogas. Incluso habló de logros en temas administrativos y deportivos. Además, presentó como un éxito las relaciones internacionales, y hasta se declaró orgulloso del papel del país en la Cumbre de Cancún, donde Bolivia se marginó de un acuerdo firmado por 193 países y quedó sola.
El Presidente insistió en que los primeros cuatro años de su Gobierno lidió con el “Estado colonial y centralista” y en el último año puso en marcha el “Estado plurinacional y autonomista”.
Pero cuando se esperaba que Evo Morales hablara de la escasez de alimentos, sus precios altos, las filas largas en los puestos de venta y la manera de reparar la situación, el Mandatario sólo mencionó el tema cuando anunció que el Estado compraría trigo, arroz y maíz a un precio superior en 10 por ciento al del mercado internacional.
Y en cuanto al gasolinazo, reiteró nada más el argumento de que es necesario, pero que no se hace responsable por los efectos de haberlo anunciado y anulado después.
De hecho, no fue el único tema en el que el Presidente usó la frase “a mí no me echen la culpa”. La usó para liberarse de responsabilidad por el centralismo, el subsidio de los combustibles, la deuda interna, los problemas de Karachipampa y otra variedad de tópicos.
Evo y el gasolinazo: “Mi responsabilidad está salvada”
El gasolinazo y su retroceso dejaron una secuela en la economía que se traduce en precios altos, especulación, inseguridad, escasez y largas filas. Pero pese a que ése ha sido el tema de preocupación de la gente desde que se decretó el alza de la gasolina, el Presidente sólo lo mencionó en su informe para liberarse de responsabilidad.
En días pasados, analistas y políticos habían manifestado su esperanza en que el Presidente anunciara ayer una serie de medidas conducentes a arreglar la distorsión que el gasolinazo creó en los precios y en el abastecimiento de alimentos. Pero Morales se limitó a informar que, de haberse mantenido el decreto del gasolinazo, hubiéramos ahorrado 45 millones de dólares por la importación de gasolina y 378 millones en el caso del diésel subvencionado
“Este gabinete, el Presidente y el Vicepresidente salvan su responsabilidad diciendo la verdad ante el pueblo. Este es un cáncer. Bueno sería convocar a un debate nacional, cumbre de movimientos sociales, para decidir el tema. Ahora le toca al pueblo boliviano también salvar su responsabilidad, si somos responsables con las futuras generaciones sobre este tema del precio de los líquidos”, dijo Evo Morales.
Pero tampoco habló de otras maneras de solucionar la coyuntura, que no sea eliminando la subvención. El Mandatario sólo se refirió —por separado— a la construcción de la planta separadora de líquidos de Río Grande que el MAS viene anunciando desde que el Gobierno nacionalizó Yacimientos y por cuyo contrato fraudulento el ex hombre fuerte del partido gobernante Santos Ramírez está en la cárcel.
Frases
“Si tenemos grandes proyectos de plantas hidroeléctricas, de industrialización de hidrocarburos, litio en abundancia al punto de ser la mayor reserva mundial de este mineral evaporítico, la petroquímica y la producción de más alimentos no solamente para Bolivia, sino para el mundo entero, debemos dejar de lado los problemas”.
“Por eso quiero (pedirles) a las fuerzas sociales, a los movimientos sociales, a la sociedad civil, a nuestras iglesias católicas, evangélicas, acabar con las broncas y todos abocarnos a pensar en Bolivia por encima de reivindicaciones sectoriales y regionales. He llegado a la conclusión de que el que no vive para servir no sirve para vivir”.
“No me echen la culpa de la compra de diésel, desde 1988 comenzó la importación de diésel, y 1997 empezó la subvención del diésel y la gasolina. Tratamos de eliminar esos decretos neoliberales. Es un cáncer para la economía nacional, sería convocar a un debate nacional, a una cumbre de los movimientos sociales”.
Evo Morales Ayma / Presidente del Estado
“Fue como si Evo cerrara los ojos y viera estrellitas”
—¿Su impresión frente al informe?
—Normalmente, estos son informes de gestión, es decir, de un año. Y ha sido un informe de los cinco años. Prefiere referirse a cinco años y no referirse a lo que pasó el 2010, que fue el peor del Gobierno del MAS.
Referirse al 2010 habría significado hacer un informe bastante distinto del que hizo. Referirse a los cinco años le ha permitido mostrar un país —en las cifras— bastante distinto al país de la vida cotidiana de la población. Es como si se cerrara los ojos y se viera estrellitas.
Según el país del informe, por ningún lado se explica por qué pasaron las cosas que pasaron el 2010, es decir por qué perdieron un millón de votos en el occidente, por qué ocurrió lo de Caranavi y lo de Potosí y el retroceso inesperado del gasolinazo. Y si así es, tampoco hace falta cambiar ministros porque todo está bien.
—Y ha evitado todos los temas que están en la preocupación de la gente hoy: el gasolinazo, los precios altos y la escasez…
—Claro, porque según ese informe, no se entiende por qué la gente se enojó el año pasado, por qué salió a la calle a protestar y por qué obligó al Gobierno a retroceder.
—Y ésta era una oportunidad para reconciliarse con la gente ¿lo habrá conseguido?
—Yo creo que ha fallado en el intento porque le ha mostrado a la gente un país en el que la gente no vive todo el tiempo. Porque para reconectarse con la gente debió asumir los errores y corregirlos.
—Pero pidió que no lo culparan de nada que parezca “malo”…
—Parecería que hay mala conciencia de no haber podido hacer lo que tenían que hacer y olvidarse que son Gobierno en Bolivia. Porque si así es la situación, entonces ¿para qué hay Gobierno?
Jorge Lazarte Albarracín / Cientista político
“No tuvo el coraje de pedir disculpas por el gasolinazo”
—¿Cómo vio el informe de Evo?
—Ha perdido una gran oportunidad para reconciliarse con el pueblo tras el gasolinazo. Se ha visto un Evo Morales políticamente disminuido y económicamente confundido. Me ha parecido que no ha tenido el coraje de pedir disculpas por su decreto del gasolinazo.
Ha presentado un informe sólo de números, igual a los del Fondo Monetario. Mucho número, pero se ve un gobierno extraviado y sin rumbo. Creo que la población esperaba escuchar cómo se va a resolver la escasez de alimentos, cómo se genera más empleo, pero ha obviado esos temas. Habló de la Bolivia que ve el Gobierno y no de la Bolivia en la que vive el pueblo boliviano.
—Pero también hizo anuncios…
—Ha lanzado cosas muy sorpresivas, por ejemplo, ha dicho que Bolivia garantiza el cambio de la matriz energética del mundo con el litio, cuando en la ciudad de La Paz no hay más que cuatro surtidores de GNV. No podemos garantizar el cambio de matriz energética de nuestro país y vamos a garantizar el cambio en el mundo.
—¿No siente que hubo una manipulación de cifras al no hablar de 2010, sino presentar datos de cinco años?
—Es que el 2010 no han tenido ningún resultado. Tenemos uno de los crecimientos más bajos de Latinoamérica, una de las inflaciones más altas. Entonces no había mucho que hablar de 2010.
—Y el Vicepresidente también hizo un discurso sobre la “revolución”…
—Nos ha hablado de Marx y de Mao, y no se ha enterado de que China comenzó a crecer cuando Mao se murió en 1979 y entró Deng Xiao Ping, y abrió su país al libre mercado y así llegó a ser segunda potencia.
Samuel Doria Medina / Jefe de UN
“Morales perdió la oportunidad de reconciliarse”
—¿Cómo evalúa el mensaje del Presidente?
—Mi impresión es que el Presidente ha perdido la oportunidad para reconciliarse con el país tras el gasolinazo. Ha perdido una oportunidad para recuperar la confianza que está rota entre la ciudadanía y el Gobierno.
Y ha evitado referirse a las preocupaciones de los ciudadanos. Ha hecho revisión comparativa de cifras, y la gente lo que quería saber es qué viene de aquí en adelante, no cómo era el pasado, cómo fue la gestión antes.
—El estado positivo que muestra no parece coincidir con la realidad económica de la gente hoy,¿esas cifras son creíbles?
—No es creíble. Las cifras comparadas con el pasado parecen de un crecimiento y una sociedad que resuelve sus problemas cotidianos. Pero la ciudadanía tiene otra sensación. No hay seguridad alimentaria ni capacidad de enfrentar los desastres naturales. No hay un cambio en la realidad de la gente. Una cosa es el discurso y otra la realidad. Por eso no creo que la popularidad del Presidente mejore con el discurso que ha dado.
—El Presidente usó muchas veces la frase “a mí no me echen la culpa”. ¿Es válido hacerlo todavía, cuando ya está cinco años en el poder y comienza el sexto año?
—No es válido, porque van cinco años del Gobierno y hay muy pocas realizaciones. Este 2011, la gente les va a pedir resultados. No se va a quedar tranquila con el discurso y no realizaciones.
—Hubo mucha cifra y poca solución…
—El país esperaba un liderazgo que nos diga cómo resolver los problemas que tenemos, cosas concretas. Como no ha hecho eso, hay frustración. El discurso fue abundante en cifras, pero de poco interés.
Carlos Cordero / Cientista político
“El gasolinazo desmiente las cifras del Gobierno”
—¿Su impresión sobre el mensaje?
—Es muy peligroso comparar las cifras de esta gestión con un periodo muy problemático como es el 2000-2005, cuando las cifras de los gobiernos han sido de las peores por distintas razones. Compararse con ese periodo es tendencioso.
Es también peligroso mostrar sólo cifras positivas y ocultar los problemas y las cifras negativas. Pero además, hay cifras contradictorias.
—¿Y fue una manipulación hablar no de 2010, sino de un quinquenio?
—Hasta 2008 las cifras eran positivas. Pero todo cae en 2009 y 2010. Y eso se compara con un periodo que no es comparable. Eso es tendencioso.
—No fue lo que esperaba…
—Yo esperaba un mensaje de humildad del Gobierno frente al país, porque, después del gasolinazo, el país esperaba una explicación de esa medida. Si las cifras están tan bien, uno no entiende por qué lo decretaron. Es decir, el gasolinazo desmiente las cifras del Gobierno.
—¿Y cómo evalúa sus ofertas?
—Los temas centrales no se tocaron y se habló solamente una gran cantidad de pequeñas. Es decir, no hay prioridades, no hay estrategia, no hay políticas públicas. Es una pena que al Presidente le hagan hablar sobre títulos de bachiller y cosas pequeñas y no de temas prioritarios.
—Y el Presidente ignoró la escasez de alimentos, el alza de precios y las colas…
—Minimizó el tema de la inflación, y eso es desconocer las familias, los mercados y la vida diaria de los bolivianos. Si bien el gasolinazo ha sido abrogado, los precios no bajaron al mismo ritmo. Eso el Gobierno no lo ve. Tampoco la escasez.
Victor Hugo Cárdenas / Ex Vicepresidente
“A mí no me echen la culpa” fue la frase reiterativa de Morales
Evaluación: Dentro de su informe, el Presidente culpó a los neoliberales de todos los problemas que tuvo que enfrentar.
Festejo: Evo Morales rodeado por la gente cuando ingresaba al Congreso
La pronunció en varias ocasiones, sobre todo cuando se trataba de justificar algún problema político o económico. “A mí no me echen la culpa” fue la advertencia repetida constantemente por el Primer Mandatario.
La primera de ellas fue cuando presentó al que llama nuevo Estado. Evo Morales dijo que Bolivia pasó de un Estado centralista y colonial a uno Plurinacional y con autonomías.
“A mí no me echen la culpa por el centralismo”, dijo el Presidente. Morales no asumió responsabilidad alguna pese a que en el referéndum de 2006 instruyó a sus bases a votar por el NO a las autonomías al considerar que no eran apropiadas para el país.
También usó esa frase cuando se refirió a la deuda interna del país. El Presidente aseguró que esa deuda es elevada, pero que no tiene responsabilidad sobre ella. “Heredamos la deuda interna”, señaló el Mandatario.
Según Morales, el monto que se adeuda a instituciones nacionales creció artificialmente por culpa de la “ufevización” de ese dinero decretada en gobiernos anteriores.
Pero cuando más salió a relucir la afirmación de excusa fue en el momento que habló de las razones que lo llevaron a decretar el gasolinazo y luego a derogarlo. Culpó a dos ex presidentes fallecidos por la decisión que tuvo que tomar: Víctor Paz Estenssoro y Hugo Banzer.
“No me echen la culpa de la compra de diésel, desde 1988 comenzó la importación de diésel, y 1997 empezó la subvención del diésel y la gasolina. Tratamos de eliminar esos decretos neoliberales del 88 y el 97”, sostuvo.
Pero no sólo no asumió ninguna responsabilidad por las consecuencias del gasolinazo y posterior anulación de esa medida, sino que además responsabilizó a toda la ciudadanía por lo que pase en adelante con la economía.
“La responsabilidad del gabinete, el Vicepresidente y el Presidente está salvada, ahora le toca al pueblo boliviano también salvar su responsabilidad, si somos responsables con las futuras generaciones sobre este tema del precio de los líquidos. Seamos responsables”.
Por otra parte, hubo una gran cantidad de temas en los que aludió a los gobiernos neoliberales. Por ejemplo, mencionó que cuando asumió la presidencia encontró un Estado divorciado de su economía nacional, de sus regiones y, sobre todo, de los pueblos indígenas
“Los gobiernos neoliberales sólo funcionalizaron al país al sistema capitalista para saquear sus recursos naturales, sin pensar en su industrialización y dejando sólo pobreza”, subrayó.
Para Morales, si desde la fundación de esta nación en 1825 se hubiese pensado en Bolivia, “el país hubiera estado prestando plata a la comunidad internacional, hubiera estado cooperando con la comunidad internacional”.
Incluso hizo una larga descripción de la relación ingresos-egresos de Bolivia desde la primera mitad del siglo XX.
Bolivia logró en esta etapa, por primera vez en su historia, superávits económicos y más de 10.000 millones de dólares de Reservas Internacionales Netas, por lo que comenzó a ser considerado un país de ingresos medios y con perspectivas de rebasar esa condición, aseguró el Jefe del Estado.
Y algo sí tuvo de distinto este mensaje. Es la primera vez en mucho tiempo que el presidente Morales no lanza ataques directos contra la oposición, aunque hizo algunas críticas.
Tampoco aludió a gobernadores ni alcaldes que no son de su partido, ni a ninguno de los procesados por la justicia que salieron del país el año pasado.
De hecho, tocó otro tema al pedir a sus parlamentarios que no hagan recomendaciones para aspirantes a los institutos militares y policiales.
Para destacar
El Presidente quiso deslindar su responsabilidad sobre varios temas de política económica criticados en su gestión.
El blanco de sus ataques fueron los gobiernos neoliberales del pasado, a los cuales endilgó esa responsabilidad.
Opiniones
“Los opositores no tenemos ninguna bronca con el Presidente ni mucho menos, simplemente queremos un país mucho mejor. En el mensaje del Primer Mandatario, los ministros quieren darle una imagen de más matemático, pero el Presidente no es eso, el Presidente era carismático, era una persona que llegaba al pueblo, pero ahora no ha llegado a nadie”.
Andrés Ortega / Diputado de Convergencia
“El informe económico (del Presidente Evo Morales) debió ser del primer año del Estado Plurinacional (2010-2011), no de los últimos cinco años (de gestión). Eso para nosotros (los parlamentarios de la oposición) es una muestra de debilidad y, por supuesto, que es una muestra de lo que no se conoce. El presidente Morales mostró debilidad en las políticas económicas”.
Norma Piérola / Diputada de Convergencia
“El informe del Presidente fue sincero. Las cifras demuestran que el Gobierno logró importantes avances en diversos sectores del aparato productivo nacional y, como muestra, dijo que las reservas internacionales superan 10.000 millones de dólares. A mí parece el doble y el triple de lo que se ha hecho en otros gobiernos. Nos muestran cifras, no sólo del Estado, sino de organizaciones internacionales”.
Marcelo Elío / Diputado del MAS
“Le hemos escuchado pedir que se alejen las broncas, le pedimos al Presidente que empiece por él. Un Presidente no puede gobernar con broncas (..) y ojalá haya un cambio de actitud. El Presidente perdió la oportunidad de reconciliarse con Bolivia porque sólo habló del pasado y no dio ninguna pauta del futuro de la economía nacional, ni medidas para estabilizar el descontrol de precios”.
Elizabeth Reyes / Diputada de UN
Fuente: La Prensa