Proliferación de procesos judiciales perjudica al Gobierno


2010 fue un mal año para el MAS.

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La analista política Ximena Costas advirtió que la proliferación de procesos judiciales contra autoridades y exautoridades, empieza a perjudicar la imagen del Gobierno, lo que se agrava porque no se mide con la misma vara a los acusados o sospechosos.



Señaló que hubo un tiempo en que la sociedad y la comunidad internacional pudieron creer que, casualmente, todos los opositores eran corruptos, pero esa percepción ha desaparecido.

“Se ha hecho abuso de esa estrategia de desgaste de la oposición, se ha confundido a los actores que pudieron haber tenido actos irregulares en sus gestiones en el pasado, porque no vamos a suponer que era una taza de leche”, enfatizó.

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“Pero de ahí a suponer que todos los opositores sean unos corruptos tampoco es cierto, es como suponer ahora que hay muchísima corrupción, que todos los masistas son corruptos. Esa estrategia fue exitosa al principio, se mantuvo el año 2008 muy exitosa, pero el 2009 empieza a decaer por el exceso, porque toda exageración es mala”.

JUICIOS EN MARCHA Recordó que a nivel del oficialismo se habla de 39 juicios a exautoridades del Poder Legislativo, juicios de responsabilidades, decenas de funcionarios públicos del pasado son procesados en la justicia ordinaria y todos los expresidentes, con excepción de Jaime Paz están acusados para ser sometidos a juicios de responsabilidades.

“Están los exvicepresidentes, entran ministros de Estado, cancilleres, viceministros, simples directores de gestiones anteriores, de tal modo que el exceso pone en duda que sea corrupción y más bien queda muy claro que es una estrategia política que fue exitosa y ya no lo es. Incluso se corre el riesgo de que algunos corruptos tomen la bandera de la persecución política. Pueden haber algunos que se mimeticen a nombre de la corrupción y queden impunes”.

Costas agregó que la instrumentalización que se ha hecho de la Fiscalía, del Ministerio Público, del Órgano Judicial y del Órgano Electoral en las designaciones sin méritos, ha provocado un proceso de desmitificación gradual que se traduce en un proceso de desencantamiento.

“La gente le puso toda la esperanza a que el Gobierno actual tenga prácticas diferentes de los gobiernos anteriores, no sólo que cambien las caras sino también las prácticas. La política de acusar, perseguir, judicializar y criminalizar a todo opositor bajo cualquier figura, antes los desgastaba terriblemente y hoy los está fortaleciendo. Si hubieran dicho hace 3 años que alguno de los alcaldes era corrupto probablemente la gente les hubiera creído”.

Añadió que ahora son tantos los acusados por corrupción que junto a la aprobación de la Ley transitoria de Autonomía, que incluyó la suspensión de autoridades a solo requerimiento fiscal, demostró una intencionalidad política.

EXCESOS Costas señaló que los excesos se producen en las mismas acusaciones. Citó el caso del alcalde suspendido y ya con sentencia condenatoria en primera instancia, René Joaquino, suspendido por comprar movilidades de segunda mano, frente al caso del alcalde de Chacarrillas, en el departamento de La Paz, sobre quien pesa acusación de tráfico de drogas, pese a lo cual continúa como alcalde.

Añadió que el mismo caso de Joaquino se presenta con el alcalde de Tupiza, militante del MAS, que también compró vehículos a medio uso, en un periodo similar y por similar precio, sin embargo ese está tranquilo y en funciones, en tanto que Joaquino está con sentencia condenatoria en primera instancia.

“No es una casualidad que Leopoldo Fernández esté acusado de genocidio, Ernesto Suárez, Rubén Costas y Mario Cossío acusados de corrupción, Jaime Barrón, René Joaquino y Aideé Nava acusados de corrupción y aparecen otra cantidad de actores por terrorismo, otro tanto por enriquecimiento ilícito. Samuel Doria Medina entrará en cualquier momento”, señaló la señora Costas.

IDEOLOGÍA Atribuyó esa estrategia gubernamental a su ideología y concepción del régimen político. “Lo dijo con claridad el Vicepresidente en un discurso del 27 de julio en el trópico. Dijo que es la quinta etapa en la que hay que tomar el control total del poder. Eso implica la ausencia de pluralismo político porque no pueden aceptar que existan opositores que tengan parte del poder”.

“Se considera que la ideología es una especie de religión de Estado, es decir, es la única verdad a la que se puede adscribir la sociedad”.

2010 fue un mal año para el MAS

El año 2010 fue un mal año para el Movimiento Al Socialismo (MAS) que durante los cuatro años anteriores estuvo cosechando éxitos a nivel político y social, según la analista política Ximena Costas.

“Ha habido una etapa donde las estrategias comunicacionales utilizadas por el Gobierno fueron efectivas. Es otra la evaluación a partir del año 2010 y hay quienes están viendo diciembre como el dato que hace la diferencia”, señaló.

“Creo que diciembre pone en evidencia, de manera amplificada lo que se vino mirando durante todo el año desde los resultados municipales, Caranavi, COMCIPO (bloqueos y huelgas de hambre en Potosí), marcha indígena, iniciativa legislativa en defensa de la libertad de expresión. Son muchos acontecimientos durante el año que ponen de manifiesto, gradualmente, el desgaste”.

Agregó que hace tiempo, cuando el apoyo y la credibilidad eran mayores, el Gobierno estaba en muy cómoda situación. Estimó que la credibilidad del Presidente estuvo intacta hasta las elecciones de diciembre del año 2009. “Hubo cuestionamiento al Gobierno, al gabinete, a algunos miembros del gabinete, pero el Presidente se mantenía en un fanal”, señaló.

El 2009 empieza un desgaste de la propia imagen presidencial, de la credibilidad del Gobierno, del partido y de la persona del Jefe de Estado, añadió.

Profundas transformaciones en el Estado y la sociedad

El analista político Carlos Cordero destaca que en los cinco años de gestión del presidente Evo Morales, se han producido transformaciones profundas en el Estado y la sociedad en un marco democrático y amplia participación ciudadana.

Destacó el hecho de que el país cuente con una nueva Constitución que da visibilidad y derechos a sectores sociales que estuvieron siempre excluidos de las acciones estatales, como son los campesinos y los sectores rurales.

“Estamos entrando a una fase de concreción, al cabo de cinco años, de una especie de refundación del Estado, de un Estado Plurinacional. Un hecho valioso es que todas estas transformaciones profundas se han hecho en el marco de la democracia, con participación ciudadana y con control de la violencia, porque los cambios profundos generan temor e incertidumbre”.

“Han sido cambios difíciles, hubo resistencias, pero no hemos caído en los brazos de la guerra civil o de un enfrentamiento más profundo entre bolivianos.

En el primer año del segundo periodo del presidente Morales, estamos viendo como los hechos más importantes, la elección de las Asambleas Departamentales, la configuración del mapa de poder con el poder nacional, poder intermedio, los municipios y también se ha hecho participación ciudadana mediante el sufragio, agregó.

Eso se está acompañando con leyes estructurales para consolidar el Estado Plurinacional, enfatizó Cordero.

Advirtió sin embargo, que hasta diciembre de 2010 se tenía la impresión que era un proceso con un gran futuro. Sin embargo tras el fallido gasolinazo, y según Cordero, la fuerza del libre mercado, hicieron que las percepciones cambien.

Recordó que existe inestabilidad de precios por lo que en los cuatro años de gestión que quedan al presidente Morales sugirió “recuperar la confianza que se tenía hasta diciembre y demostrar que puede manejar el mercado la economía. Así como ha producido transformaciones profundas en la política, también debe provocar transformaciones positivas en la economía”.

Advirtió que si el ciudadano no siente bienestar, al término de la administración de Morales hará un balance y se expresará en las urnas “porque en diciembre de 2010 la ciudadanía le ha perdido el temor y el respeto al movilizarse. Independiente de si hay o no opción ciudadana, podría castigar al MAS dándole, por ejemplo, a la oposición, mayoría en el Parlamento o llevándolo a una segunda vuelta. Haciéndole las cosas más difíciles”.

Analista: Gobierno logró su propósito pero con desgaste

El gobierno del presidente Evo Morales logró su propósito fundamental de contar con un nuevo texto constitucional, pero sufre un desgaste importante que proviene de su propio interior, lo que vaticina ingobernabilidad social en adelante, según el politólogo Jorge Lazarte.

Recordó que la aprobación de la nueva Constitución produjo situaciones de grave confrontación interna pero no produjo demasiados altos. “No fueron tantos como pudo haberse producido durante todo ese tiempo”.

“De un Gobierno muy cercado, principalmente por la oposición de las regiones, con el tiempo pasó a ser un Gobierno que recuperó iniciativa política y pudo desarticular a la oposición. A partir de ese momento, ha obtenido muchas otras victorias políticas ya sin los altos costos que se temían”, señaló el analista.

NUEVA SITUACIÓN

Advirtió sin embargo que los éxitos constantes de los primeros cuatro años de gobierno encuentran una nueva situación en las elecciones nacionales de fines de diciembre de 2009, cuando el Gobierno logra una votación de 67 por ciento que resultó aplastante para sus adversarios políticos. “Fue el límite máximo de poder al que el Gobierno pudo haber aspirado. Tenía dos cosas que mostrar como éxitos políticos, el nuevo texto constitucional y el alto porcentaje de votación que por primera vez ocurría en los últimos 30 años en el país”.

Según Lazarte, a partir de ese momento empieza una historia distinta que es la que el Gobierno está viviendo en este momento, por un lado festejar su mayor logro político que es el nuevo texto constitucional pero en su peor momento político.

Afirma que a partir de principios de 2010, cuando alcanzó el máximo posible en términos de movilización electoral y desarticuló completamente a la oposición social y política del oriente, empezó un proceso de declinación que desconcertó a las propias autoridades, como la pérdida de un millón de votos en las elecciones de abril de 2010 y en el occidente del país.

“Era como si habiendo controlado el oriente, los problemas del Gobierno empezaron a ser del occidente. Poco tiempo después el Gobierno tuvo dos grandes conflictos, el primero sangriento, en Caranavi entre grupos de trabajadores campesinos o indígenas que son la base social del MAS, pero que se enfrentaron entre ellos y con el Gobierno. Y el segundo la huelga de hambre y bloqueo de Potosí”.

LA PAZ/OPINIÓN 23/01/2011