Mudarnos a una casa recién construida suele ser el ideal de vivienda para muchas personas. Pero puede suceder que encontremos algunos desperfectos que no habíamos notado antes de ya tener las llaves en mano. Hoy te contamos cómo evadir esta desagradable situación mediante unos consejos preventivos a la hora de mudarte a una vivienda 100% a estrenar.
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Revisa la calidad del revestimiento en techos, pisos y paredes
Es esencial revisar que los muros estén bien alisados, ya que la mala alineación suele ser un defecto frecuente en las casas nuevas. Las paredes no pueden tener manchas de pintura ni paletas y deben estar lisas y planas. Comprobar esto es muy sencillo: podemos utilizar un “Nivel de Burbuja” para chequear la verticalidad y horizontalidad de los trabajos de bricolaje y verificar qué tan a nivel se encuentra un plano vertical u horizontal.
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Chequea instalaciones eléctricas y sanitarias
En primera instancia, es importante tener presente la ubicación del tablero del circuito eléctrico y la llave de paso de agua. El buen funcionamiento de la electricidad se puede comprobar prendiendo y apagando la luz de cada habitación e incluso conectando un taladro y y encenderlo y apagarlo varias veces (se supone que el cableado debe resistir esa tensión). Los enchufes se pueden examinar simplemente conectando algo, como un cargador de teléfono celular. En cuanto a lo sanitario, debemos revisar con minuciosidad el funcionamiento correcto de la fontanería y del aseo para evitar posibles problemas a futuro.
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Ventanas y puertas
Otro punto de revisión que no puede faltar es el funcionamiento de las aperturas: simplemente abriendo y cerrando puertas y ventanas podemos comprobarlo. Un buen signo de que los herrajes están en buen estado es que no deben atascarse ni hacer ruido. Además, es clave que no hayan agujeros ni ranuras por los que se pueda filtrar el aire. Siempre lo esencial es que, ante la menor duda, avisemos al vendedor.
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Comprar una casa a estrenar no siempre quiere decir mudarse a una casa libre de fallas, por eso debemos echarle un cuidadoso vistazo antes de firmar los documentos. Depende de nosotros (e idealmente, de un profesional que nos acompañe) fijarnos en estos pequeños detalles para que podamos vivir cómodos y sin preocupaciones.