De manera curiosa, el testigo clave del caso terrorismo, Ignacio Villa Vargas, reapareció en Santa Cruz. En sus primeras declaraciones (ver video), afirmó que sí existió el grupo terrorista liderado por Eduardo Rósza Flores, que lo torturaron en las indagaciones del caso, que el video-soborno fue un montaje y teme por su seguridad, por lo que es posible que vuelva a desaparecer.
En una entrevista exclusiva de la Red Uno, difundida la noche de este jueves, el hombre se mostró muy preocupado, aunque aseguró que no tiene orden de aprehensión en su contra (el Ministerio Público recién comenzó con el trámite el martes), por lo que consideró que su circulación en el país no tiene límites.
Comentado su nombre en las últimas semanas, Villa Vargas fue visto en un video en el que un supuesto agente del Gobierno le entrega en dos partidas 31.500 dólares para su huída. El caso ha implicado a un ex funcionario del Ministerio de Gobierno y del Defensor del Pueblo, Carlos Núñez del Prado, el primer implicado en las investigaciones judiciales del caso que secunda al descubierto el 16 de abril de 2009, cuando se decantó la banda de Rósza Flores y sus aprestos separatistas en el país.
Villa Vargas, en la entrevista de la Red Uno, se encontraba sentado al volante de su vehículo, vestía una polera, lucía gafas oscuras y se mostraba nervioso por varias llamadas que no contestó en su celular. Fue abordado por el periodista en la avenida Mutualistas, en la zona Pampa de la Isla, en Santa Cruz.
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Como repitió siempre el Gobierno, “El Viejo” aseguró que el grupo terrorista y los intentos divisionistas sí existieron. Así, consideró que la huida de varios de los implicados del caso es una muestra de su verdad, relatada ante el fiscal Marcelo Soza, y la implicación de aquéllos en la intentona terrorista.
Además, Villa Vargas confesó que fue objeto de torturas (mostró dos quemaduras en el vientre) cuando los agentes del Ministerio de Gobierno le hicieron preguntas para saber quiénes estaban tras la banda de Rósza Flores.
Se declaró “perseguido del Gobierno”, aseguró que sus custodios “eran del Gobierno”, que tiene “mal de altura” y que “siete meses vivió en Argentina”.
Ante la pregunta del periodista sobre el video-soborno, “El Viejo” dijo que el material fue “un montaje nomás”, que le dieron el dinero y luego lo devolvió, aunque afirmó no conocer a quiénes le dieron los 31.500 dólares.
La primera reacción de la administración de Evo Morales, expresada por el vocero Iván Canelas, fue que las autoridades tenían razón en afirmar la existencia del grupo terrorista, que la tortura que denunció Villa Vargas amerita una investigación y que el Ministerio de Gobierno deberá explicar la presencia insospechada del testigo clave del caso Rósza.
Desde la publicación de la grabación, la noche del jueves 13 de enero de 2001, las autoridades del Gobierno sólo se aludieron con vehemencia al operativo policial que el 16 de abril de 2009 terminó con la vida de Eduardo Rósza Flores, Michael Dwyer y Arpad Magyarosi, abatidos el 16 de abril de 2009 por su presunta vinculación con acciones terroristas en el país.
El caso enlodó a varios líderes regionales y empresarios, entre ellos Branko Marinkovic, ex presidente del Comité Por Santa Cruz.
ERBOL