Tragedia del Málaga: Ingenieros señalan graves fallas en normas constructivas y negligencia

Duro llamado de atención de los ingenieros a sí mismos, a los arquitectos y al Gobierno Municipal

Planos digitales del Málaga, edificio que se vino abajo con diez pisos de estructuras y 80% de avance de obra  (Foto: Samy Schwartz)



Javier Durán, Jorge Capobiando, Vladimir Irala, Rubén Valdivia, Oscar Callaú Mónica Araujo, Rodrigo Patiño, Roger Langaric, José Luis Suárez, Julio Silvetty, Manuel Villadelora, Alejandro Salazar y Alberto Roda tienen en común ser cruceños y ser ingenieros.

Fuente: idearia.info

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Juntos suscribieron una declaración profesional dirigida a la Sociedad de Ingenieros de Santa Cruz, que los aglutina, representándole a esta institución de agremiación profesional que "cobra un determinado monto por la recepción (¿aprobación?) de los planos y proyectos estructurales, de instalaciones eléctricas, hidrosanitarias, telefónicas y de gas y ¿qué hace?:  cursillos de toda índole por lo que cobra haciendo un remedo de competencia a las Universidades, participa indolente en las revisiones del Código de Urbanismo y Obras y propicia concursos de dibujos infantiles".  Esta dura descripción concluye con un pedido formal:  "Consideramos que la Sociedad de Ingenieros como tal debe asumir la responsabilidad que le corresponda en esta tragedia".

La misiva fue entregada el 1º de febrero al Ing. Rodolfo Weise, Presidente de la SIB-Santa Cruz.

"El 24 de enero de 2011 sucedió la terrible tragedia del edificio Málaga.  Siete días después hemos podido observar que, para la fiscalización de empresas, la H. Alcaldía, los fiscales, la inspectoría del trabajo y otros, es culpable la dueña del edificio (hoy dueña de escombros).  Ya se tienen en proceso pedidos de arraigo, de auditorías, indemnizaciones, responsabilidades, etc.  Si ya ha sufrido millonarias pérdidas, no parece que le vaya a hacer más daño unos cuantos hacecillos de leña".

"Lo anterior no subsana errores, no previene, no restringe las probabilidades para evitar otra tragedia."

"Los aspectos de los retiros, del aprovechamiento del terreno, de las alturas, de las servidumbres, de la iluminación, de los parqueos, y otros aspectos inherentes al diseño arquitectónico, están regulados por el Código de Urbanismo y Obras.  Sin embargo, cuando se trata de velar por la seguridad de las personas, cuando se trata de analizar esta tragedia, este Código resulta un documento superfluo en su esencia.  Pero no deja de tener su grado de responsabilidad cuando establece que el Director de Obra, el principal responsable de la obra, de la seguridad de las personas, de la estructura, pueda ser un profesional arquitecto, muy respetable por cierto, pero que resulta un serio contrasentido si por ejemplo lo comparamos con normativas brasileras para San Pablo , que establecen que el Director de Obra debe ser necesariamente un ingeniero civil.  Esto es absolutamente claro, la vida de las personas está por encima de lo bonito de la fachada, de la estética o de la decoración de interiores, que responden muy bien al marketing, y que en todo caso están mayormente definidos en el proyecto arquitectónico aprobado".

imageLo poco que quedó en pie del edificio Málaga fue este trozo de medianera. Foto Samy Schwartz.

"La Sociedad de Ingenieros cobra un determinado monto por la recepción (¿aprobación?) de los planos y proyectos estructurales, de instalaciones eléctricas, hidrosanitarias, telefónicas y de gas y ¿qué hace?:  cursillos de toda índole por lo que cobra haciendo un remedo de competencia a las Universidades, participa indolente en las revisiones del Código de Urbanismo y Obras y propicia concursos de dibujos infantiles".  Consideramos que la Sociedad de Ingenieros como tal debe asumir la responsabilidad que le corresponda en esta tragedia".

"Una H. Alcaldía Municipal que exige y cobra tributo tras tributo a todos los que de buena voluntad se rigen a sus normativas de regulación urbana, a los que le cobra y vuelve a cobrar por cada aprobación de planos, sin disponer de los 10 ó 20 ingenieros, necesarios para una mínima revisión básica de los proyectos de ingeniería presentados.  Ni siquiera dispone de uno."

No sólo eso, no dispone, ni exige, ni propicia el control o los controles de laboratorio que permitan verificar la calidad de la construcción, ni de los laboratorios que certifiquen la calidad de los materiales en obra, de los agregados, del hierro, del cemento, del cemento puzolánico y otros.  Ni pensar en exigencias, registros y zonificaciones geotécnicas".

"La falta de regulaciones y normativas específicas y uniformes para todos, ha llevado en algunos casos, a que el proyectista estructural establezca especificaciones que resultan difíciles de aplicar bajo las prácticas constructivas de nuestro medio".

"Por algo las normativas norteamericanas establecen que el proyectista estructural necesariamente debe ser supervisor o fiscal en la construcción de su propio proyecto estructural, como principal responsable junto al director de obra".

"Nuestro homenaje póstumo a los prestigiosos ingenieros como el Ing. D. Alarcón, el Ing. A. Ribera, su colaborador el Ing. J. Casanovas, y al prestigioso arquitecto M. Niño de Guzmán, idóneos profesionales que murieron en el cumplimiento de su deber".

"Nuestro homenaje póstumo a los once trabajadores constructores fallecidos, también en el cumplimiento de su deber, y no sólo a ellos, sino a todos aquellos que se sacrificaron y se arriesgaron día a día en el trabajo de la construcción, uno de los más riesgosos y sacrificados del país y del mundo, y que no pertenecen al gremio de los que se jubilan pasados los 50 años".

"Atentamente,

Firman los ingenieros Javier Durán, Jorge Capobianco, Vladimir Irala, Rubén Valdivia, Oscar Callaú Mónica Araujo, Rodrigo Patiño, Roger Langaric, José Luis Suárez, Julio Silvetty, Manuel Villadelora, Alejandro Salazar y Alberto Roda"