Qué hacemos con la Policía


Richard Arispe Carrasco

La corrupción está en el ADN policial y los casos denunciados sobrepasan el imaginario público. No existe un solo día que no se conozca que la policía está envuelta en otro caso más sonado e inverosímil que el anterior.

Eurochronos, el caso Brinks, el narco coronel, extorsiones y favorecimientos en ANAPOL, violaciones a mujeres detenidas en las cárceles, Chuturubí, caso Raña, además del uso político de los uniformados, son algunos de los males del verde olivo.



Pese a las promesas del presidente Evo Morales y a los plazos otorgados a los comandantes al momento de su posesión, la situación va de mal en peor. Los policías se han transformado en asaltantes con uniforme, donde el ciudadano ni de casualidad puede pedir ayuda porque el policía ve en la población a su caja chica.

Ser policía es un gran negocio y por ello, se sabe que los postulantes a la Academia Policial, pagan altas sumas de dinero para sortear las pruebas o no presentarse a ellas, pero igual ser escogidos.

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Todos sabemos que cuando la Policía quiere puede. Muchos casos en los que han puesto determinación de investigarlos, se llega a resolverlos y a tener procesados y detenidos. Pero cuando la Policía quiere sepultar algún caso, lo pone en la congeladora y la investigación duerme a la par de la justicia.

No podemos quedarnos en que la Policía quiera o no trabajar por la sociedad, lo que necesitamos son uniformados al servicio del pueblo y no al servicio de los intereses del gobierno de turno, o al servicio de los bolsillos de los mandos superiores.Algunos piensan que una de las soluciones sería pagar mejor a los uniformados, pero demostrado está que con dinero, no se los llena a los policías. Mientras más grande la oportunidad de hacer dinero, los uniformados no la desperdician. Lo plurinacional y el uso de poncho rojo, no disminuyó su hambre por el dinero. Al parecer hace falta tener gente proba, honesta y con deseos de servir al país. ¿Dónde encontramos, esas personas, dónde?Fuente: Facebook Richard Arispe Carrasco