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¿Cómo saber si no has metido la pata? Aunque el contexto sea una parte fundamental a la hora de interpretar y entender el discurso, debes tener en cuenta que muchas veces los detalles más pequeños son los que más pesan a la hora de relacionarte con otras personas o un desconocido. Por ello, ‘Best Life’ ha hecho una recopilación con todas estas expresiones verbales que para nada te hacen ser amable, sino al contrario, producirán el rechazo de tu interlocutor.
«¿Has perdido peso?»
A menos que seáis amigos íntimos que siempre se cuentan las cosas, jamás de los jamases puedes destinar esta pregunta a alguien. Si la haces estás dando por hecho que hace relativamente poco tenía un estado físico bastante descuidado. Este cumplido, así como el de «ahora estás más delgada», no hacen ningún bien al humor de tu interlocutor. Hay mejores formas de hacer que una persona se sienta bien consigo misma. Pero esta indudablemente no.
Demasiados halagos
Si te gusta todo lo que lleva puesto una persona puedes ser muy breve y decir un simple «qué guapo o guapa estás». En cambio, si la atosigas a comentarios positivos puede sentir un poco de miedo. «Sin saberlo, podemos hacer que una persona se cohiba al insistir en que su apariencia o peso acabe siendo el tema de la conversación», asegura Anya Shumilina, experta en protocolo.No presiones a tu interlocutor para que revele aspectos de su vida privada. Si confía en tí, no hace falta que ejerzas de policía«Las charlas con demasiados cumplidos solo conseguirán que el otro se sienta incómodo», agrega. En pocas palabras: actúa con naturalidad y fluidez, habla breve, sencillo y, sobre todo, de manera sincera.
«Háblame sobre ti y tu vida»
Cuando te encuentras en medio de una conversación interesante en la que por fin estás descubriendo la intimidad de la otra persona, no fuerces la situación ni intentes llevarla a tu terreno. Genera confianza, en vez de inquietud por saber. No hay necesidad de intentar sacar a la fuerza lo que el otro tiene que decirte. No hagas preguntas del tipo: «Bueno, háblame sobre tus padres» o «¿Qué pasó en tu familia para que estés ahora así?». Si ella o él confía en ti, no hace falta que actúes de policía.
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«Siento molestarte»
Un oxímoron en toda regla. Si de verdad lo sientes, no se lo dirías, simplemente lo dejarías estar. «Si realmente lamentas algo que no has hecho todavía, ¿por qué a pesar de todo lo dices?», reconoce Barbara Pachter, autora de un libro de éxito sobre el tema, «The Essentials of Business Etiquette’. En lugar de esta expresión, utiliza alguna mucho más educada y agradable, tipo «Perdona, ¿tienes un momento?».
«¿Cuánto ganas?»
Una de las preguntas más incómodas del mundo, sobre todo en el ambiente laboral. «Se considera de mala educación preguntar por el sueldo en un primer encuentro, aunque lo hagas sin quere», explica Darlene Price, presidenta de una empresa de asesoramiento sobre comunicación interpersonal.Muéstrate seguro y no hagas comentarios sobre los gestos del otro a lo largo de la conversación«Si realmente tienes tantas ganas de saberlo, en lugar de cometer el error de preguntárselo a la cara, indaga por otros medios». Aun así, tampoco es tan relevante. Hablar de dinero siempre es bastante incómodo, por lo que antes de abrir la boca, mejor piénsatelo dos veces.
«Vi que te fuiste de vacaciones»
En la era virtual es muy común conocer aspectos de la vida personal de alguien. Las vacaciones con sus hijos en la montaña o una gran cena familiar están a la vista de todos. Aunque la otra persona no puede quejarse, ya que para algo publica información sobre su vida privada en las redes, si nada más conocerla en persona le haces comentarios sobre los sitios en los que ha estado o la gente con la que se ha reunido, va a creer que eres un espía que se pasa el día observando vidas ajenas. Si de verdad tienes confianza con él o ella, te lo contará sin ningún problema la próxima vez que os veáis.
«¿Te aburro?»
Evidentemente, se trata de una pregunta fuera de lugar, muy «cortarrollos». Si es tu primera cita y no paras de hablar, seguramente la otra persona esté escuchándote de forma atenta, no la estás aburriendo. Y en caso de ser así, guarda silencio y que arranque ella, ya que si no, el incómodo silencio pasará a ser mucho más molesto. Muéstrate seguro y no hagas comentarios sobre las expresiones faciales del otro o sus supuestas sensaciones a lo largo de la conversación.Fuente: elconfidencial.com