El narcotráfico y la policía

Jimmy Ortiz Saucedo

fotojimmy El apresamiento en Miami del Gral. René Sanabria, es una trágica noticia para la policía en particular y para el país en general. Es la constatación empírica de cuan penetrada esta la policía y el Ministerio de Gobierno, por mafias del narcotráfico internacional. Y no sabemos, a ciencia cierta, hasta que nivel del gobierno llegan sus metástasis.

El peligroso incremento del tráfico y el consumo de drogas en Bolivia, no está siendo tratado con la debida seriedad que corresponde. Ni por el gobierno, ni por el Estado.



El apresamiento del Gral. Sanabria por un gobierno extranjero es el signo inequívoco que Bolivia se está trasformando, si ya no lo es, en un Narco-Estado. EL NARCO ESTADO PLURINACIONAL. Para vergüenza internacional de todos nosotros.

La policía es simplemente una víctima más, como lo son las narco-hermanas Terán, con el narco-amauta de Evo, con el narco-asesor, como las narco mises, como los jóvenes que viven en los canales de drenaje de nuestras ciudades, como los miles de drogadictos y consumidores sociales dispersos en el mundo.

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Nadie está libre de caer en sus garras. Los 72.000 millones de dólares que mueve anualmente en el mundo, no son fáciles de resistir. El narcotráfico de la cocaína, es el negocio ilícito que más dinero genera en el mundo.

El verdadero culpable de todo esto es el Presidente Morales y su gobierno, por la falta de una verdadera política antidroga, por decir lo menos. Es grotesco que el Propio Morales sea también presidente de los coraleros del Chapare. Zona de coca ilegal, destinada en altísimo porcentaje al narcotráfico.

Desde que ellos llegaron al poder, este tema que estaba relativamente controlado, se ha desbordado totalmente. Hoy se siembra coca y se hace cocaína hasta en los parques naturales y reservas forestales.

Antes interceptaban kilos, hoy se interceptan toneladas. Si antes fue un turbión, hoy es un tsunami.

Los bolivianos no podemos seguir soportando esta terrible situación, que tiende a empeorar. Tenemos que expresar nuestra vos de protesta. Tenemos que revelarnos. Tenemos que exigir a nuestras autoridades una política de estado seria, para acabar con este temible flagelo.

Recuerdo las palabras del ex presidente Cesar Gaviria: "Los colombianos nos descuidamos, miramos para otro lado muchos años y cuando menos pensamos, el narcotráfico puso en jaque al país, las instituciones y la democracia y mató a dos candidatos presidenciales".

¿Esto es lo que queremos para Bolivia?

Todo parece indicar que sí. Dos eventos recientes lo corroboran:

1) La dizque interpelación entre compadres del día de ayer, al Ministro Sacha Llorenti. ¡Lejos de ser censurado, casi lo canonizan! Estos parlamentarios también serán corresponsables, cuando la patria recobre la cordura.

2) El hecho que el Presidente Morales no destituya a Llorenti, significa que está de acuerdo con su gestión y todo lo que ella implica.

Estos dos actos nos muestras, con claridad, que el gobierno del MAS SI está de acuerdo con toda esta anómala situación del narcotráfico en Bolivia.

El Diario – La Paz