Egipto y Libia serían “malas noticias” para gobiernos de Bolivia y Venezuela


ERICK El analista político Erick Fajardo advierte que la asonada popular contra el gobernante libio Moamar El Kadafi, al igual que la reciente caída de su homólogo egipcio Hosni Mubarak, son señales del "debilitamiento terminal" de un modelo de regímenes autocráticos fundamentalistas, del cual formarían parte los gobiernos de la "revolución bolivariana".

Desde Estados Unidos y en contacto con la cadena Radio TV Martí, Fajardo advirtió que los episodios en Egipto y Libia son "malas noticias" para otras autocracias en el vecindario como la del iraní Mahmud Ahmadineyad e incluso para algunos "gobiernos-réplica" del modelo islámico en Latinoamérica como Bolivia y Venezuela.

"Lo de Kadafi y Mubarak son malas noticias para el proyecto de un grupo de impostores que abusaron de la democracia y apostaron a gobernar 50 años, Libia ha demostrado que la demagogia y la represión tienen fecha de caducidad, que los pueblos aguantan la retórica antiimperialista mientras no tienen hambre", señaló.



El expatriado estratega de PPB-Convergencia Nacional dijo que el mundo no asiste a la insurrección contra dos líderes africanos sino al derrumbe de un modelo de "autocracia populista etnicista" que surgió con el debilitamiento del modelo neoliberal y que a principios de 2000 llegó hasta Latinoamérica financiado con petrodólares de Medio Oriente.

Considera que llegaron al poder insuflando el ánimo de la gente con discursos de reivindicación étnica, politizando las particularidades culturales y generando proyectos de estado segregados. "Fundaron un nuevo apartheid tras el camuflaje de un indigenismo verde", sostuvo.

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El ex asesor del CONALDE señaló que deberían preocuparse el regidor iraní Mahmud Ahmadineyad y después el presidente venezolano Hugo Chávez y su par boliviano Evo Morales, dado que la caída del primero desataría un "efecto dominó" en la Liga de Naciones Árabes y después en los países del ALBA.

"Explotaron las creencias religiosas y el sentimiento de exclusión de sus pueblos para generar un nuevo apartheid que les permitiera sojuzgar a su propia gente a título de liberarla del Imperio", sostuvo.

Fajardo calificó de "impostura intelectual" de algunos grupos de académicos marxistas y tildó de "deformaciones doctrinales" las tesis que sustentaron el avance de estos proyectos autocráticos detrás la presunción de ser gobiernos revolucionarios.

"Tras el discurso de la lucha contra los oprimidos del mundo y de que otra economía era posible ellos construyeron autocracias eficaces que sojuzgaron a sus pueblos, el discurso marxista clásico y el fundamentalismo religioso islámico se usaron para sustentar la viabilidad de un modelo económico alternativo que Latinoamérica nunca vio", sostuvo.

Los Tiempos – Cochabamba