La Razón dialogó con el fiscal de Recursos, Milton Mendoza, sobre el caso ‘Octubre Negro’, que ingresó a su recta final luego de 22 meses de juicio oral contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, sus ministros y el Alto Mando Militar del año 2003.
Octubre negro. Mendoza es uno de los fiscales que lleva adelante el juicio contra Sánchez de Lozada.
– ¿Llegarán a ser condenados Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ministros?
– Deben ser condenados. Hace más de tres años que están pendientes pedidos de extradición para Goni, Carlos Sánchez Berzaín y otros. Son trámites complicados y dependerá mucho de las gestiones de la Cancillería.
– ¿En las FFAA se destruyeron documentos referidos al operativo militar del 2003?
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– Freddy Berzatti denunció públicamente que tuvo conocimiento de que para no dejar indicios de las acciones conflictivas, se ordenó quemar archivos y para que en el futuro no se instauren juicios. Así, iniciamos una investigación que resultó en tres imputaciones y dos en preparación para Gonzalo Rocabado, comandante en Jefe a.i. de las FF.AA., y los generales Roberto Claros y Wilfredo Vargas, los almirantes Luis Aranda y Marco Antonio Justiniano.
– ¿En Bolivia, el 2003 existían grupos irregulares o subversivos, como se dijo, para justificar la incursión militar?
– Por supuesto que no existían. El fantasma de la subversión, que justifica la intervención militar en gran parte de país, fue transportado por la Escuela de las Américas, de la que algunos de los acusados fueron parte.
– ¿Goni y sus ministros son acusados de “autoría mediata” dentro del juicio?
– La autoría mediata es una forma de cometer delitos sin estar en el lugar de los hechos y sin participar directamente de ellos. Este tipo de autoría es propia de altos jefes de Estado o jefes militares que desde su puesto ordenan y definen los acontecimientos. Goni, sus ministros y el Alto Mando Militar son autores mediatos porque utilizaron el instrumento de la tropa militar para reprimir las protestas ciudadanas.
– ¿Qué dice el ex Alto Mando Militar?
– Que no estuvieron en los lugares de conflicto y que sólo cumplieron la orden del Capitán General, es decir Gonzalo Sánchez de Lozada; una posición muy cómoda y de lógica impune, porque están descargando toda la responsabilidad a otros.
– ¿Por qué se señala que la intervención militar en ese entonces fue exagerada?
– Primero, por el entrenamiento de combate que tienen, los militares son profesionales para la guerra, utilizan instrumentos de guerra y esos instrumentos matan. La prueba clara que hasta ahora tenemos es 68 muertos y un centenar de heridos por armas de guerra. En segundo lugar porque se ha desplegado contingente militar de las tres fuerzas (Ejército, Armada y Aérea) desde otros departamentos del país.
La Razón, Yubert Donoso