Ante la angustia, los damnificados del deslizamiento en Inmaculada Concepción y San Jorge-Kantutani están dispuestos a construir el alcantarillado.
Ha pasado casi un mes desde que la vida como la conocían pasó de la familiaridad de su hogar a las noches frías, sin luz y al hacinamiento de una carpa. Dentro de cada una existe una creciente desesperación por regresar a sus viviendas, entre los damnificados una frase es recurrente, “estamos dispuestos a todo por volver a nuestras casas”. La casa de don Juan Macías, dirigente de su calle, está ubicada entre la franja azul, contó que en su calle no hay luz, agua ni alcantarillado y que por esa razón no pueden retornar a sus viviendas. Su angustia está empezando a ser insoportable porque Epsas les ha informado que no se va a restablecer el suministro de agua o reconstruir el alcantarillado entre 10 meses y un año, y bajo ninguna circunstancia podrán aguantar vivir un año en las carpas.“Epsas nos ha dicho que va a tardar un año en restablecer el agua, nosotros no podemos seguir viviendo así. Hemos hablado con el subalcalde de Cotahuma (José Quiroga) y le hemos dicho que nosotros podemos construir lo que haga falta para tener alcantarillado provisional. Sabemos cómo hacerlo, lo que necesitamos es la supervisión de Epsas, pero estamos dispuestos a lo que sea a estas alturas”, dijo el dirigente de su calle dentro de la carpa que habita en la cancha Fígaro.A la desgracia se suma que los lentes de don Juan se han perdido y ahora no puede leer la Biblia, además se han empezado a robar los teléfonos móviles del punto de recarga habilitado y deben cuidar la ropa recién lavada que tienden sobre las carpas para que seque, porque desaparece.
El agotamiento se ha empezado a transformar en susceptibilidad entre los habitantes de la carpa, mientras que durante los días el calor se hace agobiante dentro de las carpas, las noches cada vez son más frías, y saben que “ el invierno paceño no perdona”.Por todo lo que experimentan aseguran que no les importaría aprovisionarse de agua de cisternas o de otra forma, siempre y cuando estén en sus hogares.La idea de don Juan parece no estar lejana a la realidad. La dirigente Marina Muñoz, cuya casa se encuentra entre la franja azul y verde, explicó a Página Siete que en su sector ellos construyeron todo el alcantarillado con la ayuda técnica de Epsas.“Lo niños se están enfermando, estamos abandonados. Epsas dice que la Alcaldía de La Paz tiene que dar un informe técnico, mientras que el municipio dice que Epsas puede restablecer el servicio. Se pasan la pelotita como quien dice. Y el Gobierno vino a hacer su campaña y se perdió”, indicó Muñoz, mientras lavaba la ropa de su familia al ingreso de su carpa.La dirigente añadió que pueden volver a construir el alcantarillado en su zona con supervisión técnica de Epsas y la Alcaldía, “todo para regresar a nuestras casas”, lamentó.Si nada de esto funciona, don Juan manifestó que fortalecerán las medidas de presión porque su situación es casi insostenible.Fuente: https://www.paginasiete.bo
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