Este número de espacios es para casi la mitad de todos los habitantes del país. En La Paz el Hospital de Clínicas, un centro de referencia nacional, tiene tres camas de estos cuidados. Santa Cruz tiene 41.
El pasado martes, Elena recibió una gran noticia. Por fin, después de dos meses de espera, su mamá tendría un espacio para ingresar a la sala de terapia intensiva del Hospital de Clínicas de La Paz. “Tiene un tumor en la cabeza, necesita una operación, pero para eso requería con urgencia una cama en esa unidad”, relató.No pudo acceder antes a un espacio de terapia intensiva porque la sala del nosocomio público estaba cerrada y en otros centros privados el costo era muy elevado. “Tuve que esperar a riesgo de que mi mamita perdiera la vida”, contó entre lágrimas.En Bolivia, sólo hay 145 camas de terapia intensiva en los hospitales públicos, donde desde marzo en la mayoría se implementa el Sistema Único de Salud (SUS).El país tiene una población de 11.216.000 habitantes, de ellos 5,6 millones de personas -que tienen arriba de cinco años- representan la demanda actual de las 145 camas de terapia intensiva del sector público. El resto accede a este servicio a través del seguro social y las cajas privadas de salud.Página Siete hizo un registro y conteo de las camas de terapia intensiva que hay en los hospitales públicos de cada uno de los nueve departamentos (ver infografía).Santa Cruz es el departamento donde hay más camas de terapia intensiva que en ninguna otra región. Cuenta con 41. Le sigue La Paz con 33, pero actualmente 17 no funcionan. Chuquisaca tiene 21 camas, le sigue Cochabamba con 14 y Beni tiene 11 espacios de cuidados intensivos. El departamento de Tarija cuenta con 10 camas, Oruro atiende con nueve y Potosí da este servicio con seis. Pando no tiene camas de terapia intensiva.El director del Hospital de Clínicas de La Paz, Omar Rodas, explicó que esta especialidad es muy importante porque atiende a pacientes muy delicados de salud y críticos, muchos están en riesgo de morir. “La unidad de terapia intensiva (UTI) es un área que tiene la finalidad de resolver el problema de riesgo vital. Brinda, además, al enfermo la posibilidad de estabilizarse y sanarse”, dijo.
Rodas aseguró que aunque no hay una norma que defina el número camas de terapia intensiva que debería tener Bolivia, en el país manejan el parámetro de la Organización Mundial de la Salud (OMS): al menos el 10% del total de las camas de un hospital deben destinarse para cuidados intensivos. Esta disposición se incumple en Bolivia, según médicos y autoridades locales.El Hospital de Clínicas de La Paz tiene 400 camas, entonces de acuerdo a la OMS debería contar con 40 camas de terapia intensiva, pero sólo tiene tres. Estos tres cupos volvieron a funcionar desde el pasado 28 de mayo.“Este año hemos estado tres meses y medio sin esta unidad”, comentó Rodas. Explicó que la sala fue cerrada porque el único especialista (Wálter Hinojosa) que atendió esa sala durante 20 años no logró renovar su contrato.Luego del cierre de esa unidad, el Hospital de Clínicas tuvo un conflicto porque los pacientes querían ingresar a la UTI. La dirección buscaba espacios en otros establecimientos, como el Tórax y el Gastroenterológico. “Más bien nunca nos han cerrado las puertas”, dijo el médico. Pero, lamentó que los cupos en los dos hospitales son muy requeridos y siempre están llenos. Ante esa situación, los familiares de los enfermos debían recurrir a los centros privados.El presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, sostuvo que la ley del SUS instruye la compra de servicios para esta especialidad de centros privados, pero estos lugares no cuentan con la cantidad suficiente para cubrir la demanda de la población.De acuerdo con Rodas, los tres cupos recientemente instalados están “equipados” y se contrató a tres profesionales. Explicó que para los más de 2,8 millones de habitantes del departamento paceño se debería contar con 1.000 camas en centros públicos y privados. “Pero no alcanzamos esa cifra y estamos por debajo”.
En similar situación se encuentra Santa Cruz, donde hay 41 camas de terapia intensiva. El secretario de Salud de la Gobernación, Óscar Urenda, explicó que en el departamento cruceño, pese a que se invirtió en equipar estas salas, se requiere quintuplicar los espacios. “Pero no se puede, porque no hay recursos económicos para contratar a profesionales”.En Cochabamba se vive un panorama similar. Uno de los especialistas del área de terapia intensivos del Hospital Viedma dijo que “lamentablemente faltan cientos de camas”. “Las ocho que tenemos para la UTI no alcanzan, por eso cuando ocurren accidentes siempre derivamos a otros centros”, sostuvo el profesional.En Potosí hay seis camas en el Hospital Daniel Bracamonte, el más importante de esa región. Según su director, Vladimir Camacho, “hay temporadas en que se llenan las camas y debemos derivar a los pacientes a Sucre, pero hay, otras como ahora, cuando hay dos camas vacías”.
En Chuquisaca, el exviceministro de Salud Martín Maturano indicó que ese departamento cuenta con 21 camas. Explicó que “siempre están llenos (los espacios) porque hay pacientes que son trasladados de Potosí y Tarija”.En el sur del país, en Tarija, el director del Hospital San Juan de Dios, Roberto Baldivieso, explicó que pese a que requieren cinco veces más de las 10 camas que tienen, no hay un espacio para instalar estos equipos. “El nosocomio está muy colapsado”, sostuvo.En Beni y Oruro con 11 y nueve camas, respectivamente, los médicos solicitan más espacios. “No alcanza, requerimos con urgencia más cupos. Tampoco hay muchos centros privados donde ofrecen esta especialidad, así que se los deriva a La Paz”, contó el expresidente del Colegio Médico de Oruro Alberto Salinas.La situación de Pando es caótica porque no tiene servicio de terapia intensiva. “Lo peor es que no podemos trasladar a los enfermos al interior del país, porque en avión no se puede llevar ni oxígeno”, dijo Wilson Salazar, expresidente del Colegio Médico de esa región.La única opción que tienen los familiares es cruzar la frontera y trasladar a sus enfermos a Brasil. “Aunque los médicos (del vecino país) se enojan con sus pares, siempre reciben a nuestros connacionales”.En clínicas privadas, la cama vale entre Bs 600 y 7.000 por nocheEn Bolivia, las clínicas privadas cobran entre 600 y 7.000 bolivianos por noche en una cama de la unidad de terapia intensiva (UTI).Según Elena, ella recorrió por casi todos los establecimientos privados en La Paz en busca de una cama de terapia intensiva para internar a su mamá.“Fui a un hospital privado y me indicaron que la cama por noche vale 1.500 bolivianos. En un centro de Villa Fátima, 2.000. En una clínica de Miraflores me indicaron mil dólares (7.000 bolivianos) y en uno, Llojeta, me pidieron 600. Este último es el más económico, pero me indicaron que ese costo es con el mínimo de equipos, pero si mi mamá necesitaría más equipos, entonces se me cobraría por máquina”, dijo.
Ante esa situación, ella decidió esperar la reinauguración de la sala de UTI del Hospital de Clínicas. “No tengo tanta plata”, explicó la mujer. Aseguró que espera pagar sólo el 50% de los 600 bolivianos por noche.
“Dicen que el SUS (Sistema Único de Salud) cubrirá la otra mitad y también algunos medicamentos, aunque indican que ya no tienen, ahora tengo que comprar”, relató Elena.En Santa Cruz el costo es similar, según el secretario de Salud de la Gobernación, Óscar Urenda. “Las clínicas privadas cobran entre 1.000 hasta 7.000 bolivianos por noche”, dijo y cuestionó: “¿Una mujer que vende dulces puede pagar? Seguro, que no”. Señaló que por eso es importante mejorar el servicio, pero no sólo con máquinas, sino con personal.La situación es similar en Cochabamba, Potosí, Oruro, Tarija y Chuquisaca. Los pacientes “que deben ingresar a terapia intensiva y por su mala suerte, no hay espacio, deben peregrinar por los servicios privados”, dijo el expresidente del Colegio Médico de Bolivia Aníbal Cruz.Lo peor para el galeno es que en Bolivia tampoco se cuenta con los suficientes profesionales especializados en cuidados intensivos. “Ya que todos los que estudian se van al exterior o se quedan en los países donde realizan su especialidad, pues hay mejores salarios que en el país”, dijo.En Pando y Beni los profesionales con esa especialidad son escasos. “Es difícil contratar a los profesionales. Aquí se cuenta con dos terapistas, pero los que son capacitados para esta unidad son médicos internistas en el rubro”, dijo el responsable de redes y servicios del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Beni, Reimy Lazaro.El exviceministro de Salud Martín Maturano aseguró también que es importante contar con licenciadas en enfermería que tengan capacitación para cuidados de terapia intensiva, pero esas profesionales también son escasas.La CNS cuenta con 57 camas en UTI y 30 de terapia intermedia
La Caja Nacional de Salud (CNS) tiene 57 camas de terapia intensiva en Bolivia y 30 camas de terapia intermedia para los asegurados.El gerente general de la CNS, Juan Carlos Meneses, explicó que la institución tiene camas para la UTI en todo el país. “Sabemos que este servicio es necesario”, manifestó.De acuerdo con los datos que la CNS proporcionó a Página Siete, en La Paz se cuenta con ocho camas de terapia intensiva y en Santa Cruz con 16. Le siguen Cochabamba con 10, Potosí tiene cinco, Sucre da cuatro, Beni atiende con dos y Tarija atiende con cuatro. Al igual que en el servicio público, sólo en Pando no tiene camas para esa especialidad.El informe indica que también se cuenta con terapia intermedia. En La Paz se tiene nueve camas; en Santa Cruz, seis; en Cochabamba, cinco; en Oruro, seis; en Pando, tres, y en Beni, uno. El informe indica que Potosí, Sucre y Tarija no cuentan con salas de terapia intermedia.Desde la gerencia de la CNS se precisó que se impulsarán nuevos proyectos para incrementar el número de camas de esa especialidad en cada departamento.Meneses remarcó que con la construcción de los 67 nuevos hospitales en Bolivia la cifra de camas se va a incrementar e incluso triplicar el número actual.
Página Siete / Verónica Zapana S. / La Paz