Imperdible entrevista con el presidente más joven registrado en la FIFA


Fue elegido titular de la Federación Puertorriqueña de Fútbol con tan solo 29 años. Lucha por hacer historia en un país en el que la pasión es el béisbol



Nació en Corozal, ciudad puertorriqueña en la que el voleibol es el deporte más popular y pertenece a un país donde el béisbol mueve multitudes. Siempre actuó contra todo pronóstico, por eso apostó por el fútbol desde muy joven y hoy, a sus 29 años, comanda la federación de su país siendo el más joven registrado por la FIFA. Se trata de Iván Rivera Gutiérrez, un ingeniero industrial que jugó, dirigió, coordinó cursos y hasta fue utilero de la selección. Ahora su vida gira alrededor de lo que construyó y piensa en hacer historia. Visitó Bolivia con el combinado femenino que se enfrentó a la Verde en dos oportunidades, primero en Santa Cruz y después en Villa Tunari.

Iván, ¿cómo logró ser el presidente de una federación a sus 29 años?

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Costó mucho, no puedo decir lo contrario. Lógicamente, cuando me planteé la posibilidad de estar como candidato fue una decisión fuerte. Primero busqué cómo podían atacarme políticamente porque, lamentablemente, esa es la realidad. Político no soy, vengo del campo, del área real del fútbol, de pintar la cancha, de ser un entrenador de niños (…). La historia que tengo detrás es que empecé muy joven, fundé un club (Jaguar Soccer Club) con 19 años, tuve etapas de mi camino muy puntuales que hicieron que me adelante. Trabajé en una organización por diez años y no me quedé ahí, empecé a realizar torneos muy importantes en Puerto Rico, de los mejores que se disputan, y yo era presidente de uno. Eso me hizo tener una relación de tú a tú con los líderes del fútbol, muchos de los cuales se iniciaron en esto antes de que naciera. Al verme trabajar, ellos mismos consideraron que era una persona capaz, de eso nunca lo dudaron, pero sí siempre la edad. Cuando tuve la oportunidad de ser candidato, fue una de las primeras cosas que me planteé. Me relacioné con las personas que conocen esta realidad; al principio todo fue de manera natural porque simplemente en ese momento, cuando era candidato, era el director de una de las regiones.

    ¿Desde ese momento empezó a tener mayor acercamiento?

    Comencé organizando a los presidentes de los clubes, a los responsables, a orientarlos en cuanto a los estatutos de la federación, en las asambleas. El problema central era que existían buenos clubes, pero no estaban ligados a la federación. Cuando la gente iba a los congresos, no sabían a qué.

    ¿Cuál fue la clave para convencer a la mayoría de que usted era la mejor opción?

    Todos los factores van en conjunto, no puede ir uno separado del otro. Sin embargon en diez años de experiencia hice más eventos que la propia federación, además de la preparación académica. Soy ingeniero industrial e hice una maestría en Ingeniería Gerencial y un diplomado del FIFA-CIES en Costa Rica en 2017. Es un curso que la FIFA dicta en 18 universidades del mundo. Los líderes exponían sobre la mesa quiénes eran los candidatos y yo contaba con una preparación académica que el resto no tenía. Los intenté persuadir para que ellos se involucraran en la federación porque eran los actores principales del fútbol en Puerto Rico. Se pusieron de acuerdo y empezaron a decirme que yo debería ser el presidente y desde ahí todo fue fluyendo de a poco.

      ¿Ahí inicia a sentirse respaldado?

      Realmente cuando conocí quiénes eran las personas que votaban en la federación, sabía que podía estar ahí, pero nunca lo tuve como iniciativa personal. En esos días, estaba postulando al FIFA máster, ya que podía ser uno de los becados por el curso que pasé en la institución más importante del fútbol. Mi mente estaba en seguir estudiando, dedicarme a una preparación de lleno en Europa. Ellos me insistían en que creían que podía tomar el mando. La idea al inicio fue de ellos. Fue una decisión difícil de tomar porque sabía de la responsabilidad que se me venía. Les decía que su vida seguiría igual, pero la mía cambiaría. Y así sucedió.

      ¿Cómo lidió con los opositores y con el prejuicio de que la juventud no tiene capacidad?

      Algo que no podían negar ellos era de mi capacidad, la duda siempre fue la edad, pero para mí fue fácil lidiar con ese tema. Busqué información sobre el caso del presidente de Rumania (Razvan Burleanu asumió la presidencia de la federación de su país con 29 años); también respecto a que, de los 700 empleados de la FIFA, el 40% tiene similar edad a la mía. Las personas son complicadas cuando no quieren que seas algo; así tengas 30 o 60 años, ellos van a estar en contra.

      Supe cómo entrar a cada uno de ellos. Me rodeé de un personal de mayor edad, que sí tienen confianza entre ellos. No hago solo esto. El estatuto, que creo que debe mejorar, exige que cada candidato sea individual y son 13 personas las de un comité ejecutivo; la variabilidad que tienes en una toma de decisiones, es muy grande. Hice una plancha para que conmigo anden cuatro o cinco personas; mis dos vicepresidentes llevan más de 30 años en el fútbol, tomé los líderes referentes y con áreas distintas representando diferentes áreas geográficas de Puerto Rico.

        Rivera confirmó la presencia de su selección en el Mundialito Paz y Unidad. Foto: Prensa Tahuichi

        ¿En qué magnitud cambió su vida desde que asumió el cargo?

        El cambio de vida está relacionado más con el tiempo que desde muy joven lo manejé para compartir con la familia la mayor parte de la jornada posible; siempre creía que podía hacer lo que me gusta, pero midiendo el tiempo a mi favor. Con este cargo, no, la realidad cambió. Los fines de semanas son días de trabajo; fue lo más drástico. Además, ahora te abren las puertas para escuchar tus ideas y se los he dicho, dos meses antes de que sea presidente, tenía las mismas ideas y era muy triste ver que muchas personas jóvenes con buenos proyectos no son escuchados. Ahora tengo esa oportunidad. También a escala internacional se te abren muchos accesos, muchos más de lo que pensé. Sabía que los presidentes tenían sus beneficios, como un contacto directo con los otros líderes, pero no sabía que eran tan accesibles. Dos semanas después de las elecciones, ya estaba en Las Vegas con todos los presidentes de Concacaf. Ahora mi vida gira totalmente alrededor del fútbol.

        ¿Su comportamiento en las redes sociales ahora es distinto?

        (Risas) No utilizo mucho las redes, debería ser así (lo dice por su edad), pero las empleo simplemente para comunicarme con los míos y con los amigos que hice en mis diferentes viajes. Tengo como 2.000 amigos en Facebook y una similar cantidad de seguidores en Instagram.

        Volviendo a la Concacaf, ¿cómo fue recibido?

        Al principio pasaba desapercibido, Concacaf es muy grande comparado con Conmebol, que en un salón pueden estar sentados los diez presidentes tranquilos. En la Concacaf somos 41. Cuando se iban enterando, hacían el acercamiento.

        Han pasado tres meses desde que asumió el mando, ¿ya se puede percibir la trasformación?

        El objetivo principal será el tema gestión y el tema administrativo. Se han comenzado a ver los cambios, ya empecé a profesionalizar a los funcionarios de la federación. Lamentablemente los que estaban antes eran amigos ‘de’ o personas que estaban mucho tiempo allí, pero Puerto Rico no se había abierto a la realidad del fútbol; en cada área tiene que haber un especialista, esto ya no es un juego, es una corporación o negocio, si se puede considerar así. Nos falta mucho para lo que quiero llegar. También cambiamos al cuerpo técnico, contratamos a extranjeros que llevan más de 15 años en Puerto Rico. También hemos estrechado nuevos lazos como con la academia Tahuichi (Santa Cruz, Bolivia) y la Copa Dallas (Estados Unidos); son los pocos ‘granos’ que ya se pueden ver. Otros temas no pueden ser muy notorios, es cuestión de esperar a que se concreten. Estamos por cerrar un acuerdo con una universidad para la parte académica. Por ejemplo, que haya preparadores físicos titulados. Son los primeros pasos.

        ¿Cómo fue que inició a trabajar con Luis Daniel Mozo, exdirector de Desarrollo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF)?

        Antes fui a todas las bases del fútbol y cuando digo a todas es hasta utilero de la selección, un año antes de las elecciones (…). Fui coordinador de los cursos de FIFA y Luis Daniel, que es preparador físico, llegó en 2016. Ahí lo conocí. Conversamos y nos hicimos amigos. Él fue el que me orientó en el FIFA – CIES, me abrió esa puerta porque en mi país nadie lo conocía. De ahí mantuvimos amistad, cada vez que tenía una idea se la comentaba y él nunca tuvo un ‘no’ para mí. Cuando le mencioné que iba a ser candidato, me dijo que si yo lo veía real, que lo haga. Ese vínculo se mantuvo, y ese es un crédito que le doy a él porque no todos los instructores FIFA lo hacen, ya que además de trabajar con él en esa oportunidad, lo hice con muchos más. Después que pasaron las elecciones, le manifesté que si tenía posibilidad, lo iba a invitar a trabajar conmigo y se dio.

        ¿Qué imagen le dejó Bolivia?

        No tenía idea de cómo era Bolivia; había viajado a países de Sudamérica como Brasil, Venezuela y Ecuador, pero no había pensado en este país, ni algo bueno ni malo. La acogida fue excelente, nosotros nos hemos sorprendido por el trato y estamos muy agradecidos, esperamos ser recíprocos alguna vez en Puerto Rico. De su fútbol he visto muy poco, pero he escuchado que están muy adelantados a la realidad que tenemos; me encantó la Tahuichi porque me siento identificado con ese proyecto, por la formación. La realidad de tener un roce internacional, de tener una base sólida en el fútbol juvenil, me impresionó bastante. Ojalá podamos mantener estas buenas relaciones. A Bolivia quiero volver para vacacionar y conocer sus mejores lugares. Me voy con mucho aprendizaje desde acá.

        Fuente: diez.bo