Roger Alejandro Banegas Rivero* ..“Se requiere un nuevo enfoque de educación que esté orientado a la formación de habilidades, destrezas y bagaje conceptual”….. En esta pequeña reflexión, se plantea responder en algunos cuestionamientos de interés: ¿cuál es el retorno de la educación en Bolivia? ¿Por cada año de aumento en la experiencia laboral, cuál es el incremento salarial?Para ello, se parte de los resultados y estimaciones brindadas a conocer por Alcides y Loayza (2018), con base en las encuestas de hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Este tipo de análisis, es el llamado modelo de Jacob Mincer (1974), en virtud de contemplar la relación entre educación, experiencia laboral e ingresos laborales.En tal sentido, la estimación básica señala, que por cada año adicional de estudio, los ingresos se incrementarían en un 5% anual, cuyo retorno ha continuado disminuyendo en el tiempo (Ej. Reducción desde el 12% en el 2004); asimismo, los individuos con menores ingresos reportan los menores niveles de rentabilidad en la educación.Otras estimaciones previas para el caso de Bolivia, señalan que el retorno de incrementar un año adicional de estudio, oscila entre el 4 y el 9% de aumento salarial.De igual manera, por cada año de experiencia laboral, los ingresos anuales se incrementarían entre el 4 y 6% anual, con mayor crecimiento en los individuos de estratos superiores de ingreso.Es de señalar, que la relación entre experiencia de trabajo e ingresos laborales, no siempre es positiva; es decir, los ingresos aumentan conforme se tiene mayor cantidad de experiencia laboral; sin embargo, después de cierta cantidad específica de años, los ingresos comienzan a caer, interpretado como la dificultad laboral en trabajadores, con mayor edad, por mantener cierto nivel de productividad o inclusivo por acceder a un empleo (hipótesis en la disminución productiva por efecto de edad).La reflexión final surge en posteriores cuestionamientos sobre cómo se podría incrementar el retorno en la educación, toda vez, que al aumentarse su rentabilidad, existirían mayores incentivos para estudiar, desarrollar el capital humano, obtener mayores oportunidades, mejorar la calidad de vida y alcanzar mejores perspectivas de desarrollo en el largo plazo.En consecuencia, la mejora en el retorno de la educación, se basa en la calidad de la misma; por esta razón, se requiere un nuevo enfoque de educación que esté orientado a la formación de habilidades, destrezas y bagaje conceptual que consolide a los individuos con mayor productividad, eficiencia y eficacia en un ambiente de cambio tecnológico, investigación y desarrollo (pensando en cómo debería funcionar el sistema educativo).De forma contraria, si se reflexiona en la continuidad de bajos retornos de la educación, o incentivos casi nulos; por tanto, la alternativa de no estudiar o no hacer nada, sería bastante plausible y bien razonada como alternativa.En definitiva, se ofreció una pequeña valoración sobre el retorno de la educación y de la experiencia laboral sobre los salarios en Bolivia; del mismo modo, llama la atención la continuidad en la disminución de la tasa retorno en la educación.Por ello, surge la interrogante sobre los mecanismos necesarios para incrementar su retorno y mejorar los incentivos para estudiar a través de una nueva perspectiva de sistema educativo, toda vez que el capital humano determina el crecimiento económico sostenido y este a su vez el desarrollo económico acompañadas de premisas de cambio tecnológico y cambio estructural en la Sociedad (Paúl Romer, Premio Nobel en Economía, 2018).*Profesor de Posgrado en Economía y Finanzas, PhD. En Economía.