¿Quién será el campeón de la Copa América de la corrupción?

Javier Medrano

Narra Martín Caparrós (escritor y periodista argentino) con total desparpajo y cansado de escuchar a sus pares latinoamericanos, la defensa acérrima de ser ciudadano del país más corrupto de esta parte del continente, decidió invitar a 19 periodistas para que formen parte de un libro con sus respectivas “tutelas” periodísticas sobre el caso de corrupción más emblemático de su país.

Grande fue el impacto al conocer las historias truculentas, inverosímiles y absurdas de los personajes políticos, empresarios y arrimados al poder, que diseñaron verdaderas ingenierías de la corrupción y amasaron en tiempos muy breves verdaderas fortunas que cualquier individuo, trabajando honestamente, durante 50 vidas y sin gastar un solo peso, podría, apenas llegar a una `pequeña parte de lo robado a manos llenas por estos paniaguados del dominio público.



Los periodistas de Guatemala, México, Cuba, El Salvador, Puerto Rico, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia (con el caso Ostreicher), Chile, Argentina, Uruguay y España (único país foráneo o si se quiere invitado externo al torneo), detallan las corruptelas intestinas de sus países y a medida que, Usted amable lector, avanza en la narrativa, no le alcanza la sorpresa y la bronca contenida termina con cada caso expuesto con una máxima de Caparrós que advierte desde la primera línea del libro: “La corrupción siempre estuvo aquí” y remata diciendo que de hecho, es una “tradición hecha nuestra, con el paso del tiempo”.

Llama la atención, por ejemplo, el articulista de Colombia que de manera taxativa reclama la Copa América de la Corrupción para su país y pide vehementemente que se la entreguen a su país y que el concurso en sí ya no es necesario por todos los méritos endémicos de Colombia.

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¿Podemos estar orgullosos de semejante afrenta? ¿Podemos, acaso, reclamar semejante premio? ¿Agacharíamos la cabeza para recibir la medalla y mirar de frente a la sociedad?

Bueno si quiere participar en este torneo de la corrupción, la mecánica es simple: Usted lee el libro “Perdimos ¿Quién gana la Copa América de la Corrupción?” (donde se consignan los 19 casos), luego ingresa a la página web www.perdimos.com y emite su voto por el país que considera sería merecedor de la Copa América de la Corrupción.

Qué triste para nosotros los ciudadanos honestos y que desmoralizador es enfrentar todos los días a corruptos e insensatos. No hay nada más demoledor para la iniciativa, para el emprendimiento legal que la corrupción. Es un baldazo de agua fría, aventado por los mafiosos a la ciudadanía formal y que conoce del sacrificio de la legalidad.

El último informe de Transparencia Internacional sobre el índice de percepción de corrupción, empezando por el país menos corrupto al más corrupto, perfila a Dinamarca como el menos corrupto junto a Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia, Suiza y Canadá. Pero cuando se trata de nuestros países latinoamericanos, el más corrupto es Venezuela, le sigue México y aparece Bolivia en el puesto 133 y Uruguay y Chile se libran como los menos corruptos.

Esperamos los resultados con expectativa, pero también con los dientes apretados al pensar que nuestro país podría ser invitado al podio del primer lugar, para vergüenza nuestra como bolivianos. Ganar algo que nadie quisiera en su sano juicio y mostrarse como campeón, además, orgulloso.