La duquesa de Sussex ha elegido un vestido blanco de Dior para bautizar al pequeño al que, ahora sí, hemos podido verle la cara.
Meghan Markle y el príncipe Harry ya han bautizado al pequeño Archie Harrison Mountbatten-Windsor, que justo hoy cumple dos meses y al que finalmente hemos podido verle su preciosa carita. Ha sido este sábado en la capilla privad del castillo de Windsor, en vez de en la capilla de San Jorge como se pensó en un principio, un lugar muy especial para la pareja porque allí se casó hace algo más de un año y allí se bautizó al príncipe Harry en 1984.
La intención de la pareja era que esta ceremonia se celebrara en la mayor intimidad posible, de ahí esta decisión, y otras muchas relacionadas con el mutismo que rodea al bautizo, como el hecho de mantener en secreto quiénes serán los padrinos de Archie -Serena Williams que hoy ha competido en Wimbledon está descartada- y publicar únicamente estas fotografías oficiales del gran acontecimiento.

Los duques acaban de hacer públicas las dos únicas instantáneas que, en principio, veremos de este día tan significativo para la familia real británica y, sobre todo, para esta pequeña familia que comienza a crecer.Las ha realizado el fotógrafo Chris Allerton, el mismo que inmortalizó a Meghan y a Harry el día de su boda. Una de ellas está tomada en una de las estancias del castillo, en Green Drawing room, el opulento salón donde se captaron también algunas de las fotografías oficiales del enlace de los duques de Sussex. Allí se han dirigido los duques con Archie junto a Kate Middleton, el príncipe Guillermo, el príncipe Carlos, la duquesa de Cornualles, Doria Ragland y las hermanas de la princesa Diana, Lady Jane Fellowes y Lady Sarah McCorquodale tras el bautizo. Se ha celebrado solo ante 25 personas -familiares y amigos cercanos, entre ellos Tiggy Legge Bourke, quien fuera niñera del príncipe Harry y ha sido una de las pocas personas que hoy hemos podido ver- y ha sido oficiado por el arzobispo de Canterbury, el encargado de verter sobre la cabeza del bebé, vestido con el faldón de encaje de Honiton con lazos de satén con el que llevan bautizándose los miembros de la familia real británica desde hace 180 años, agua del río Jordán con una histórica pila bautismal de plata, la fuente Lily.

La otra, por cierto, llena de ternura. Aparecen solos los tres, Meghan, Harry y Archie, que podría parecerse a su madre, en el Rose Garden del castillo. Está realizada en blanco y negro, y en ella puede apreciarse a la duquesa con su vestido blanco de Dior y su tocado con redecilla sobre su melena recogida en un sencillo moño y unos discretos pendientes. El príncipe también ha llevado un traje claro, y de blanco ha vestido Camilla Parker dejando los colores más oscuros para los príncipes Carlos y Guillermo. Las hermanas de la princesa Diana, por su parte, han lucido llamativos sombreros mientras que Kate y Doria Ragland han coincidido en el color de sus trajes rosas. El de Kate Middleton, un vestido de Stella McCartney con una lazada en el cuello, lo ha combinado con una diadema roja de las que tanto le gustan a la duquesa y unos zapatos a juego.
Fuente: revistavanityfair.es
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