Grupo Luksic ganó 52 millones de dólares en 2010 por venta de agua del Silala

Aguas Antofagasta pertenece a los millonarios descendientes de Eduardo Abaroa.

Privatización. El flujo del manantial Silala es captado por un reservorio de decantación y por cañerías que llevan el agua a las minas de Codelco y a las ciudades de Antofagasta, Tocopilla y Mejillones.

imageLa sede del Ferrocarril Antofagasta- Bolivia fue de la familia Abaroa.



Página Siete, Boris Miranda / Enviado especial a Chile

Grupo Luksic ganó 52 millones de dólares en 2010 por venta de agua

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A finales del siglo XIX, Elena Abaroa, hija de Eduardo, se casó con Policarpio Luksic, un empresario croata que tenía buen ojo para los negocios y comenzaba a generar su fortuna. 80 años después, en 1979, Andrónico, nieto del héroe del Topáter, compró la Bolivian Railway Co., la compañía que privatiza y vende el agua del manantial boliviano Silala.

Sólo el año pasado, los herederos del mártir de la guerra del Pacífico recibieron 50 millones de dólares por la comercialización de agua potable y cruda que tiene sus orígenes en las cordilleras por donde pasa el Silala.

De acuerdo a la memoria de gestión de Aguas Antofagasta del año pasado, a la que tuvo acceso Página Siete gracias a la Ley de Transparencia vigente en Chile, la empresa que distribuye agua a las poblaciones de la segunda región (Antofagasta, Calama, Tocopilla y Mejillones) recibió 52 millones de dólares por ingresos de comercialización.

La proveedora privada de agua a las poblaciones del norte chileno pertenece al Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB) y a Inversiones Punta de Rieles, ambas parte del Grupo Luksic. De hecho, el presidente del directorio de Aguas Antofagasta es Jean-Paul Luksic Fontbona.

La empresa tiene 147.745 clientes, sin contar con los pobladores que reciben (y pagan) por el servicio de agua potable en sus casas. Sólo la ciudad de Antofagasta tiene 401.109 habitantes, mientras que Calama cuenta con 138.402 residentes.

Los consumidores corporativos son cerveceras, empresas mineras (estatales y privadas), constructoras y complejos industriales, entre otros.

Página Siete visitó las poblaciones de Calama y Antofagasta, además de las minas estatales de la Compañía Nacional del Cobre (Codelco), para investigar el uso que se hace en la segunda región de Chile con el agua que llega desde el manantial Silala.

Uno de los críticos de la privatización del agua en Chile es el alcalde de Calama, Esteban Velásquez, quien en entrevista con este medio explicó que hace años que la provisión de agua es realizado por compañías.

“Hace algunos años se concesionaron los servicios de agua a empresas privadas. El 100% está manejado por privadas, no hay ningún otro tipo de distribución. Por supuesto que nosotros tenemos una visión ciudadana y nosotros aspiramos que el agua, como el cobre, sea más de Chile, más de la gente”.

El reclamo de la primera autoridad municipal encuentra su explicación dado que las empresas del Grupo Luksic hace varios años que ya no son conformadas por capitales chilenos únicamente, también hay inversores ingleses y estadounidenses.

Mientras que Marco Antonio Zurita, historiador y docente de la Universidad de Calama, afirmó que la política de aguas en el norte de Chile es “pésima” y que las mineras se llevan la mayor parte del flujo.

“Codelco y las demás mineras absorben casi toda el agua disponible de la provincia, y más encima contaminan la restante con las filtraciones que hay en las plantas de relave que derivan por subsuelo en las napas para caer finalmente en el río Loa. Si las aguas del Silala fueran para el pueblo loíno, quizá ahí molestaría el reclamo boliviano (que por demás encuentro justo), pero casi todas van a la minería”.

El domingo, Página Siete publicó un reportaje que revela que la minería estatal chilena (minas Chuquicamata, Radomiro Tomic y Sur) gana más de 3.000 millones de dólares gracias al flujo del manantial boliviano que permite la extracción del cobre.

Codelco, responsable de las vetas anteriormente citadas, es uno de los usuarios del agua que vende el Grupo Luksic. Consume, en promedio, 150 litros por segundo, de acuerdo a datos del diario santiaguino El Mercurio.

Los millonarios descendientes de la hija de Eduardo Abaroa y de un croata que vino a América a probar suerte no quieren saber nada de pagos a Bolivia por la captación y venta del agua que se origina en los bofedales del cantón Quetena, Potosí.

“Tenemos las mejores relaciones con las autoridades bolivianas. Desgraciadamente, esas son cosas que levantan los políticos. Estamos actuando dentro de la legalidad. Tenemos derechos de agua constituidos en Chile y nosotros sacamos el agua en territorio chileno. El río Silala, desde siempre, ha fluido desde el sector boliviano al sector chileno, como cualquier río internacional, por lo que estamos tranquilos”, afirmó Carlos Yanine, gerente comercial del FCAB.

Sin embargo, investigadores bolivianos, como Antonio Bazoberry, aseguran que el curso del manantial fue desviado entre 1884 y 1888 para favorecer a la Bolivian Railway y dotar de agua a Calama y Antofagasta.

El crecimiento desmedido de la industria minera en el norte chileno ha provocado que Chile busque con urgencia fuentes alternativas del recurso hídrico. Aguas Antofagasta tiene, por ejemplo, una planta de desalinización del agua de mar.

Además la empresa privada ya opera con accesos directos al mar, es el caso de mina Escondida, que aprovecha la costa.

Los detalles

Manantial. El Silala nace en bofedales en las afueras del cantón Quetena en Potosí.

Curso. De acuerdo a investigadores bolivianos, y algunos chilenos, el rumbo del manantial fue desviado entre 1884 y 1888 por instrucción del Gobierno chileno de turno.

Beneficiarios. Las empresas Codelco y Bolivian Railway Co. (después Ferrocarril Antofagasta-Bolivia) son los principales beneficiarios del ingreso del agua boliviana en suelo chileno.

Poblaciones. Además, el curso del agua fue desviado para dotar del recurso a las poblaciones de Antofagasta, Calama y Tocopilla.

Servicio. Aguas Antofagasta es una empresa privada propiedad del grupo Luksic. La empresa ganó 52 millones de dólares en 2010.

Rechazo. Desde el año 2000 la empresa asegura que tiene la concesión para comercializar el agua que desciende de la cordillera en el norte chileno. El FCAB hizo conocer que no tiene ninguna deuda con Bolivia y que el Silala es un río internacional.

El 28 de abril parte caravana al Silala

VERIFICARÁN SITUACIÓN DE LA ZONA

El Potosí

image Foto: Una caravana desarrollada por los cívicos en pasados años.

Autoridades departamentales y dirigentes sociales partirán de la Villa Imperial hacia el Silala el jueves 28 del presente con el fin de reivindicar los recursos hídricos de la zona e iniciar un estudio para “repatriar” las aguas, según un reporte de la Dirección de Comunicación Social de la Gobernación.

El informe da cuenta que la fecha definitiva para que salga la caravana es el 28 del presente con el fin de mostrar al pueblo de Bolivia y a otros interesados que los potosinos no están dispuestos a que sus aguas sigan yendo a Chile sin beneficio alguno.

El gobernador, Félix Gonzáles, había señalado con anterioridad que se efectuará un estudio de la zona del Silala para establecer técnicamente qué acciones se puede tomar para evitar que las aguas sigan yendo a territorio chileno.

El desvío de las aguas, o su utilización para recuperar el sistema de bofedales que fue destruido por los chilenos cuando canalizaron el agua, son algunas de las alternativas que se manejan como parte de una política regional destinada a frenar el saqueo de ese recurso.

Tampoco se descarta recurrir a tribunales internacionales para que Chile frene ese saqueo del agua que se da tras la ejecución de obras de canalización en propio territorio boliviano y, como si fuera poco, para beneficio de una empresa privada que cobra altas sumas a los ciudadanos de Calama, Atacama, Cerro Gordo y otras además de empresas mineras que operan en la zona.