Blooming es pura euforia Gracias a César Menacho


El delantero de 19 años marcó los dos goles con los que la academia superó a Oriente por 2-1 y alargó a 9 clásicos su racha sin perder ante los albiverdes. Los celeste fueron más y liquidaron a un equipo que se cayó a pedazos

Mauricio Cambará F.



César el grande. César el gigante. Menacho vivió un anoche inolvidable en el Tahuichi al marcar los dos goles con los que Blooming festejó ante Oriente (2-1), para alargar a nueve los partidos sin perder ante este rival y sellar su sexta victoria consecutiva que hoy celebra su parcialidad. Gran trabajo del atacante de 19 años que respondió con creces la confianza que le dio el DT Erwin Sánchez para al final celebrar junto sus compañeros e hinchas.

No hubo discusión, Blooming fue más sólido y mantuvo un libreto con Latorre siendo la vía de escape y con Vaca, Ríos y Arano apoyando a un inobjetable Menacho que marcó dos golazos para irse ovacionado de la cancha. Acertó Platiní con sus variantes y desnudó las falencias de un Oriente que se desportilló de a poco tras las expulsiones de Jhon García y Alexis Ribera. La labor del incansable Lucas Mugni no bastó para disimular el desorden albiverde.

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La primera etapa fue sin tregua, con ambos a mil y empecinados en no ceder un milímetro porque podía costar caro. Ese vértigo impidió un juego creativo ya que Blooming explotó poco el carril izquierdo donde Fernández suele ser un aluvión, y en Oriente no bastó el ingenio de Mugni, que no encontró el hombre descubierto para inquietar. Hubo pocas llegadas claras y cuando la pelota traspasó la línea defensiva, la respuesta de Quiñónez y Cordano fue buena.

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    Dio la sensación que Blooming crecía cuando Fernández y Menacho (la sorpresa en el once) se juntaban, es más éste último casi marcó a los 31’ tras un tiro de esquina de Sánchez. A ellos los respaldó bien Arano, aunque con poco espacio para probar su pegada. En realidad, el único que ganó metros con el balón dominado fue Latorre, aunque casi siempre sus avances se diluyeron por la poca precisión de Ríos. En realidad lo que faltó fue más ingenio.

    Arano ante Áñez y Palmieri. Blooming logró su sexta victoria al hilo ante Oriente. Foto: Fuad Landívar

    Oriente tuvo un valiente Palmieri pero nada más; Castillo ensayó recién a los 44’ y Mugni no encontró sociedad ni con García y mucho menos con Sperdutti. Atrás Nogueira y Áñez sufrieron mucho cuando Menacho los presionó y encima dio la sensación que al brasileño lo agarró la desconfianza por las rechiflas que recibía. Sin Mugni prendido Oriente solo inquietó con un remate directo de Ribera que Cordano se lanzó aunque el balón se fue desviado.

    Pero el complemento comenzó frenético porque a los 47’ Menacho aprovechó el error de Palmieri, hizo la diagonal y liquidó a Quiñónez con un zapatazo a la derecha del arquero (1-0). Ese gol convirtió a Blooming en otro equipo en el complemento porque inyectó confianza. La celebración, como era de esperarse, fue eufórica, con sus compañeros, con los hinchas pero sobre todo con Platiní, clave por la confianza que le dio desde que apareció en Blooming.

    Lo de su rival fue patético, porque no encontró el norte, sin proyección por los laterales por el bajo nivel de Áñez y Pérez y mucho peor en ofensiva porque Castillo fue uno menos. Sperdutti y García no dieron la talla y así se le fue haciendo cuesta arriba el partido a Oriente. A los 59’ se fue expulsado García por falta contra Arano y a los 78’ Ribera por otra dura entrada a Ríos luego de que Quiñónez cabecera para atrás y dejara ‘vendido’ a su compañero.

      Ante un rival desportillado Blooming lo aprovechó muy bien. A los 80’ Menacho volvió a avisar con un cabezazo tras centro de Vaca, pero la segunda explosión llegó a los 81’ y fue otra vez tras una gran definición. Encaró hacia Quiñónez y ante la desesperada salida del meta, le levantó el balón que terminó abrazándose con la mala en medio de la algarabía celeste. En ese momento el clásico quedó definido, no hubo más que hacer. El festejo estaba listo.

      El descuento de Pablo Ruiz (93’) que ingresó en el complemento, no sirvió ni de consuelo porque tras el pitazo final vino la euforia celeste, que con Erwin Sánchez al frente, alargó la racha sin perder ante su rival. Los últimos seis se han teñido de celeste ratificando que de momento, es muy difícil que Oriente quiebre esa racha.

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      Fuente: diez.bo


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