El número de casos de dengue aumentó en 2019 en un 600% en Brasil. DW viajó al estado de Sergipe y muestra cuán difícil es la lucha contra el mal y su transmisor, el mosquito tigre.
Los hombres y mujeres del Departamento de Salud ya saben dónde están los mayores problemas: «A menudo, las personas mayores no creen que el dengue realmente exista, no importa cuántas veces se lo expliquemos, simplemente no lo aceptan», dice Edina Andrade Pereira, especialista en salud pública. «Es como con las vacunas, que no las quieren porque creen que son dañinas», agrega su colega Vanesca Barbosa. El atraso y la falta de conocimiento son fatales para la gente. «El problema es cultural”, acota la secretaria de Salud, Vanesca Barbosa.
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La fiebre llega a la ciudad
En Sergipe, el dengue se está expandiendo este año cada vez más en la costa lluviosa, informa Sidney Sá, responsable en el gobierno estatal de combatir las epidemias. Anteriormente, había sido TEMPTEMPprincipalmente en el interior seco: «La falta de agua, que afecta a muchas comunidades, obliga a las personas a acumular agua, pero lo hacen de manera incorrecta». Con demasiada frecuencia, el personal del equipo Sás tiene que esparcir insecticidas en los tanques destapados.
A esto se agrega la descontrolada expansión de las ciudades, la destrucción de la naturaleza y el caótico clima con sus inusuales estaciones lluviosas. Todos estos son factores que benefician la expansión de los mosquitos. Además, se queja Sá, siempre falta personal adecuado y el dinero para ejecutar las campañas sanitarias. Y de vez en cuando, faltan incluso los insecticidas para el control de mosquitos.
Nuevo tipo de dengue mucho más letal
Actualmente, las autoridades de Sergipe llevan registrados alrededor de 4.000 casos de dengue, en un estado con 2,3 millones de habitantes. En otras regiones, los casos de infección son aún más altos. En Sergipe, antes ha habido muchos más casos: «En la última gran epidemia en 2008, tuvimos 70.000 casos con 56 muertes», apunta Sá. Sin embargo, considera que el riesgo esta vez es grande: «Esta epidemia es diferente: hay menos casos, pero tenemos ya doce muertes confirmadas».
En la mayoría de los casos, se trata del dengue tipo 2, que es extremadamente agresivo. «Esta forma es mucho más agresiva, con períodos cortos entre los primeros síntomas y la muerte». Para las brigadas sanitarias en las ciudades y todo el país, el control de los mosquitos se convierte en una carrera contra el tiempo.
(jov/er)
Fuente: www.dw.com