La desconfianza y la falta de transparencia en el Tribunal Supremo Electoral son factores que alientan esa posibilidad, según analistas políticos.
El fantasma del fraude electoral sigue instalado en la percepción ciudadana de cara a las elecciones de octubre, según la última encuesta de Mercados y Muestras.En el sondeo de agosto, un 70% de los consultados consideraba que existirá fraude, percepción que bajó, ligeramente, al 68% en la fotografía de septiembre.Para el analista Carlos Cordero, “evidentemente hay una sensación, una percepción ciudadana de que habrá fraude, yo también lo constato en otros ámbitos; pero, como una persona que ha estado ocupándose del tema electoral, de estadísticas, que tiene experiencia en varios procesos electorales y que conoce cómo es nuestro sistema electoral, realmente la existencia de un fraude, en el que haya tráfico de papeletas, tráfico de personas, no se ha probado en el tiempo”.“La gente, dice, piensa que porque pueden encontrar papeletas botadas, algunos excesos e incidentes, existirá fraude. Evidentemente hay esa percepción, pero es muy difícil porque nuestro sistema es todavía manual y, sobre todo, hay esta otra actitud colectiva de que hay que ir a defender el voto y buscar que se respete”.El Tribunal Supremo Electoral (TSE) es otro de los factores que genera desconfianza porque ha dado señales muy contradictorias. El tema de los despidos y el crecimiento del padrón, entre otros aspectos, han generado desconfianza.Según el analista político Jorge Dulón, “la gente todavía cree o está casi segura de que existirá fraude, pero no está segura de qué magnitud. El mal funcionamiento del TSE y el comportamiento inadecuado de los vocales hacen prever que ese 55%, que cree que Morales va a ganar la elección, cree que va a ganar con fraude, es decir, que no serán unas elecciones limpias”.Un factor clave, resalta Dulón para considerar que habrá fraude se originó a raíz de las renuncias de las principales autoridades del TSE. Primero, José Luis Exeni, luego, Katia Uriona y, después, Dunia Sandoval, quienes además cuestionaron el funcionamiento interno del organismo.“Luego hay más ‘renuncias’, entre comillas de varios funcionarios estratégicos a quienes en realidad los sacaron, por ejemplo, al personal de sistemas”, explica.Y Dulón destaca el inexplicable aumento del padrón electoral; 71 municipios del país, que no necesariamente son los más conocidos, han aumentado significativamente su padrón. En algunos municipios, el número de votantes habilitados ha crecido hasta en un 75%.Esos factores hacen que la población desconfíe del TSE y que tenga una percepción de fraude, no solamente en Bolivia, sino también en el exterior.
