Ángel Coyo Aro, dirigente de Ayllus del norte potosino hizo declaraciones a metros de la Policía Departamental exigiendo al nuevo comandante policial “cero corrupción”.
Ángel Coyo Aro cuando hace declaraciones a la prensa.
El Potosí, Potosí
Imputado por linchamiento se paseó y no fue detenido
Un decreto impidió su aprehensión.
Ángel Coyo Aro, responsable de la comisión jurídica de la Federación de Ayllus Originarios Indígenas del norte potosino (FAOI), acusado de presuntamente haber participado en el linchamiento de los cuatro policías en las comunidades de Cala Cala y Saca Saca, municipio de Uncía, no fue detenido gracias a un decreto que levantó su rebeldía.
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El dirigente originario se paseó por la ciudad e incluso hizo declaraciones a cinco metros de la Policía Departamental exigiendo al nuevo comandante policial “cero corrupción”.
“Dentro del caso conocido como Uncía, el imputado Ángel Coyo Aro, desde (el 27 de) diciembre de la pasada gestión ha sido declarado rebelde y se dispuso librar el mandamiento de aprehensión contra el mismo”, dijo el fiscal que dirige la investigación, Sergio Iporre.
Tras el conocimiento de que el dirigente originario estaba en la ciudad se desplegó un operativo policial; sin embargo, cuando se solicitó una orden de aprehensión ante el juez, recién la Fiscalía fue notificada con un memorial.
En dicho memorial presentado por el abogado de Cayo Aro ante el juez se solicita dejar sin efecto su rebeldía en virtud a que él se iba a someter en calidad de imputado en el proceso investigativo y se deje sin efecto su aprehensión.
“El juez de la causa ha emitido un decreto el 19 de mayo del 2011 que da por apersonado al inculpado Ángel Coyo y establece que se levanta la rebeldía que pesaba en su contra dice literalmente: dejar sin efecto las medidas en contra de esté último y debe pagar las costas de la rebeldía en la suma de 100 Bolivianos”, agregó el fiscal.
En tal sentido, según el fiscal Iporre, ya no era válida la orden de aprehensión y no se tuvo que proceder. El líder indígena abandonó la ciudad el lunes por la tarde después de participar de la posesión del comandante de Policía.
No se tomó declaraciones
El abogado de Filomena Muruchi Toribio, otra imputada por el linchamiento de los cuatro policías ocurrido el 22 de mayo de 2010, Fidel Muruchi, afirmó que si bien no se pudo aprehender a Ángel Coyo Aro debería tomársele sus declaraciones, pero no se lo hizo.
Es más, según el abogado, en el memorial por el cual asume su defensa en el presente proceso penal, Cayo Aro no da a conocer su domicilio real donde vive, lo que puede motivar que habrá dificultades para su notificación.
Afirmó que su defendida está detenida preventivamente en la cárcel de Cantumarca sin justificación alguna ya que simplemente el Ministerio Público tiene una grabación anónima la cual refiere que su cliente habría participado en los hechos del pasado año. No es justo, según Muruchi.