¿A dónde nomás nos estarán llevando?


Álvaro Riveros Tejada

riveros_thumb Nunca antes los bolivianos habíamos tenido una sensación tan borreguil sobre nuestra idiosincrasia como la que tenemos actualmente. Los acontecimientos se suceden con una dinámica tan espeluznante, que no nos da tiempo para avergonzarnos y menos para recapacitar sobre nuestra dignidad. En menos de 24 horas experimentamos la sensación de habernos convertido en el foco infeccioso del planeta, y es gradual y progresivo nuestro aislamiento, al igual que el de sus promotores.

Hemos peleado con los cinco países limítrofes con la misma facilidad que lo hace una verdulera de mercado que primero ofende, y luego implora perdón. Es así que iniciamos nuestras riñas contra el Paraguay, haciendo escapar nada más ni nada menos que a los dos secuestradores y asesinos de Cecilia Cubas, hija del ex presidente de ese país. Bastó una carta pobremente redactada y dirigida a las autoridades de esa nación, para dar por “zanjado el caso”, amén del reconocimiento de paternidad que S.E. le formuló al sacrílego mandatario de ese país.



Algo similar aconteció con el Perú, a quien se lo ofendió gratuitamente en la apariencia personal de su presidente. Gracias a Dios el efecto de la consabida y milagrosa epístola dio sus resultados positivos y hasta le granjeó a S.E. una altísima condecoración de ese país hermano.

Con Brasil la cosa no fue muy diferente. Nos dimos el lujo de recibir a Lula en el corazón de la zona cocalera donde se le nombró padrino de dichos agroquímicos, ataviándolo con sendas coronas de coca. Los miasmas de la hoja sagrada sin embargo, no cautivaron a la actual presidenta carioca que, desde su asunción al poder puso en la hielera a nuestro mandatario. Una carta y un acuerdo con los diablos de la DEA han aminorado el entripado y parece cosa zanjada.

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Con Chile nuestras relaciones estuvieron a partir de un confite. La empatía con la Bachelet fue de maravilla, hasta que ella se fue y el caso del Gral. Sanabria, narco Zar antidrogas del Estado, hizo que el connubio se esfumara y hoy nos venimos trenzando las mechas hasta el extremo de recibir amenazas de un ataque armado que haría parar los pelos a un calvo.

Finalmente la Argentina, nuestro refugio dominguero, con quienes anduvimos meleando hasta la muerte del inventor del MERCOSUR, con quienes acabamos de romper lanzas al invitar al ministro de defensa de Irán, para que inaugure una escuela de defensa y seguridad de los países del Alba, donde se supone que se impartirán clases de prácticas efectivas sobre la forma de aniquilar judíos y, de paso, a algunos albañiles compatriotas bolivianos que abundan en los países limítrofes ante la falta de trabajo en Bolivia, algo similar como se hizo con la Amia en Buenos Aires. Con esta política de joder y luego pedir disculpas, sólo nos resta preguntarnos: ¿A dónde nomas será que nos están llevando?