¿Será chiste…?

image Entre paréntesis….Cayetano Llobet T.

El Presidente Morales ha calificado de “histórica” su visita a Rusia. Entiendo perfectamente el hecho vinculado a los regímenes de caudillo: todo lo que hacen está destinado a ser registrado en la historia. Desde que nacen  -Orinoca, monumento nacional- hasta cómo se visten –su vestimenta de posesión, patrimonio nacional-.  Entiendo, también, que una de las condiciones para el ejercicio pleno de su poder, es la propia convicción del caudillo sobre sus atributos especiales que lo colocan por encima de los demás. El caudillo no tiene que tener ninguna duda sobre su propia superioridad.

Pero de ahí a pensar que con su visita a Rusia “cambie el equilibrio de fuerzas en Latinoamérica, frente a Estados Unidos”, sinceramente, parece un chiste. Y en vista de su éxito ruso, “no pierde la esperanza de que el presidente Obama, cambie de política, especialmente en las relaciones internacionales”: es el  salto mortal al precipicio de la ignorancia monumental sobre lo que son esas relaciones  internacionales.



Es obvio que en la percepción oficial boliviana y específicamente en la de Evo, está presente la figura del venezolano que intenta, por todos los medios  -los buenos y los malos-, constituirse en el heredero de Fidel Castro.  Y, guste o no guste, Fidel hizo historia y fue uno de los protagonistas descollantes en el juego terrible de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética.  Pero Chávez  -y su docilísimo servidor, Evo-, están en un mundo que ya no tiene nada que ver con la dinámica de la guerra fría. Para desilusión de Chávez, Venezuela sigue sin ser  -como pretendía-, más importante que Brasil, México, Colombia, Chile o Argentina. 

Lo que es peor: para enorme desilusión de Evo, Bolivia debe ser uno de los menos significativos  -o nada significativo-, en la definición de la política exterior de algún estado importante. Para los países europeos es el que figura en la lista de pobres de alguna ONG, o en la posibilidad de algún empresario de sacar algo por nada. Y por el barrio tampoco va mejor. Qué tal será, que mucho más impacto ha tenido en Chile un reclamo personal de Fidel, que tres años de reuniones, negociaciones y payasadas entre los gobiernos de Bolivia y Chile. Y es que para el gobierno chileno, jugarse descaradamente como aliado político de Evo, con la manipulación de OEA y Unasur, ha sido más que suficiente para lograr de la Cancillería boliviana la más humilde de las actitudes y, por decir algo, la menos marítima de sus políticas.

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Nadie le va a contar la verdad a Evo. Las orejas de los caudillos están entrenadas para dejar pasar sólo las alabanzas y los piropos. El que critica es un traidor. Ciertamente, alguien lo mantiene en la certeza de que está en posibilidad de “desequilibrar” las fuerzas mundiales. Exactamente de la misma manera que Fidel, su “hermano mayor” y Chávez, el “Mussolini tropical”, lo tienen convencido de que es el protagonista de la nueva gran revolución. Nadie le ha contado que ya no estamos en los cincuentas y sesentas… ¡siguen gritando “Patria o Muerte”, al terminar los discursos!

Casi no tengo duda de que Dimitri Medvédev, puede dormir más tranquilo después de su reunión con Evo. Su alianza con Bolivia ya está sellada en el campo energético…  ¡y el  militar!  Cosacos y Ponchos Rojos invadirán juntos Washington. Los salones del Kremlin y el espíritu de Iván el Terrible, han sido los testigos. Rusia vive hoy más tranquila… ¡Gracias Evo!