Abuso. Al menonita lo encerraron por usar celular y radio, dice fiscal


Santa Cruz. En 2009 se presentó un caso similar. Se hará una inspección. Unos 45.000 menonitas viven en Bolivia. Conservan con celo sus tradiciones centenarias.

image Proceso. El padre del joven (der.), junto a otros menonitas, se presentó ayer en las oficinas de la Policía de Cotoca

Deisy Ortiz | El Deber



Según las primeras investigaciones del Ministerio Público, el menonita Johan Knelsen, de 21 años, de la colonia Belice, estuvo encerrado en una caja de madera durante tres semanas como castigo por usar un teléfono celular y una radio, aunque el padre asegura que se le dio un ‘escarmiento’ por haber robado combustible y tres gallinas a su familia.

“De acuerdo con las primeras pesquisas, el joven fue encerrado por usar ciertos artefactos. Se lo encontró utilizando un celular y una radio, siendo que el uso de ambos está prohibido por la religión que profesan en esta comunidad”, dijo ayer el fiscal que lleva el caso, Ever Mérida, y aclaró que las leyes bolivianas prohíben este tipo de castigos, pues atentan contra los derechos fundamentales de las personas.

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Según la denuncia, el muchacho fue encerrado por su padre en una caja  de madera, similar a un guardarropa, con el visto bueno de los líderes religiosos de la comunidad. Allí dormía, comía e incluso hacía sus necesidades fisiológicas. Para que pueda respirar y recibir alimentos, la caja tenía una pequeña ventana. El padre procedió a liberarlo el miércoles, luego de que investigadores de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc) se hicieran presentes en la colonia Belice.

Durante el rescate, el progenitor expresó que decidió dar  un ‘escarmiento’ a su hijo por robar gallinas y combustible, incluso afirmó que su hijo tiene problemas mentales.

El fiscal Mérida informó de que el padre del joven y los ministros de la comunidad, además de otras personas que avalaron esa práctica, han sido citados para que presten sus declaraciones informativas el próximo miércoles.

Ayer, el padre del joven y otros miembros de la comunidad se presentaron en la Policía de Cotoca, pero no tuvo lugar la entrevista con el fiscal. 

De acuerdo con el Ministerio Público, esta no es la primera vez que un joven es sometido a castigos abusivos por usar celular. En 2009, tres adolescentes de la misma colonia denunciaron en la Unidad de Víctimas Especiales (UVE) que fueron maltratados por sus padres por utilizar teléfonos móviles. Es así que en el marco de las investigaciones, Mérida anunció que realizará inspecciones no solo en esa colonia menonita, sino también en otras, “porque se entiende que es una práctica común en estas poblaciones”, dijo. La Fiscalía investiga los delitos de privación de libertad, malos tratos, lesiones y tentativa de homicidio.

Hay más de cinco denuncias

Defensor del Pueblo | Hernán Cabrera

En ninguna parte del territorio boliviano se puede actuar con violencia, nadie puede estar generando situaciones de tortura o castigando de la forma que se lo hizo con el joven menonita.

La Defensoría del Pueblo ha recibido más de cinco denuncias similares de abusos en diferentes comunidades de menonitas por parte de obispos que proceden a dar esas sanciones. Entiendo que las colonias menonitas tienen su propia legislación que los protege dentro de sus comunidades, pero en temas de derechos humanos no hay privilegios para nadie.

Nadie puede castigar severamente a los que infringen las normas de un sector, pues delitos como la privación de libertad están sancionados por las leyes bolivianas. En este sentido, la Fiscalía e incluso el Gobierno deben actuar para dar con los responsables y sentar un precedente.

     Para saber    

– Unos 45.000 menonitas, buena parte de ellos canadienses y mexicanos, viven en Bolivia y se dedican a la labranza. Conservan con celo sus tradiciones centenarias.

– Por sus creencias religiosas llevan una vida sencilla, sin electricidad, ni automóviles y otros progresos de la vida moderna. Se transportan en carretas y visten ropas confeccionadas por ellos mismos.