Una sospechosa “defensa”


José Jimenes J.

LOAYZA Hoy tuve me una mezcla de vergüenza y rabia, luego de leer, en el diario cruceño El Deber de hoy, 18 de junio de 2011, lo siguiente: “Para el ex canciller Armando Loayza (foto) seguramente la incursión de los militares bolivianos sucedió por un descuido. ‘Espero que en el marco del acercamiento que hay entre ambos países en los estamentos militares se pueda resolver esta situación. Se puede pedir excusas brindando una explicación técnica de lo ocurrido’, precisó. En criterio de Loayza, esta situación no afectará el acercamiento sugerido por los miembros de la Organización de Estados Americanos”.

¿Qué pretende este personajillo saliendo como defensor de una grave tropelía tan típica en estos tiempos de bandidos prestos, al menor resquicio, a delinquir? ¿Acaso no ha sabido que los vehículos en los que los militares viajaban sospechosamente (no perdidos en la frontera) en territorio del país vecino tenían placas chilenas, y uno de ellos con denuncia de robo? Eso no fue un descuido. Si no lo sabía Loaiza peca, por lo menos, de imprudente al opinar sobre lo que no conoce pues antes de abrir la boca debió leer en los diarios la relación de este grave incidente internacional que tiene todas las trazas de una acción delictiva de los uniformados corrompidos por el régimen; y no sería la primera vez.



Sigue la necedad de Loaiza: Habla de acercamientos, pero ¿qué acercamientos se dieron entre Bolivia y Chile después del fracaso de la diplomacia del MAS en la OEA? Lo que hace Loaiza solo puede ser producto de la tontería o de un inmoral afán de congraciarse con el régimen. Que Loaiza no es muy avispado, lo sabíamos; pero no que sea capaz de colarse en la fila de oficialistas inmorales que se empeñan en justificar lo injustificable.

¿Habrá un trasfondo en esta actitud claudicante? Porque, como decían nuestras abuelas, “este huevo pide sal”. ¿Qué estará pidiendo este Loaiza?

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