La idea de los articuladores de la estrategia es que ante tal asfixia la gente y las FFAA pedirán la renuncia de Añez.
Fuente: paginasiete.bo
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Página Siete Digital / La Paz
«Que los ricachones (ricos) se mueran de hambre», «que la presidenta autoproclamada pida perdón de rodillas y renuncie», o » queremos la cabeza de Mesa y Camacho». Esas son algunas demandas-consignas del MAS en su último intento por lograr el regreso de Evo Morales desde México para que retome la conducción de Bolivia después de que renunció a la presidencia.
El objetivo de los sectores sociales afines al exMandatario que comenzaron un cerco a la ciudad de La Paz es asfixiar a la sede del Gobierno hasta que Jeanine Añez renuncie a la presidencia y Evo Morales retome la presidencia.
La estrategia para lograr este cometido -según explicaron algunos dirigentes a condición de anonimato- será la misma o similar a la de Túpac Katari que el 13 de marzo de 1871 comenzó un cerco a la hoyada y que se prolongó durante 11 meses.
Como un primer paso de esa estrategia militar, los productores de verdura, frutas, tubérculos y otros alimentos de Río Abajo, Achocalla, Luribay, Sapahaqui, Patacamaya y otros municipios cerraron cerrar el paso de comida a las ciudades de El Alto y La Paz con el bloqueo de carreteras y movilizaciones a la hoyada mientras decenas de toneladas de alimentos se desperdician en la carretera.
«A La Paz no tiene que llegar ni un grano de comida, se ha prohibido a los productores que saquen comida de sus chacras es preferible que se pudra que dar comida a los k’aras (blancos)» relató uno de los dirigentes campesinos a Página Siete pero pidió que su nombre sea reservado.
Los vecinos de Senkata y de otras zonas de El Alto determinaron cercar la planta de Senkata para evitar la salida de carburantes como gas en garrafas (GLP), gasolina y diésel. Los primeros efectos de ese bloqueo comenzaron a sentirse en la hoyada paceña desde el viernes. El GLP comenzó a escasear y hay largas filas de vehículos en las estaciones de servicio.
El Ministerio de Hidrocarburos también advirtió de corte del servicio de gas domiciliario por un atentado explosivo en la región del Chapare, bastión político de Evo Morales.
El objetivo es dejar sin combustibles a los vehículos de la Policía y las Fuerzas Armadas, y de servicio público para que no salgan a reprimir a los manifestantes.
«Ayer en la reunión la Fejuve del MAS en El Alto se ha determinado movilizar a todo El Alto, se va obligar a los presidentes de las zonas a que salgan a marchar, caso contrario no aparezcan se autonombrarán ellos mismos y los que no salgan tendrán su castigo porque esta lucha no sólo es por nosotros sino para la liberación del pueblo» relató otro dirigente, también a condición de anonimato.
Un segundo paso de la estrategia de cerco a La Paz será la movilización de cientos de seguidores del presidente Evo Morales desde el lunes y el bloqueo de los accesos de la ciudad al interior del país. «Ni siquiera habrá paso a El Alto, habrán bloqueos en Pasankeri, Llojeta» dijo la fuente consultada.
Caravanas de vehículos de Sapahaqui, Luribay, Quime y de otros lugares dedicados a la producción de verduras y frutas comenzaron a concentrarse en el mercado campesino de Santa Rosa en El Alto y en otras zonas.
El tercer paso o simultáneo al segundo paso del cerco es intentar tomar la plaza Murillo y «recuperar» la «Casa Grande del Pueblo» para luego pedir el regreso de Evo Morales desde México para que continúe en el poder hasta 2025. «El Presidente ganó las elecciones del 20 de octubre pero sufrió un golpe de estado cívico policial militar pero el pueblo derrotará ese golpe» relató uno de los entrevistados. «No importa si hay muertos, se debe recuperar la democracia», finalizó.
La idea de los articuladores de la «resistencia al golpe» -como llaman a las movilizaciones- es que ante la asfixia, los pobladores de La Paz respaldarán el pedido de renuncia de Áñez e incluso las Fuerzas Armadas se darán la vuelta en contra de la Presidenta.
Otro dirigente dijo que los pobladores de las provincias del altiplano de La Paz tienen la misión de tomar cuarteles porque los militares estarían en desventaja frente a los pobladores. «Nuestros hijos están en los cuarteles, nosotros les hemos pedido que se amotinen en contra de sus superiores y no sé que harán los oficiales, no creo que se enfrenten con nuestros hijos» relató.
¿Quiénes están detrás de esta estrategia? Los dirigentes coinciden de que los principales operadores son diputados uninominales, alcaldes del MAS y dirigentes de las centrales campesinas, que a su vez coordinan con estrategas como el exministro de Gobierno, Hugo Moldiz, al vicepresidente del MAS, Gerardo García, y el hermano del vicepresidente, Raúl García Linera.
¿Hay dinero de por medio? Los entrevistados tiene versiones diferentes. Uno dice que «nada se puede hacer sin dinero, es que hay mucha gente movilizada», otro afirma «los productores estamos perdiendo mucho dinero porque nosotros vivimos del dia a dia, entonces se ha pedido a los dirigentes que gestionen alguna ayuda» y otro descartó que exista algún tipo de estipendio para las movilizaciones.
Juan Ramón Quintana, exministro de la Presidencia, ya había anticipado en una entrevista con la agencia rusa Sputnik que la última y decisiva batalla será en La Paz.
Fuente: paginasiete.bo