Cuando Evo Morales huyó a México, olvidó llevarse a sus hijos, aunque no pasó lo mismo con algunos funcionarios de su gobierno, quienes sí encontraron espacio en el avión que mandó López Obrador al Chapare. El dirigente cocalero nunca tuvo fama de ser el mejor padre, ni siquiera con los dos jóvenes que oficialmente figuran en su lista de descendientes, pues hay otros a los que da por muertos y a otros directamente los ignora. En el caso de Evaliz, la mayor, dejarla en La Paz tuvo que ver con un burdo cálculo político que no rindió frutos, como ninguno de los trucos que ha estado usando el antiguo régimen. El hecho es que los dos herederos del cocalero se fueron nomás y eligieron Argentina como destino, un país donde las mentiras pueden estar más cómodas que en otros sitios. El presidente electo, Alberto Fernández, un gran aficionado a los cálculos, fue a visitarlos y espera poder reunirlos con su padre ya sea en México o en Buenos Aires, pues ha invitado al ex mandatario a su posesión.
Fuente: eldia.com.bo