Bolivia, el único ejemplo con tres mujeres al mando

Solo 11 países tienen una mujer de presidente. Pero Bolivia es un caso excepcional con féminas en los tres poderes del Estado

Lo que pasa hoy en Bolivia es inédito en su historia y único en el mundo. La revuelta poselecciones -que terminó con la salida de Evo Morales del poder- confeccionó un aparato femenino, al menos en tres de los cuatro órganos del Estado y en la Cancillería. 

Ahora, el juego del poder tiene rostro de mujer: Jeanine Áñez es la presidenta del Estado Plurinacional; Eva Copa lidera la Cámara de Senadores (vicepresidenta en funciones, en los hechos); María Cristina Díaz preside el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); y Karen Longaric es quien comanda las relaciones exteriores del país.

Solo Longaric soñó llegar al cargo que ahora ocupa. Lo pensó cuando tenía 12 años y estudió y trabajó para llegar a la Cancillería. Muchos de sus colegas dicen que méritos le sobran a la canciller para ocupar el puesto. Uno de ellos es el excanciller Agustín Saavedra Weise, quien no duda en alabar la trayectoria de Longaric.

En cambio, Áñez y Copa llegaron al cargo accidentalmente. Díaz lo hizo a través de una decisión del TSJ. Las tres se unieron en la inauguración del año judicial, las tres tienen posturas ideológicas diferentes y las tres ahora son las principales autoridades del país. 

La presidenta del Estado admitió que nunca pensó en llegar a Palacio Quemado. Lo hizo el 12 de noviembre tras el vacío de poder generado por la huida del país un día antes de Evo Morales, quien denunció un “golpe de Estado” y se refugió en México. 

Áñez impuso su estilo. Metió nuevamente la Biblia a Palacio Quemado, instruyó un cambio radical en la política exterior, trasladó la oficina presidencial de la Casa Grande del Pueblo a Palacio Quemado e intenta borrar todo el legado que dejó Evo Morales.

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, destaca el rol de la mujer en la política boliviana. La autoridad se enfoca en el trabajo de Áñez, a quien conoce desde hace bastante tiempo, ya que ambos son benianos. “Es una guerrera. Siempre luchó para que Bolivia esté libre. En el Senado fiscalizamos e hicimos muchas denuncias. Nunca fue afín al Movimiento Al Socialismo (MAS) y siempre dijo las cosas sin miedo”, califica.

Avances de la mujer

En 1997 se dio un primer paso para que la mujer pueda ejercer el poder. La denominada Ley de Cuotas obligaba a los partidos políticos a incluir en sus listas de candidaturas a diputados y senadores en el antiguo Congreso Nacional al menos un 30% de mujeres.

Luego vinieron más avances legislativos. Los más importantes fueron el establecimiento de la paridad y alternancia incluidas en la Ley del Régimen Electoral, promulgada en 2010; la Ley Contra el Acoso y Violencia Política en Razón de Género y la futura Ley de Despatriarcalización del Estado, que aún está en redacción.

Lo más cercano a lo que ocurre hoy sucedió en 2012. Dos de los cuatro órganos del Estado estaban comandados por mujeres: en el Legislativo estaban Gabriela Montaño, en el Senado, y Rebeca Delgado, en Diputados. Mientras que Wilma Velasco presidía el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Eva Copa destaca el aporte del MAS en el empoderamiento de la mujer. Mira la legislación actual y destaca que más de la mitad de la Asamblea Legislativa Plurinacional tenga rostro femenino, pero lamenta que este sector no haya tenido palestra para hacer conocer sus propuestas en los últimos años. La presidenta del Senado está segura de que llegó a este puesto por el apoyo de sus colegas, ya que competía con dos varones de su partido: Pedro Montes y Omar Aguilar, a quienes los califica como “buenos compañeros”.

“La mayoría (en el Senado) somos mujeres, (ellas) han depositado su confianza en mí y también han confiado por el trabajo que hemos realizado estos cuatro años. Evidentemente, nosotras no hemos estado en la palestra política, porque había voceros, pero siempre hemos tratado de estar con nuestra gente, junto con las bases, las cuales nos han mandado y veían que era importante poder mandar a la Presidencia una mujer joven y del pueblo. Creo que eso ha hecho que me elijan (como presidenta de la Cámara de Senadores)”, considera Copa, quien no deja de halagar al “presidente Evo” por el apoyo que dio a la mujer y a la juventud.

Poder y violencia

María Teresa Zegada es socióloga y analista política. La experta considera que los beneficios políticos para las mujeres se multiplicaron a partir de la nueva Constitución, pero añade que estos logros no serán más que eso si es que no se ejecuta un proceso de consolidación. Por ejemplo, es difícil -dice- mirar el empoderamiento político de la mujer cuando Bolivia está en el primer lugar en feminicidios.

Díaz toma ese ejemplo como una batalla. La presidenta del TSJ asegura que hará todo lo que esté a su alcance para erradicar la tasa de feminicidios. La magistrada, oriunda de Tarija, considera que el Estado al estar liderado por mujeres permitirá un mejor trabajo en varios asuntos, entre ellos la violencia contra la mujer.

“Es un honor ser parte de esta compleja parte de la historia de Bolivia. Son tres mujeres quienes estamos al frente de los desafíos que nos exige la historia, pero estamos seguras de que venceremos todos los obstáculos. Creo que el trabajo será mejor coordinado, pero además confiamos que el acompañamiento de colegas varones será más que fundamental”, considera María Cristina Díaz.

Bolivia está en el grupo privilegiado de 11 países que tiene una presidente mujer, según Naciones Unidas. Y el país es el único en el mundo en tener tres mujeres en los principales órganos estatales.

La lucha contra la violencia

Bolivia es el país que tiene más registros de feminicidios. El 2019 se cerró con 117 muertes de mujeres provocadas por varones. En el inicio del año, las cifras siguen: en siete días hubo seis feminicidios.

La presidenta Jeanine Áñez tiene dos retos en su mandato de transición. Más trabajo en el tema de salud y educación y bajar los índices de violencia contra la mujer. La mandataria ya hizo el pedido al Órgano Judicial y al Tribunal Constitucional para que acompañen esos objetivos, pero además pidió a la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) respaldar desde el Legislativo esta difícil lucha.

El 2020 empezó con cifras alarmantes. En los primeros siete días del nuevo año se registraron seis hechos de feminicidios. De acuerdo a los datos del Sistema Integrado de Gestión de Causas Penales del Ministerio Público se registraron seis casos de feminicidios, además de un intento. Dos de los hechos ocurrieron en Potosí, uno en La Paz, uno en Cochabamba, uno en Santa Cruz y uno en Oruro. El intento de feminicidio ocurrió en la ciudad de Cochabamba.

“En los primeros seis días del año se reportaron cinco casos de feminicidio, de estos cuatro ya tienen imputación formal en contra de los presuntos autores y uno está con extinción por muerte del agresor. Lamentable, estas mujeres perdieron la vida en manos de sus parejas”, señaló el fiscal General del Estado, Juan Lanchipa. El sexto hecho ocurrió el martes en la ciudad de Santa Cruz.

Bolivia cerró el año 2019 con un total de 117 feminicidios, 13 menos que en el año 2018, aunque la prevalencia de casos continúa elevada, informó la Fiscalía del Estado.

Según los datos oficiales del Ministerio Público, el 82% de los casos se focalizó en los departamentos de La Paz (36), Cochabamba (25) y Santa Cruz (21).

“Son muchos los factores que están detrás de cada una de las muertes, como el tema del machismo, la discriminación por solamente ser mujer, intolerancia y falta de respeto”, dice la Fiscalía del Estado en un comunicado.

No hay justificación para la violencia. Bajo ese lema, la presidente Áñez quiere bajar los índices en estos meses que estará al mando del país. “Nuestro compromiso es real y serio de enfrentar la violencia hacia a las mujeres y pido al Órgano Judicial y al Ministerio Público nos acompañen en esta compleja y dura tarea para erradicar la impunidad”, exigió Áñez en la inauguración del año judicial, en la ciudad de Sucre.

Eva Copa, presidenta del Senado, coincide en que las cifras de violencia contra la mujer deben reducir y para eso -dice- se debe perfeccionar la política integral contra ese flagelo. “Más allá de las normativas, este problema debe ser abordado en las familias, debe primar una buena voluntad para erradicar este mal”, dijo.

Fuente: eldeber.com.bo