A sus 37 años, Hilary Swank es una de las actrices más reconocidas en la meca del cine. No había cumplido los 17 cuando llegó con su madre a Los Ángeles a cumplir su sueño de convertirse en actriz. Los primeros meses fueron difíciles y tuvo que vivir en el coche hasta que consiguió su primer papel en The New Karate Kid. Después vendrían Beverly Hills 90210 y, finalmente, Boys Don?t Cry, por la que ganó su primer Oscar, y Million Dollar Baby. Su último filme es La víctima perfecta, y que narra una historia de terror en la que Hilary vuelve a demostrar su talento. Filosófica, inteligente y muy directa, Swank derrocha sonrisa.
-Ya que estrena una película de terror, ¿qué le da miedo en la vida?
-Mi mayor temor es no volver a trabajar como actriz en una película. Tengo que reconocer que todos los personajes que interpreto me asustan porque no sé si voy a ser capaz de representarlos.
-Lo que hace grande a un actor es no tener miedo ante un nuevo reto. En Hollywood, se tiende a caer en el estereotipo
-En la vida, para triunfar y tener éxito, tienes que enfrentarte a tus propios miedos, comprometerte al cien por cien. Uno no tiene éxito quedándose parado. Hay muchas personas que viven dentro de ese círculo de seguridad y no quieren probar nada más, pero superar los miedos es lo que hace que la vida sea rica. Siempre he necesitado cuestionar lo que hago con mi vida y mostrar a través de mi trabajo mis prioridades. Solo se vive una vez y yo trato de preguntarme cada día hacia dónde voy, demostrando al mismo tiempo que vivo por y para lo que creo.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
-¿Cree que la suerte hay que buscarla?
-Siento que cada persona forja su propio destino. Creo en la determinación y la lucha por conseguir lo que quieres, aunque la suerte juega siempre un factor importante. A mí me echaron de la serie Beverly Hills y a las tres semanas me ofrecieron Boys Don?t Cry. Si no me hubieran echado, no habría protagonizado la película que me llevó a ganar mi primer Oscar.
-Después de haber conseguido dos Oscar, ¿qué significa la interpretación para usted en estos momentos?
-Los premios son la guinda del pastel, pero la verdadera recompensa es la interpretación: meterme en la piel de mis personajes es mi pasión más profunda.
-¿Por qué?
-Es inexplicable. Cuando has encontrado la llamada de tu naturaleza, no se puede describir la emoción. A mí me ocurre con la interpretación. Cuando actúo estoy en estado de éxtasis, como haciendo el amor.
-¿Considera que se conoce más a sí misma a través de los personajes que decide interpretar?
-Más que a ti misma, aprendes a saber más de tu propia vida. Actuando vives vidas que de otra manera nunca conocerías. Jamás cuestiono a mis personajes, ni los juzgo de manera superficial, simplemente aprendo con ellos porque me enriquecen como ser humano
-¿Qué la lleva a elegir un personaje sobre otro?
-Depende de lo que me provoquen cuando los leo en el guion. Un personaje tiene que despertar mis emociones, ya sea horror, sorpresa, tristeza o alegría. No siempre estoy buscando lo mismo, pero necesito algo que se convierta en un reto para mí. Esta película es un tema fascinante que me sorprendió cuando lo leí, por eso decidí interpretarla.
-¿Suele perseguir directores?
-Sin duda, hay algunos directores con quienes quiero trabajar en el proyecto que sea, igual que con un cierto número de actores. Es interesante combinar tu trabajo con el de un actor o director a quien admiras
-¿Hay algún momento en el que se siente más en consonancia consigo misma?
-Cuando estoy con mis amigos me siento muy a gusto. O cuando estoy actuando. También me gusta perderme cocinando, paseando a mi perro o estando con mi pareja.
-¿Es difícil ser famoso?
-Depende de qué razones te hayan llevado a formar parte de este mundo. Hay gente que lo único que quiere es ser famoso, pero luego hay otra gente en esta industria que realmente disfruta actuando, dirigiendo o produciendo. Jamás he deseado ser una celebridad, lo único que yo he buscado es ser actriz.
-¿Le gusta la atención que provoca?
-No. Es algo a lo que no te acostumbras nunca. Yo me siento la misma persona que vivió en un coche durante varios meses. No puedo disociarme, no puedo olvidar de dónde vengo ni quién soy. Algunas veces las cosas que he vivido me han llevado a preguntarme qué ha ocurrido. Pero la fama es una glotonería que alimenta un ego absurdo que no existe. Es muy extraño encontrarte en mitad de mucha gente que te pide un autógrafo, pero, por dentro, eres la misma persona
-¿Está orgullosa de lo que ha conseguido?
-Mi desarrollo como actriz no ha sido rápido, aunque la audiencia tenga esa impresión. Creo que todo sucede en el momento adecuado. Yo estuve esperando mucho tiempo mi oportunidad. Todo lo que he hecho ha sido por una razón. Yo no he estudiado ni he asistido a clases de interpretación, y el hacer películas de adolescentes y series de televisión me formó como actriz. Estoy muy satisfecha de mí misma como mujer y como artista.
-¿Quién es la persona que más admira?
-Mi madre. He visto de primera mano cuánto ha tenido que luchar y cómo ha conseguido lo que quería.
Fuente: www.lavozdegalicia.es