Jimmy Ortiz Saucedo
“El presidente Evo Morales reconoció que la inseguridad ciudadana, la lucha contra el narcotráfico, el cuoteo y la baja inversión son las principales debilidades de su segundo período de gestión- En la Casa de la Libertad, el primer mandatario destacó los niveles de crecimiento que se alcanzó en la economía, especialmente en el ahorro interno y las ganancias obtenidas tras la nacionalización de los hidrocarburos”. (El Día)
Con 5 años y medio en el gobierno, Su Excelencia Evo Morales "comienza" a ver la realidad.
Aunque más vale tarde que nunca, por decir lo menos, es increíble que el presidente recién comience a percibir la trágica realidad boliviana. Aunque sería más apropiado decir que recién la reconoce públicamente. Lo cual ya es un primer avance importante. Reconocer la verdad nos hace libres y puede ser el primer paso del cambio en el modelo chavista que nos está llevando al despeñadero. Esto es claro, si lo que dijo el presidente se ajusta a la verdad, y no es otra pose mediática a las que nos tiene acostumbrados. El tiempo lo dirá. Por sus frutos sabremos si esto es real o es otro embuste plurinacional.
Desde el principio de su primera gestión, diversos analistas y organismos nacionales e internacionales, le advirtieron los tres principales problemas que Morales hoy reconoce: narcotráfico, inseguridad ciudadana y baja inversión. No se necesitaba ser brujo para verlo. El ciudadano común lo vivía y lo entendía. Solo Su Excelencia, absorto en sus elucubraciones revolucionarias plurinacionales y persiguiendo a sus opositores, no lo percibía.
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Aunque para mi gusto Morales no reconoció otras falencias de su gobierno, tan importantes como las tres apuntadas anteriormente: su falta de respeto por la democracia de la Carta Democrática Interamericana, a los derechos humanos y a la libertad de prensa y de expresión. Su falta de respeto al medio ambiente. La forma discriminadora y racista que tiene de gobernar. Y el odio como motor de su política. Hubiera sido bien que Morales se refiera también a estos temas. Estas cosas les quedan claras al pueblo y a la comunidad internacional.
El narcotráfico, inseguridad ciudadana y la baja inversión, son una combinación explosiva que pueden destruir los cimientos mismos de un país.
Que el narcotráfico era un problema grave, se lo negó reiteradas veces desde esfera gubernamentales. Incluso con la aparición de las narco-hermanas Terán, con el narco-amauta de Evo, aunque con el narco-general comenzaron a sospechar, a poner las barbas en remojo e incluso a abrir el paraguas.
Nos está pasando lo mismo que le pasó a Colombia. Al respecto el ex presidente Cesar Gaviria dijo: "Los colombianos nos descuidamos, miramos para otro lado muchos años y cuando menos pensamos, el narcotráfico puso en jaque al país, las instituciones y la democracia y mató a dos candidatos presidenciales".
Debemos reconocer que la "política antidrogas" del MAS es un fracaso.
Debemos de reconocer que el narcotráfico nos ha ganado la guerra.
Vengo pidiendo hacer una Cumbre Antidrogas a nuestras autoridades y a nuestros líderes, desde hace ya bastante tiempo. Su miopía es notable. Consta mi pedido inicial en CNN y en la web de Ernesto Justiniano, el miércoles 9 de marzo de 2011.
Posteriormente publiqué artículos en los medios: Informe Uruguay, Analítica de Venezuela, el Morrocotudo de Arica-Chile, El Deber, La Patria de Oruro, El Potosí, El Nacional de Tarija, El Diario de La Paz, HoyBolivia.com, Los Tiempos de Cochabamba.
Pero de nada sirvió. Como dicen los brasileros: "santo de casa no hace milagro". Espero que hoy que lo pide Humala, a 4 meses que lo planteamos, ya sea buena la idea. Aunque pienso que la cumbre que plantea Ollanta Humala, puede ser un tongo chavista. Deseara en el alma equivocarme.
Por otro lado el presidente Morales insiste que estamos bien en economía, como si la economía lo fuera todo. Palabras indignas de alguien que se denomina de "izquierda" y quiere acabar con el capitalismo en el mundo, fuente de todos los males. Aunque el populismo no es ni de izquierda ni de derecha, sino todo lo contrario y se puede dar estas licencias retoricas.
En economía no estamos bien señor presidente. No se engañe usted ni nos engañe a nosotros. Seguimos creciendo a un rito igual que el de sus abominables neoliberales. Bolivia el 2010 creció al 4,2%, en cuanto la región sudamericana creció a un promedio de 7,9%. Esa es realidad objetiva, todos en la región crecieron el doble de lo que creció Bolivia. ¿Eso es estar bien? ¿Es estar bien crecer como los neoliberales vendepatria?
Presidente Morales, con éste creciente enano seguimos distanciándonos incluso del Tercer Mundo. ¿Eso es estar bien? Presidente Morales, no se mire el ombligo, compárese con otros países y verá la triste realidad.
Otro tema de nuestra economía que se tiene que destacar, es el crecimiento a costas del fuerte aumento de precios de nuestras materias primas en el mercado mundial. No es un crecimiento real basado en el aumento de la producción ni de la productividad. No es virtud de nuestra sabiduría y esfuerzo. El fuerte viento de cola que nos dan los millones del narcotráfico y de la sangre de nuestros hermanos trabajando como negros en el primer mundo, hace el saldo.
Presidente Morales: no dijo nada que hoy tenemos una deuda pública de 10.000 millones de dólares, la más alta de la historia. Este no es un error, es un encubrimiento. Tampoco hablo de los bonos del "repugnante" imperio Norteamericano que usted compro, para nuestras reservas internacionales, y la calificadora de riesgo Standard & Poor’s los ha devaluado de AAA a AA+.
De los tres problemas graves que reconoce Morales me quedo con el narcotráfico. La inseguridad ciudadana, en buena medida, es derivada del narcotráfico. La falta de inversión es demasiado obvia entre gente inteligente, como para abundar en ella.