Los originarios del TIPNIS reeditan la movilización de 1990 y alistan pliego petitorio de 13 puntos. Cocaleros revelan que proyecto vial fue una promesa de Evo Morales.
La Razón – Juan león Cornejo (resumen)
La carretera a través del TIPNIS, algo más que una vía integradora
Reportaje. Alumnos del Diplomado de Periodismo Ciudadano examinan el caso.
Dueños de la cuarta mayor superficie territorial de Sudamérica y una inmensa riqueza natural gracias a la variedad de pisos ecológicos de nuestra geografía, los bolivianos estamos inmersos en una discusión amarga y casi bizantina sobre la construcción de un camino.
Marcha. En Trinidad, grupos de indígenas se preparaban ayer para la marcha en defensa del TIPNIS. La caminata parte hoy a media mañana de la capital. Foto: David Guzmán
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Parece ocioso discutir la importancia de una carretera en un país de 1.098.000 kilómetros cuadrados, de 10 millones de habitantes que viven en ciudades dispersas entre los 4.000 metros de altitud de su región andina y los 500 de su cuenca amazónica, pero con una red vial de menos de 20.000 kilómetros, que es, de lejos, la menor de la región.
Pero el camino que tiene a los bolivianos en orillas opuestas tiene connotaciones diferentes. Más allá de costo y diseño, se trata de saber si sus potenciales beneficios justifican sacrificar el modo de vida de las gentes que habitan el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) y poner en riesgo una reserva de flora, fauna y agua dulce del país.
La cara visible de la discusión son, por una parte, los indígenas de tierras bajas en su lucha por preservar el lugar al que los arrinconó la “civilización y el desarrollo” y, por la otra, el Gobierno que con la impunidad del poder político avanza en un proyecto de objetivos económicos y sociales nunca bien explicados.
Atizan la discusión, desde sus específicos intereses, otros sectores interesados en el proyecto. Ahí están, por ejemplo, los colonizadores de municipios vecinos esperanzados en ampliar su frontera agrícola, legal o ilegal, y los constructores.
El tema central de esa discusión, sin embargo, es aún una incógnita para la mayoría de la gente mientras centenares de indígenas de tierras bajas inician hoy una marcha de protesta entre Trinidad y La Paz, y centenares de obreros de la empresa que construirá el camino levantan ya sus campamentos de trabajo, a despecho de la protesta.
Origen. Aunque parezca coincidencia, la marcha de Trinidad tiene vínculos con otra de las mismas gentes, también por “dignidad y territorio” y que partió desde la misma ciudad el 15 de agosto de 1990 para sembrar la semilla del actual proceso de cambio y allanar camino al poder político de hoy.
El apoyo y la solidaridad que despertó la marcha de 1990 entre las gentes del resto del país obligó al gobierno de Jaime Paz Zamora a reconocer legalmente la calidad de Territorio lndígena al Parque Nacional Isiboro-Sécure, que desde 1965 era ya Reserva Nacional ocupada sólo por chimanes, yuracarés y moxeños.
El TIPNIS nació con una superficie de 1.225.347 hectáreas. En el 2009, el gobierno del presidente Evo Morales redujo esa superficie a 1.091.656 hectáreas, al sur de las cuales una frontera “virtual”, representada por una “línea roja”, marca el límite a nuevos asentamientos.
El proyecto de la vía, no obstante, data de 1998, en época del plan de desarrollo El Cambio para Todos, con el que el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, planteaba un sistema nacional de carreteras constituido por una red fundamental de 10.401 km de vías prefecturales, municipales y algunas megaobras.
El presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras, Luis Sánchez, dijo hace poco a la prensa “el trazado que tenemos pensado es una de las posibles alternativas, pero es necesariamente dentro del TIPNIS. No hay otras fuera de éste”.
Las etnias que habitan el parque
Chimanes. Según el Censo 2001 del INE, en Bolivia existen 6.351 chimanes.
Desarrollan una actividad agrícola de subsistencia.
Yuracaré. Según el mismo censo, existen 1.809 yuracarés. Están ubicados en los departamentos de Cochabamba y Beni. Se dice que no reconocen a un jefe único, debido, principalmente, a su dispersión geográfica.
Moxeños. Según el censo, existen 4.228 y son parte de la familia sociolingüística Arawak. Fincados en Beni, desde los años 70 viven un acentuado proceso de migración, de áreas rurales hacia centros urbanos como Santa Cruz.
OAS tiene otras dos obras mayores en el país
La empresa brasileña se adjudicó las rutas Tarija-Potosí y Potosí-Uyuni
Las tareas de diseño final y construcción fueron adjudicadas a la constructora brasileña OAS Ltda. en agosto del 2008 mediante un proceso de licitación “llave en mano” por $us 415 millones, de los que 332 (80%) financia el Banco de Desarrollo Económico y Social del Brasil.
Según la Asociación de Ingenieros de Bolivia, esa carretera tiene un sobreprecio de $us 170 millones y su costo por kilómetro ($us 1,35 millones) la pone a la par de la autopista La Paz-El Alto, construida bajo el gobierno de Hugo Banzer.
La Asociación de Ingenieros estima que la media precio/kilómetro del camino que hará OAS y cuya calidad calificó “de segunda”, tendría que ser $us 600.000.
Según Gonzalo Maldonado, presidente emérito de la asociación de ingenieros de Cochabamba, el contrato fue adjudicado sin proyecto de diseño final ni estudio de factibilidad.
La OAS tiene más de 30 años en el mercado de 15 países de África, Caribe, Centro y Sudamérica, en emprendimientos, construcción e inversiones.
En Bolivia, tiene contratos para construir las carreteras Potosí-Tarija, Potosí-Uyuni y rutas menores, con lo cual su negocio total ronda los $us 850 millones. Existen denuncias de sobreprecio en proyectos a su cargo, entre ellos la ruta Potosí-Tarija.
Con la seguridad del contrato vigente y a despecho de la discusión, la OAS está ya trabajando en los tramos I y II.
Mientras tanto, los indígenas de tierras bajas preparan su “tapeque” para la marcha.
Sus preparativos evocan Avatar, la película difundida en enero del 2010 que conmovió al presidente Morales: “Es una muestra de la resistencia al capitalismo y a la lucha por la defensa de la naturaleza”, declaró entonces. Los nativos de Avatar quedaron malheridos, pero sus recursos y su hábitat no les fueron arrebatados por el coronel Quaritch.
Indígenas marchan en defensa de su tierra como hace 21 años
Los originarios del TIPNIS reeditan la movilización de 1990.
Dato. Ahora piden al Gobierno no construir la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos; cocaleros revelan que proyecto vial fue una promesa del presidente Morales.
Indígenas , entre ellos niños, de tierras bajas y altas, comparten un almuerzo ayer en Trinidad. APG
Página Siete / La Paz
Un día como hoy, hace 21 años, unos 500 indígenas mojeños partieron de Beni hacia La Paz demandando el reconocimiento y respeto a los primeros territorios indígenas; ahora, los originarios de la reserva forestal denominada TIPNIS inician similar medida para que el Gobierno desista de materializar un proyecto vial.
La carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, según los pobladores de esas tierras bajas, destruirá el ecosistema del área protegida donde habitan miles de especies silvestres que corren el peligro de extinguirse.
En 1990, durante la gestión de Jaime Paz Zamora, la denominada “Marcha por el Territorio y la Dignidad”, logró la aprobación de un decreto supremo que además reconocía, en instancias nacionales e internacionales, la existencia de los pueblos indígenas de las tierras bajas.
Desde entonces, el debate sobre la tierra reveló las diferencias entre un grupo de familias privilegiadas que concentran miles de hectáreas de tierra frente a cientos de miles de campesinos que carecen de ese bien.
Los marchistas de entonces exigían dignidad y territorio y el reconocimiento del Estado; desde 2006, muchos apoyaron el “proceso de cambio” que prometió Evo Morales durante su candidatura a la presidencia.
Los marchistas de hoy que hace seis años favorecieron con su voto a Morales, ahora le reclaman el respeto de su territorio y que cumpla con su promesa de respetar la Madre Tierra.
La caminata indígena, que tiene previsto recorrer 500 kilómetros durante 35 días hasta llegar a La Paz, busca que el Ejecutivo dé un paso al costado sobre la intención de construir la carretera.
El Gobierno reiteró la convocatoria al diálogo, pero no dio muestras de cancelar el proyecto y buscar otras alternativas.
Es más, ahora los cocaleros revelaron que la obra vial fue una promesa de la campaña electoral del presidente Morales.
“El Gobierno (de Evo Morales), durante la campaña electoral (de hace seis años), se comprometió a construir esta carretera añorada y esperada por los cochabambinos y benianos”, reveló el dirigente cocalero David Herrera, de la zona colonizada del Polígono 7, que está dentro del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS, según publicó ayer Erbol en su periódico digital.
Algunos detalles
Dato En el Polígono 7, ubicado en el lado cochabambino del TIPNIS sólo se habla de la construcción de la vía que pasaría por el lugar, donde hay mucha producción de la coca.
Tiempo Los colonizadores llegaron al TIPNIS desde Oruro, Potosí y La Paz hace unos 30 años. En 1990 acordaron con los indígenas que aquéllos se quedarán fuera del parque.
Los indígenas alistan pliego petitorio de 13 puntos
Página Siete.- Además de rechazar que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos pase por la mitad del TIPNIS, los indígenas de tierras bajas tienen un pliego de 13 demandas por las que iniciarán hoy la marcha hacia La Paz.
Uno de los más importantes es la conclusión del saneamiento y titulación de tierras fiscales en todo el territorio nacional hasta el próximo año. Además, los pobladores de comunidades de tierras bajas piden que una futura ley de tierra y territorio sea consultada con las organizaciones indígenas; al igual que todo futuro anteproyecto de ley que afecte a los pueblos originarios.
El presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Beni (CPBI), Pedro Vare, manifestó que el objetivo de la movilización es hacer cumplir los compromisos que adquirió el Gobierno hace más de un año respecto a los derechos de los pueblos indígenas. Dentro del pliego de la marcha también está la demanda de desalojo de “terceros ilegales” que se encuentran asentados hace varios años en el TIPNIS, como son los colonos.
Otro punto es el retiro de todas las trancas en las carreteras que fueron instaladas por colonizadores, ganaderos, agropecuarios y empresarios privados.
La CIDOB pedirá que sus propuestas para los proyectos de ley de consulta previa, minería y de hidrocarburos sean incorporadas en los documentos finales.
Activistas en La Paz apoyan la movilización de indígenas
Mirian Telma Jemio / Página Siete
Activistas paceños se sumaron a la protesta indígena en contra de la construcción de la carreterra que atravesará el Parque Nacional Isiboro Sécure.
“Estamos aquí, la gente de la ciudad, apoyando la defensa de nuestros hermanos indígenas que luchan por su hábitat, por sus derechos y el medio ambiente”, dijo a la agencia ANSA, María Amparo Carvajal, fundadora de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia.
Asimismo, los indígenas pidieron a la población boliviana izar las banderas en el país a media asta y con un crepón verde como muestra de apoyo a su causa. “Esto nos dará aliento para continuar en nuestra demanda”, expresó ayer el dirigente indígena Adolfo Moye.
Los ciudadanos se organizaron a través de medios electrónicos, en especial mediante la red social Facebook, y al llamado respondieron alrededor de mil personas que marcharon hasta la residencia del presidente Evo Morales, en San Jorge, para luego llegar a la Embajada de Brasil. Hoy se prevé otra marcha.