Mundo loco




Por un momento pensemos que ocurre alguna cosa rara en el comité noruego que toma la decisión sobre el Premio Nobel de la Paz y en poco tiempo tenemos como ganador al primer cocalero, líder de los proveedores de materia prima de la fabricación de cocaína e instigador a matar de hambre a las ciudades bolivianas. Por otro lado, los lobistas del Socialismo del Siglo XXI y del Foro de Sao Paulo, le doblan el brazo a la OEA y a otros organismos que defienden la democracia y los convencen de que en Bolivia no hubo fraude y por lo tanto le deben devolver el cargo a Evo Morales. En El Alto no hubo terrorismo, tampoco en Sacaba y, en Montero o en Cochabamba, esas muertes fueron producto de quienes defendían su voto. Los 21 días de paro fueron un acto de sedición, los llamados a cercar las ciudades fueron maneras de preservar la seguridad y las renuncias de Morales y de los demás masistas fueron una contribución a la pacificación. Afortunadamente el mundo no está tan loco como algunos piensan.

Fuente: eldia.com.bo