Hay alarma entre los vecinos debido al primer fallecimiento registrado por el Covid-19. El municipio pidió al COED que haya apoyo del Ejército para endurecer la cuarentena
Javier Méndez Hace 1 hora
«No queremos convertirnos en un segundo Montero», dice el director de Salud de La Guardia, Hebert Fernández. Pasó la mañana visitando los centros de salud, en los que se han instalado cámaras de desinfección. También se ha colocado otra cámara al ingreso del edificio municipal.
La alarma se palpa claramente en las calles, pero no la prudencia. Pese a que los dos mercados principales fueron cerrados después de confirmarse el primer fallecimiento por coronavirus, se ve a mucha gente caminando. Todos llevan barbijo, pero siguen acercándose para conversar.
Una camioneta del municipio recorre las calles con un altoparlante: «Colóquese bien el barbijo», recomiendan a los transeúntes, pero no se los escucha decir que se distancien. En las instituciones financieras sí hay distancia entre quienes van a cobrar. Cumplen así las instrucciones de los policías que las resguardan.
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Hay 20 uniformados para todo este municipio de 150.000 habitantes, que ya ha registrado el quinto caso de infección por Covid-19. El municipio ha solicitado al Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) que se gestione la ayuda del Ejército para hacer cumplir la cuarentena.
«Lamentablemente, no hubo una respuesta satisfactoria», dice el director de Salud. Hubo 33 militares que estuvieron colaborando hasta el domingo. El lunes temprano se replegaron debido a que se cerró la entrada al municipio cruceño.
Actualmente, cinco integrantes de la familia del fallecido están aisladas en salas habilitadas por el municipio. También se han cerrado el mercado principal y el mercado campesino, porque la persona que murió trabajaba en esos lugares.
Abastecimiento
Al menos seis personas estaban esperando cerca del edificio de la Alcaldía, para ver si podían recibir algo de los alimentos que se reparten. «No nos han entregado nada. Salen los camiones y van a algunos lugares, pero cerca de la avenida no nos dieron nada. No podemos comprar y alquilamos. Se nos está acabando todo», dice una de las vecinas.
Instantes después llegó un camión con pollos faeneados. Los funcionarios municipales lo detuvieron y preguntaron de dónde venía la carga. El conductor, acompañado de otras tres personas, no pudo comprobar el origen de la carga. Nancy Mariscal, funcionaria de Defensa del Consumidor, dijo que probablemente se trataba de un matadero clandestino. «El camión viene de Santa Cruz. No hay registro de dónde salió el pollo. Es un atentado sanitario. Además, lo traen sin protección» dijo.
La carga fue decomisada. Si no se comprueba el origen, será llevada al entierro sanitario. Los vecinos dijeron que no deberían llevarse el pollo. «Que los policías y los de la Alcaldía controlen la venta. Era lo que deberían hacer», comentó Carlos Salazar. «¿Usted cree que lo van a botar. Claro, pero a sus panzas», dijo otro vecino, que prefirió no brindar su nombre.
El ingreso al barrio Victoria, donde residía el fallecido, ha sido bloqueado por los vecinos.
Desde hace una semana, policías custodian la entrada a El Balcón, donde está la casa de uno de los policías que está internado por presentar síntomas de coronavirus.