Mario Cronembold Ribera*
Ciudadano Presidente: le quiero hacer recuerdo a usted y sus acólitos que están vigentes las convenciones y la carta de las NNUU, de la cual el Estado plurinacional forma parte como miembro.
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de NNUU textualmente dice:
Artículo II
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En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Artículo III
Serán castigados los actos siguientes:
a) El genocidio;
b) La asociación para cometer genocidio;
c) La instigación directa y pública a cometer genocidio;
d) La tentativa de genocidio;
e) La complicidad en el genocidio.
Artículo IV
Las personas que hayan cometido genocidio o cualquiera de los otros actos enumerados en el artículo III, serán castigadas, ya se trate de gobernantes, funcionarios o particulares.
Analizando lo ocurrido en Yucumo con los indígenas del oriente, cumple con el artículo II de dicha convención:
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En el inciso b ha habido lesiones graves a la integridad física de los indígenas pero lo más grave es hay daño mental en los niños que fueron brutalmente gasificados, esto está tipificado como Genocidio.
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En el inciso c al construir la carretera por el centro del TIPNIS, su gobierno va a someter intencionalmente a que peligre la existencia de esos pueblos indígenas, ya que van a ser destruidos como pueblo; esto está tipificado como Genocidio en el art. III inciso d, tentativa de Genocidio.
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En el inciso c, su gobierno a través de la fuerza pública trasladó por la fuerza a bebés y niños separándolos de sus padres. Esto está tipificado como Genocidio.
Analizando el artículo III de dicha Convención, hay asociación para cometer Genocidio, también hay instigadores y cómplices del genocidio perpetrado en Yucumo. Así que no se lave las manos como Poncio Pilatos.
Presidente: no le pido que sea hombre, sino un poco hombrecito. Asuma su responsabilidad como gobierno, como Capitán General y no se haga el inocente.
El fiscal general, el ciudadano Uribe, asegura que no hubo ningún requerimiento fiscal para que la Marcha de Indígenas del oriente sea brutalmente intervenida.
Con esto el pueblo boliviano y la comunidad internacional se preguntan: ¿quién dio la orden de cometer el Genocidio?
Ciudadano Presidente: no le creemos el cuento del tío. Porque su Gobierno ordenó la intervención de la marcha.
La prueba de que usted conocía y dio la orden de la intervención de la marcha y del posterior genocidio de Yucumo la proporcionó su Ministra de Defensa en su carta de renuncia, que no quiere ser juzgada por el Genocidio de Yucumo, que en su parte sobresaliente dice:
“Asumo esta decisión porque no comparto la medida de intervención de la marcha que ha asumido el gobierno y no puedo defender o justificar la misma, en tanto existan otras alternativas en el marco del diálogo, respeto a los derechos Humanos, no violencia y defensa de la Madre Tierra”.
Ciudadano Presidente: su ex Ministra dice que su Gobierno tomó la decisión de intervenir la marcha.
*Ex diputado nacional