Los respiradores o ventiladores se clasifican en: respiradores de UTI, de emergencias y transporte, y de anestesia. Bolivia ha adquirido cerca de 600, varios de los cuales aún están en camino, pero no todos tienen las mismas características.
Cecilia Dorado/eju.tv
Bolivia adquirió 170 respiradores de ‘emergencia’ y las próximas semanas llegarán 500 respiradores convencionales para las Unidades de Terapia Intensiva (UTI). Un día después de la entrega del primer lote y luego de las observaciones hechas por algunos médicos especialistas, el ministro de Salud, Marcelo Navajas y el embajador de Ciencia, Innovación y Tecnología, Mohammed Mostajo, salieron -por separado- a aclarar que la primera partida que se entregó se trata de respiradores para ser utilizados en «transporte de enfermos y en terapia intermedia».
Para conocer más sobre este tipo de equipos, especialistas de diferentes países dan detalles sobre cuántos tipos de respiradores existen y cómo funcionan.
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Los ventiladores mecánicos o respiradores pueden desde ayudar a un paciente a tener una respiración espontánea hasta sustituir totalmente su respiración; se pueden utilizar de forma mínimamente invasiva en los casos más leves hasta requerir una intubación «endotraqueal», según fuentes de la industria médica consultadas por la agencia EFE.
De acuerdo al entorno en el que van a trabajar, los ventiladores se clasifican en tres tipos: respiradores de UTI, de emergencias y transporte, o de anestesia; los más complejos son los de la UTI, ya que tienen que sustituir totalmente la respiración de un paciente durante días o incluso semanas.
Los de emergencias y transporte se usan en las ambulancias y en los traslados intrahospitalarios de pacientes, y aunque hay algunos muy sencillos -que liberan al médico o enfermero de la tarea de ventilar manualmente a un paciente que está inconsciente- otros son muy sofisticados y similares a un respirador de UTI.
Los más sofisticados, aunque no están diseñados para ventilar a un paciente de forma prolongada, son, cuando faltan respiradores propios de UTI, una buena alternativa, como ha ocurrido con la actual pandemia y ante la necesidad urgente de contar con este tipo de dispositivos.
Además, existen respiradores “de anestesia”, pensados para ventilar al paciente mientras introducen al mismo tiempo gases anestésicos, y están siendo también utilizados como ventiladores convencionales durante esta pandemia como alternativa a los respiradores de UTI.
Los respiradores que sirven solo para liberar a los médicos o enfermas de tener que realizar una ventilación manual durante un tiempo limitado no son útiles para ventilar a un paciente con Covid-19, según expertos consultados por EFE.
Para este tipo de pacientes son necesarios los ventiladores de UTI, los de emergencias y traslado más sofisticados o las “estaciones de anestesia”, que en la mayoría de los casos han sido diseñados por ingenieros.
Cómo funcionan estos equipos
Los respiradores son necesarios porque se estima que aproximadamente un 5% de los enfermos de Covid-19 termina padeciendo del llamado síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA).
«Es la respuesta inflamatoria desmesurada (de los pulmones) a la infección, en este caso vírica, por coronavirus», explica el Dr. Oriol Roca, médico adjunto del servicio de medicina intensiva del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, en una publicación de BBC Mundo.
«Se crea una especie de membrana y el oxígeno no puede traspasar esa membrana, lo que naturalmente produce insuficiencia respiratoria», describe el exjefe del servicio de neumología de ese mismo hospital, Dr. Ferran Morell.
No son un tratamiento, simplemente se trata de poner al paciente en esa condición y esperar la reacción del organismo.
«Estos aparatos trabajan de dos maneras para garantizar que el oxígeno llegue a la sangre: proporcionándole al paciente más oxígeno que el disponible en el aire que lo rodea y funcionando como una bomba que puede vencer la resistencia de la membrana que le impide el paso», explica Roca.
El ventilador actuará según los ajustes realizados por el personal clínico y su respuesta variará en función del estado del paciente así como su asimilación a la ventilación mecánica. Para ello, los respiradores están dotados de una serie de sensores que permiten medir la respuesta del paciente y dar información sobre el estado de su mecánica pulmonar. De esta forma se permite pasar de una ventilación mecánica controlada 100% por el respirador hasta llegar al 100% de respiración espontánea por parte del paciente.
Requieren de manejo profesional
En todo caso, los respiradores de UTI deben ser manejados por especialistas o intensivistas, porque de lo contrario se puede poner en riesgo la salud del paciente.
De acuerdo a la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, actualmente en Bolivia existen 200 especialistas, cuando lo requerido es de 1.175.
Solo en Santa Cruz hay 194 camas de terapia intensiva habilitadas en el sector público, privado y las cajas, para lo cual existen 90 intensivistas, cuando lo requerido es de 330. En La Paz existen 92 camas en las UTI, para las cuales hay 56 especialistas y lo demandado son 290. En el caso de Cochabamba existen 63 camas de terapia intensiva, en los tres sistemas, para lo cual se dispone de 25 intensivistas, cuando lo requerido es de 200, según datos de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica.