Evo expulsa a otro diplomático y sube la tensión con EEUU

Acusó a Francisco Martínez de conspirar contra su Gobierno y tiene 72 horas para abandonar el país.

Estados Unidos calificó la decisión del Presidente de “arbitraria e injustificada”.

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Decisión: el presidente Evo Morales antes del anuncio de “persona no grata” en el Palacio Quemado, ayer

Evo expulsa a otro diplomático de EEUU por supuesto complot

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La Prensa 

El Jefe de Estado acusó a Martínez de haberse reunido con sus opositores en la etapa de conspiración.

El presidente Evo Morales expulsó al segundo secretario de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, Francisco Martínez, por supuesta conspiración y vínculos con la CIA (Central Intelligence Agency, en inglés); el diplomático tiene 72 horas para abandonar el país.

Éste es el segundo diplomático estadounidense que es echado por el Gobierno boliviano, decisión que ayer fue calificada por el país del norte de “arbitraria e injustificada”.

La expulsión de Martínez es un nuevo capítulo de la tensión entre Bolivia y Estados Unidos desde que asumió Morales.

El primero en ser echado fue el ex embajador Philip Goldberg porque, supuestamente, había apoyado y financiado una conspiración en contra del Órgano Ejecutivo boliviano.

Con la salida de Goldberg se deterioraron aún más las relaciones entre ambos países, a tal extremo que el país norteamericano suspendió el ATPDEA. Después de la salida del Embajador, los cocaleros del Chapare echaron a USAID, la agencia de cooperación de desarrollo, porque, dijeron, financió actividades de conspiración. El 2 de noviembre, Morales suspendió las actividades de la DEA (Drug Enforcement Administration, en inglés) con los mismos argumentos que echó a las otras autoridades y entidades de EEUU.

El anuncio del Jefe de Estado fue realizado ayer en el hall del Palacio Quemado durante el acto de posesión del nuevo comandante de la Policía Nacional, Víctor Hugo Escóbar.

“Hoy día decidí declarar persona no grata a Francisco Martínez, mexicano-norteamericano que trabaja en la Embajada de Estados Unidos (…) era el contacto con el grupo de opositores durante todo el proceso de conspiración (…) se contactaba con algunos ex policías que operaban en el Centro de Operaciones Especiales (de la Policía Boliviana)”.

Después, el Jefe de Estado pidió al canciller David Choquehuanca que comunique formalmente esta resolución a la representación diplomática.

La portavoz para América Latina del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Heide Bronke-Fulton, mediante un comunicado oficial calificó de “arbitraria e injustificada” la determinación. Indica que la postura de Morales “no guarda coherencia con declaraciones recientes del Gobierno de Bolivia, que expresaron un deseo de mejorar las relaciones bilaterales”.

La nota aclara que la resolución del Presidente boliviano no fue comunicada oficialmente por los canales diplomáticos. Por la tarde, en conferencia de prensa, el canciller Choquehuanca confirmó que se entregó un documento oficial para que Martínez abandone el país hasta la tarde del jueves.

Justificó que la causa de la expulsión se fundamenta en una supuesta “injerencia en asuntos políticos internos” que contraviene la Convención de Viena, que indica que los extranjeros no pueden inmiscuirse en actividades políticas de un país.

Choquehuanca dijo también que las buenas relaciones con EEUU deben pasar por el “respeto a las normas internacionales”. Advirtió de que puede haber más expulsiones de otros extranjeros, aunque aclaró que esas determinaciones serán anunciadas “en su momento”.

El Mandatario explicó ayer que la determinación contra el diplomático de Estados Unidos se debe a que era el “contacto permanente” con grupos opositores a su gestión, como los prefectos, durante la etapa de “conspiración”, aunque estas acusaciones fueron rechazadas anteriormente por la legación diplomática.

En agosto y septiembre del pasado año, los prefectos y los cívicos del Consejo Nacional Democrático (Conalde) organizaron protestas con tomas de instituciones públicas, aeropuertos y la voladura de un ducto en demanda de la restitución del IDH.

Esta acción fue calificada por el Gobierno como un golpe cívico prefectural que, según asegura, había sido financiada por la Embajada de Estados Unidos. La legación diplomática en Bolivia negó esas acusaciones.

Con la asunción del presidente Barack Obama, el Jefe de Estado boliviano dijo que se podían mejorar las relaciones; sin embargo, este año Estados Unidos ingresó nuevamente en la agenda política boliviana. Después de que se destapara el escándalo de corrupción en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que derivara en la detención preventiva de su presidente Santos Ramírez, brazo derecho de Morales en el MAS, el Jefe de Estado acusó a la CIA de infiltrar a un agente para sabotear la nacionalización de esta empresa.

Entonces fue identificado el ex capitán de la Policía Boliviana Rodrigo Carrasco como el supuesto espía porque había hecho varios cursos de Inteligencia, entre ellos uno en el que fue comisionado por la CIA y fue integrante del Comando de Operaciones Especiales (Copes) de la institución “verde olivo”.

Carrasco llegó a ocupar el puesto de Gerente de Comercialización de YPFB en la gestión de Guillermo Aruquipa, ahora Superintendente de Hidrocarburos.

Francisco Martínez fue identificado, el 26 de febrero, por el Presidente como un espía que tenía vínculos con Carrasco, afirmaciones que fueron negadas por Estados Unidos y los abogados del ex policía boliviano.

En aquella oportunidad, Morales emplazó a la representación diplomática en Bolivia a que explique quién es Martínez. Entonces se conoció que el presunto infiltrado era diplomático de carrera y que estaba acreditado en la Cancillería boliviana.

Los ex cancilleres Armando Loaiza y Javier Murillo de la Rocha, consultados por La Prensa, coincidieron en que esta situación puede deteriorar aún más los nexos con el país del norte.

Loaiza dijo que si bien Bolivia puede declarar “persona no grata” a cualquier funcionario diplomático, es llamativo que el anuncio lo haya hecho el propio Presidente, porque estos anuncios por lo general lo hace la Cancillería.

Indicó que esta crisis en la que está sumidas Bolivia y EEUU es la mayor de los últimos 40 años. “Es como un mensaje negativo que se puede interpretar como negativo por la nueva administración norteamericana”.

En tanto que para Murillo, este nuevo impasse es un incidente más dentro del deterioro en las relaciones bilaterales.

Morales dijo, asimismo, que es un derecho que exista una oposición contra su Gobierno, pero advirtió de que no permitirá que ésta sea “instruida ni manipulada y tampoco orientada por agentes externos”. Pidió un mayor control a las Fuerzas Armadas.

Podemos y UN critican la decisión del Presidente

Los partidos opositores Poder Democrático y Social (Podemos) y Unidad Nacional (UN) criticaron la decisión del presidente Evo Morales de expulsar al diplomático estadounidense Francisco Martínez por supuestos actos de conspiración, injerencia y estar vinculado con la CIA.

El jefe de bancada de Podemos en Diputados, Bernardo Montenegro, calificó la resolución asumida por el Jefe de Estado de “payasadas políticas” que sólo son cortinas de humo para distraer la atención de la opinión pública de los hechos de corrupción que se destaparon en la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), donde está involucrado Santos Ramírez, uno de los ex hombres fuertes del partido gubernamental, Movimiento Al Socialismo (MAS).

Para el diputado de UN Alejandro Colanzi, éste no era el momento para hacer este tipo de acciones. Dijo que el Ejecutivo “debería haber pensado mejor estas declaraciones”, en momentos en que existe predisposición del mandatario de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, para hacer gestiones y promover un acercamiento entre Morales y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Detalles

El presidente Evo Morales determinó expulsar al diplomático Francisco Martínez.

La decisión fue asumida después de casi un mes de ser acusado como agente de la CIA.

La resolución del Mandatario fue rechazada por Estados Unidos y calificada de injusta.

Evo expulsa a diplomático y sube la tensión con EEUU

NUEVA ACUSACIÓN | El Presidente acusó a Francisco Martínez de conspirar contra el Gobierno y tiene 72 horas para abandonar el país

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El presidente Evo Morales saluda al nuevo comandante de la Policía Gral. Victor Hugo Escóbar, ayer en Palacio Quemado, luego de su posesión.| La Prensa

Los Tiempos

La Paz | Agencias

El Gobierno dio un plazo de 72 horas al segundo secretario de la embajada de EEUU en Bolivia, Francisco Martínez, para que abandone el país luego de ser declarado persona “non grata” por el presidente Evo Morales.

Con esta expulsión, las relaciones entre Bolivia y EEUU alcanzaron ayer un nuevo punto crítico. Martínez es el segundo diplomático en ser echado del país. Morales lo acusa de conspirar contra el Gobierno.

En tanto, Washington rechazó las acusaciones de Morales y tildó de «injustificada» su decisión, que además «contradice las declaraciones recientes del Gobierno de Bolivia que expresaban su deseo de mejorar las relaciones bilaterales», dijo Andy Laine, un portavoz del Departamento de Estado.

El canciller David Choquehuanca comunicó que su despacho ha formalizado el pedido de expulsión del diplomático a través de una nota diplomática.

«Se le ha dado un plazo de 72 horas para que Martínez salga del país bajo los cargos de injerencia en asuntos internos», afirmó. Resaltó que la expulsión «no tiene porqué perjudicar las relaciones bilaterales. Más bien tiene que llamar la atención a EEUU de que la injerencia ya no va más en Bolivia y que se quiere una relación de respeto».

Fue el presidente Morales quien declaró ayer persona «non grata» al secretario segundo de la Embajada estadounidense, Francisco Martínez, por actuar, dijo, como «contacto» de los grupos opositores que intentaron el año pasado un «golpe de estado civil», según el Gobierno. El Presidente encomendó a Choquehuanca, comunicar a la Embajada de EEUU su decisión de tomar represalias contra Martínez en aras de «la dignidad de los bolivianos y para acabar con la corrupción externa».

El anuncio se produce seis meses después de la expulsión del embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, al que Morales acusó igualmente de conspirar contra él, apoyando a sus rivales políticos.

El nombre de Francisco Martínez fue mencionado por Morales el 26 de febrero, cuando denunció que la CIA tenía agentes infiltrados en YPFB, envuelta en un escándalo de corrupción que ha provocado el encarcelamiento de su ex presidente, Santos Ramírez, líder del MAS.

En ese momento, Evo pidió explicaciones a la Embajada de EEUU sobre la identidad y contactos de este funcionario estadounidense de origen mexicano.

Alfredo Rada, ministro de Gobierno, sostuvo días después que Martínez se reunía con Rodrigo Carrasco, ex capitán de la Policía actualmente acusado de espiar para la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) y de montar una red de corrupción en YPFB.

Morales insistió en que, tras «profundas investigaciones», su gobierno ha podido saber que el diplomático no sólo tenía relación «permanente» con sus opositores, sino que contactaba con ex agentes del Centro de Operaciones Especiales de la Policía.

Relaciones conflictivas

Las relaciones entre Bolivia y EEUU se han caracterizado por la tensión permanente durante el gobierno de Morales, aunque empezaron a agravarse en septiembre de 2008 con la expulsión del embajador norteamericano en el país, Philip Goldberg.

En esas fechas, Morales decidió también prohibir las actividades de la DEA, la agencia antinarcóticos de EEUU.

En respuesta, Washington también declaró persona “non grata” al embajador boliviano Gustavo Guzmán y suspendió a Bolivia los beneficios arancelarios que concede a los países andinos por sus esfuerzos contra el narcotráfico.

Con la llegada de Barack Obama a la Presidencia de Estados Unidos, tanto Morales como los miembros de su gobierno expresaron su deseo de poder mejorar las relaciones bilaterales con la nueva administración.

El mandatario se mostró incluso confiado en poder negociar con el nuevo jefe de la Casa Blanca el asunto de la supresión de los beneficios arancelarios del programa llamado Atpeda, retirados, a su juicio, por una «venganza política» de George W. Bush.

Otro diplomático de EEUU es echado

Aseguró que Francisco Martínez sostuvo reuniones con los prefectos opositores. El Gobierno de EEUU rechazó la denuncia y dijo que no es coherente con la intención de mejorar las relaciones.

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EL ACTO • Morales (centro) espera junto al Ministro de Gobierno y al Vicepresidente la posesión del jefe policial.

La Razón

El presidente Evo Morales declaró persona no grata al segundo secretario de la Embajada de EEUU, Francisco Martínez, por “conspirar” contra la soberanía de Bolivia y el Ejecutivo le dio 72 horas para salir del país. El Gobierno estadounidense rechazó las acusaciones del Ejecutivo y calificó la decisión de incoherente.

El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, acusó a Martínez de ser un agente encubierto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de tener contactos con el ex capitán de la Policía Rodrigo Carrasco, acusado por corrupción en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

“Hoy día decidí declarar persona no grata a Francisco Martínez, norteamericano-mexicano que trabaja en la Embajada de Estados Unidos. Pido de manera pública al canciller (David Choquehuanca) comunicar a la embajada esta decisión, todo para acabar con la conspiración externa”, aseveró Morales ayer, en el acto de posesión del nuevo comandante de la Policía.

El 26 de febrero, el Primer Mandatario emplazó a la legación estadounidense a explicar quién era Francisco Martínez.

Tras la determinación de Morales, la tarde de ayer el canciller Choquehuanca anunció que Francisco Martínez tiene 72 horas para abandonar el país. “Un diplomático no puede hacer injerencia”, aseveró a los medios.

La portavoz para América Latina del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heide Bronke-Fulton, rechazó, a nombre de su gobierno, las acusaciones de Evo Morales. “Esta decisión es arbitraria e injustificada. No guarda coherencia con declaraciones recientes del Gobierno de Bolivia que expresaron un deseo de mejorar las relaciones bilaterales”, manifestó.

Indicó que la decisión no fue remitida oficialmente a través de los canales diplomáticos. Choquehuanca afirmó que el comunicado fue enviado a la legación estadounidense la tarde de ayer.

Morales denunció ayer que Martínez era el contacto permanente con grupos opositores, cuando durante el 2008 el país atravesó por momentos críticos entre quienes apoyaban la autonomía y quienes no lo hacían.

“Tengo informaciones cómo este señor (Martínez) se reunió con los prefectos opositores durante los días que el pueblo boliviano soportó una agresión, un golpe de estado civil a la cabeza de algunos grupos que todavía no creen en la democracia, en el diálogo, en cómo concertar políticas o programas para sacar adelante al pueblo boliviano”, sostuvo el Presidente.

Luego agregó que es un derecho tener una oposición, “pero no instruida ni manipulada por agentes externos. Eso también ha terminado. Ahí tenemos la participación de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas para frenar esas agresiones que vienen desde el exterior”.

A la pregunta de un periodista sobre si con este impasse con el Gobierno de Estados Unidos se afectaría la relación bilateral, el canciller Choquehuanca respondió que no se puede tener buenas relaciones cuando hay una injerencia. Señaló que se construye respetando las normas internas; sin embargo, agregó que “nada es imposible” y que se podrá mejorar las relaciones con el gobierno de Barack Obama.

El Mandatario indicó que es obligación del Estado seguir dignificando a los bolivianos, “seguir sentando soberanía del Estado ahora plurinacional”. Pidió a la Policía y a las Fuerzas Armadas cooperar para lograr ese fin.

Antecedentes

Caso Yacuiba • Luego de que una explosión en un canal de televisión en Yacuiba implicó a un militar que trabajaba en el Palacio de Gobierno, en junio del 2008, el Ejecutivo señaló que el grupo al que el oficial pertenecía tenía financiamiento de EEUU y el Ministro de Gobierno ordenó el cierre de la unidad de Inteligencia Copes.

El caso Goldberg • En septiembre del 2008, días después de un enfrentamiento en Pando que derivó en la muerte de al menos 13 personas, el mandatario Morales declaró persona no grata al embajador Philip Goldberg con el argumento de que el diplomático trabajó a favor de un supuesto golpe cívico-prefectural.

La denuncia recurrente • El 19 de enero, sin presentar prueba alguna, Morales aseguró que oficiales de la Policía y de las FFAA le informaron sobre presuntos planes de EEUU que, entre otros objetivos, habrían buscado atentar contra su vida cuando era cocalero.