“Sólo la renuncia de Evo volvería a rearticular el Pacto de Unidad”, dijo el dirigente del Consejo Nacional de Ayllus, Markas y Qollasuyo (CONAMAQ), Rafael Quispe.
El líder de la organización indígena de occidente fue explícito al afirmar que “el Pacto de Unidad ya no existe, pues dos de las organizaciones que la componen tienen visiones e ideologías distintas”.
Con estas palabras, Quispe daba cuenta de la profunda crisis en curso al interior de las ex bases sociales del Movimiento Al Socialismo (MAS), actualmente reducidas a menos de un tercio de su extensión original.
Porque no se trata solamente de la escisión de dos de las cinco organizaciones integrantes del denominado Pacto de Unidad (CIDOB y CONAMAQ), sino también de la salida de la alianza oficialista de cooperativistas mineros, transportistas, gremialistas, maestros, universitarios, obreros y juntas vecinales.
Las declaraciones de Quispe son sintomáticas del grado crítico alcanzado por la descomposición del otrora bloque histórico, para usar la terminología gramsciana-garcialinerista…
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Ahora la culpa es de Internet
La búsqueda gubernamental de un chivo expiatorio que cargue con la culpa por la debacle del régimen ya tiene un nuevo objetivo: las redes sociales de Internet.
Según el diario oficialista Cambio, las “redes sociales son armas de destrucción social” que “exaltaron” el “lío del TIPNIS”, en referencia a Facebook y Twitter.
Para el lingüista Juan Marcelo Columba-Fernández, esta actitud de descalificación hacia la comunicación interactiva es “la misma lógica de los dictadores árabes antes de caer”…