Como prostituta en chiste colorado


Mónica Olmos

Linera6-300x195 Y ahora qué digo. ¿Cómo explico que decidí volver a mi oficio de columnista, ciudadana quejumbrosa, mujer histérica alguito feminista, madre fiera defensora de sus crías, malhablada, irónica, antipática y criticona, apasionada, hormonal y muchas veces llorona? Aquí estoy, en el computador intentando una comunicación con usted y contigo que directa e indirectamente me alentaron a no dejar de ser quien soy, a ser –desde este espacio de Puntos de Vista– cómplice de una reflexión. Gracias.

Coincidirá en que estamos viviendo días difíciles. Cada quien a su manera, asimilándolos de forma particular, sin duda. Unos se quedarán con la imagen de la mujer siendo amordazada por dos policías; otros con la del indígena recibiendo puñetazos de parte de un uniformado; o la mujer arrastrada; los niños llorando; la anciana implorando ser escuchada; el agua que no llegó; la renuncia del resistido Llorenti; las excusas infantiles del oficialismo; los nervios del Presidente; la wist’usonrisa del Vice inventando una explicación; la lista de culpables encabezada por la (“autómata”) Policía; el Quintana dándole duro a los medios; los invisibles organizando contramarchas y efusivas y caricaturescas manifestaciones de apoyo al hermano Evo. ¿Con qué imagen se quedará usted?



A mí me impactó la insistencia del Presidente, del Vice, de sus Ministros, Senadores, Diputados y ramas afines, en usar el error de algunos medios de comunicación (entre ellos la Agencia Boliviana de Información, ABI) que apresurados por tener la primicia periodística, informaron sobre la muerte de un niño.

¿Dónde está el bebé muerto, dónde está enterrado, quién es su padre, su madre?, preguntaba el Presidente; “Esta es una página negra para la prensa boliviana”, espantado decía Linera; y así, usaron y abusaron, todos quienes pudieron, del “delito” periodístico.

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Los asesores de comunicación del Gobierno pensaron que con el error de la prensa limpiaban su imagen de represores, que los bolivianos nos inclinaríamos a darles la razón, que la ausencia del muertito los disculparía de semejante brutalidad con la que actuó la Policía en obediencia a una decisión equivocada.

No hubo niño muerto, exceptuando aquellos tantos que “murieron de miedo” al ver cómo pegaban, puñeteaban, arrastraban y secuestraban a sus padres, hermanos y compañeros de lucha. “Murieron de miedo” ante la represión protagonizada por decenas de agentes armados que actuaron en cumplimiento de una orden (del) superior.

Como prostituta avergonzada por un chiste colorado, los gobernantes se agarraron del falso muerto para mostrar cara de inocencia, queriendo borrar con ello la lista de muertos en su haber: Oruro 2006, Santiago Orocondo muerto por una bala militar; Yungas de Vandiola 2006, dos cocaleros muertos; Huanuni 2006, 16 mineros mueren en un choque violento entre asalariados y cooperativistas: dimite el ministro de Minería; Caihuasi 2006, policía muerto; Cochabamba 2007, cuatro civiles muertos a consecuencia de la provocadora acción de cocaleros que motivados por dirigentes masistas y autoridades de gobierno intentaron tomar la ciudad e incendiaron la Prefectura; Villamontes 2007, un muerto por impacto de bala militar; Vacas 2007, muere normalista en medio de dura represión policial y militar; Chuquisaca 2007, tres muertos (abogado y dos estudiantes) por la protesta que generó la ilegalidad de la Asamblea Constituyente en La Glorieta; Epizana 2008, tres Policías linchados por pobladores, se presume implicaciones con el tráfico de cocaína; 2008, estudiante acusado de robo es linchado por cocaleros; Mina Santa María 2008, dos cooperativistas mueren en manos de campesinos presuntamente afines al Gobierno; Oruro 2008, dos trabajadores mineros mueren por impacto de bala en una represión ordenada por el Gobierno; La Paz 2008, persona con discapacidad muere a consecuencia de una complicación de salud después de permanecer en una huelga de hambre que exigía el pago de un bono de equidad prometido por el Gobierno; Porvenir, Pando 2008, 20 personas muertas en enfrentamiento entre pobladores y campesinos afines al MAS; Tiquipaya 2008, unionista cruceño muere después de cuatro días en terapia intensiva luego de un enfrentamiento que intentaba desbloquear la ruta que había sido tomada por personas afines al MAS.

Seis decenas de muertos en lo que va de la gestión del hermano Juan Evo Morales Ayma, ¿y su Excelencia se arrebata por un falso muerto? Ja, ja, ja.

Los Tiempos – Cochabamba