Personalidades de tendencias diversas coinciden en su apoyo a indígenas del Tipnis


Indígenas serán recibidos con un sentimiento positivo, señala cantautor Luis Rico mientras el cardenal Terrazas expresó el abierto respaldo de la Iglesia católica a los originarios que marchan a La Paz.

image Luis Rico / CANTAUTOR. La Prensa

“Todos tenemos derecho a la paz”

¿Cómo debe recibir La Paz a los indígenas de tierras bajas?



La Paz es una ciudad que se caracteriza por recibir con los brazos abiertos a todos los bolivianos. Por eso es la sede de la bolivianidad. Así se recibirá a los indígenas de tierras bajas. Iniciamos una campaña cantando Coraje hace ya bastantes días, el 15 de agosto, y estoy seguro de que los indígenas serán recibidos con un sentimiento positivo.

Y, ¿cómo se debe recibir a la contramarcha?

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La llamada contramarcha es un reclamo de apoyo al proceso de cambio y para celebrar el Día de la Identidad Nacional, que antiguamente era el Día de la Raza. Yo creo que se diluirá la decisión político-partidaria de oponerse a la marcha de los indígenas del Beni.

¿Teme enfrentamientos?

Soy optimista. Todos tenemos derecho a La Paz, por el doble concepto, por la ciudad y por la paz. (La Prensa).

Cardenal: “Tipnis no es para cultivos dudosos”

Protesta. El cardenal Julio Terrazas expresó el abierto respaldo de la Iglesia católica a los indígenas que marchan a La Paz. Demandó comprensión con los que ‘sufren más’.

Cecilia Dorado,  El Deber

La Iglesia católica ratifica su apoyo a los indígenas e insiste en la necesidad de respetar la naturaleza. El cardenal Julio Terrazas expresó en su homilía de ayer su “dolor” por lo que está pasando en el país y dijo que la Iglesia “mira con admiración el gesto nuestros hermanos y hermanas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) que siguen caminando para enseñarnos  que hay que respetar la naturaleza, respetar la creación y convertirla en un vergel para todos y no en un terreno para cultivos dudosos”.

Más de 1.000 indígenas marchan desde el 15 de agosto rumbo a La Paz en rechazo a la intención del Gobierno de construir una carretera por el medio del Tipnis, afectando el hábitat de los indígenas.

Los mismos pueblos expresaron su temor de que la carretera no solo destruya la riqueza natural de la zona, sino también promueva el asentamiento de más colonizadores dedicados al cultivo de la hoja de coca, como sucede en el llamado Polígono 7, al sur del Tipnis.

El cardenal habló de la necesidad de que la “mesa de la vida sea compartida por todos, con buenos y malos, no cerrada para unos y con privilegios para otros”. 

Citó una parábola en la que un rey invita varias veces a la “mesa”, pero unos dicen que “están muy ocupados, otros que van a cuidar sus campos o que tienen que ver sus negocios y hasta hay quienes reaccionan con envidia y rabia, porque saben que el hijo de ese rey va a ser el salvador, por eso  matan a los humillados, profundizan la violencia y les gusta vivir atormentando a otros”.

Pidió asistir a esa “mesa”, vestidos de “caridad y comprensión para todos los grupos humanos, especialmente para los que sufren más. Caridad y comprensión para los que buscan un equilibrio entre los ideales y la naturaleza en la que están insertos.  Caridad y comprensión para que más allá de las palabras, de los gestos externos, se encuentren con el ser humano, al que por su dignidad hay que ponerlo en alto. No podemos seguir hablando de convivencia, mientras se multiplican los asesinatos morales y éticos contra tantas personas y grupos”.

“Esto es lo que nos pide el evangelio de hoy, todos tenemos que ir revistiéndonos con el vestido que nos hace capaces de participar en el banquete que prepara Dios”, insistió.

En días pasados, la misma Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) emitió comunicados en los que enfatizó la necesidad de que las partes involucradas en el tema del Tipnis se sienten a dialogar, pero en un diálogo abierto y sincero. Además, lamentó la intervención policial (del 25 de septiembre) cuando la marcha se encontraba en Yucumo, a sabiendas de que era pacífica.

En el atrio de la catedral, cerca de 30 personas continuaban ayer la vigilia que se inició hace unos 15 días en apoyo a la marcha indígena. Emigio Poiché, segundo gran cacique de los pueblos chiquitanos y portavoz de la movilización, agradeció el apoyo de la Iglesia en defensa de los derechos de los indígenas y aseguró que la marcha seguirá avanzando, pese a las intenciones del Gobierno de “chantajear” a los parlamentarios que los representan.

Una señal democrática

El analista Róger Cortés Hurtado resaltó el valor democrático de la marcha de los pueblos indígenas en defensa del Tipnis, justo cuando el país cumple 29 años de la apertura a la democracia.

"Un Gobierno tan extraordinariamente fuerte como el del presidente Evo Morales -que llegó a extraviarse en su propio poder—, es sacudido por esta fuerza social que, en este momento, está representada por los marchistas indígenas, pero que representa una acumulación democrática muy amplia en la sociedad".

"Esta sociedad boliviana está respirando cada vez más fuerte, más libremente y no se ven nubes que sean capaces de empañar esa ruta hacia una mayor apertura de su sistema político", agrega.