Gamal Serhan Jaldin
Este es el tipo de artículos que encaja perfectamente en la era de las redes sociales y en especial del microblogging, porque sin necesidad de largas explicaciones el título dice con precisión mi posición respecto a las elecciones #Judiciales2011 (usando el hashtag para estar a tono).
Pero me aprovechare de su paciencia para explicarles el porqué de mi decisión.
No creo que los problemas de la justicia en Bolivia se resuelvan al democratizar la justicia. Si usted amable lector tuviera que intervenirse quirúrgicamente, no creo que pusiera en riesgo su vida eligiendo el médico que lo va operar a través del voto popular. Lo mismo sucede con la administración de justicia, no necesitamos a los más populares, necesitamos a los más capaces y los más probos. Aquellas mujeres y hombres que tenga probada capacidad técnica-jurídica que nos garanticen una equidistancia del poder político que no subordine sus decisiones a su presión.
A pesar de lo expresado en el párrafo anterior, la actual Constitución establece este mecanismo como sistema de elección de las máximas autoridades del órgano judicial. El Colegio de Abogados de Cochabamba y el Colegio Nacional de Abogados de Bolivia, impulsó “una propuesta técnicamente elaborada para que la selección de los candidatos tenga su base en una comprobación pública y objetiva de la idoneidad y probidad de los postulantes; ello esperanzado en que se seleccione a los profesionales especialistas más destacados, probos, y con amplia experiencia, para que ejerzan sus funciones con independencia e imparcialidad” (José Antonio Rivera). Pero dicha propuesta no fue siquiera considerada por la Asamblea Legislativa Plurinacional encargada de elaborar un Reglamento para la Selección de dichas autoridades.
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La Asamblea Legislativa Plurinacional se ha convertido en el mecanismo para el monopolio legal de Evo Morales. Ahora quiere tener a sus abogados en el órgano judicial para que cuando algún jurista le diga “Evo te estás equivocando jurídicamente, eso que estás haciendo es ilegal”, bueno le meta por más que sea ilegal. Después les dirá sus abogados: “si es ilegal, legalicen ustedes, para qué han estudiado”.
Lo cierto es que el proceso de selección de los postulantes a altas autoridades del órgano judicial se ha realizado infringiendo la Constitución y violando los derechos humanos, sin tomar en cuenta su capacidad profesional, su experiencia, sus conocimientos técnicos y su probidad. Primo simplemente la afinidad política e ideológica con el proceso de cambio.
Seguiremos con la justicia al servicio del poder político de turno, confirmando una vez más la paradoja gatopardista “es necesario que todo cambie para que nada cambie”.
Imagínense que harán las autoridades “elegidas” a través de un proceso que violo la propia Constitución, como actuaran si fueron capaces de presentarse a este proceso demostrando una total falta de ética y moral profesional. Lo grave es que los Tribunales Departamentales de Justicia y los jueces serán designados en un futuro por estas autoridades chutas. Y el respeto a nuestros derechos constitucionales, será simplemente un enunciado más en la Nueva Constitución que solo ha servido para instrumentalizar la toma abusiva del poder disfrazada de democracia y voluntad popular.
Por eso, este domingo 16 de octubre de 2011 yo votaré NULO, porque tengo derecho a pensar diferente, ¿y tú?