La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dio su apoyo al atribulado ministro de Deportes, Orlando Silva, acusado de cargos de corrupción que él afirma son falsos.
La mandataria se reunió con su ministro en el Palacio presidencial de Planalto, donde él mismo declaró que ofreció «todas las explicaciones» necesarias y calificó de «calumnias» las acusaciones en su contra.
Rousseff dijo que «no condena a nadie sin pruebas y cree en el principio civilizado de la presunción de inocencia».
Silva fue acusado de haber recibido US$23 millones en sobornos para él y el Partido Comunista en el que milita. El episodio podría complicar aún más los preparativos para el Mundial de fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
Desde que la presidenta asumió el cargo, cuatro ministros han dejado los suyos, tres de ellos por casos de corrupción.
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Fuente: bbc