Así nos ven: Evo Morales enfrentó dos derrotas consecutivas sin asumir errores

En opinión del diario “ABC Color” de Asunción, Paraguay, “la intolerancia y el descontento” podrían “agudizarse” en Bolivia, tras las dos derrotas consecutivas que sufrió el gobierno y ante la negativa del presidente Evo Morales a asumir sus errores.

    image Evo Morales enfrentó dos derrotas consecutivas sin asumir errores

    Evo Morales no tuvo una semana sencilla: en forma consecutiva sufrió dos duras derrotas políticas, luego de seis años de enfrentar con éxito una serie de escollos, sumado a un envidiable nivel de aceptación en diversas elecciones.



    El pasado domingo, contra todo pronóstico, el 60 por ciento de 5,2 millones de electores rechazó la integración del Supremo Tribunal de Justicia con candidatos exclusivamente del Movimiento Al Socialismo (MAS).

    Ni el más optimista de los opositores habría imaginado semejante paliza electoral. A mediados de agosto, el mismo Morales anunció que lograría el 70 por ciento de votos a favor de una nueva justicia.

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    En realidad, la novedad de elegir magistrados superiores no tuvo mayor resistencia, inclusive la misma oposición calificó como válida la alternativa de la elección. El rechazo mayoritario fue resultado de que los candidatos  fueron seleccionados entre militantes del MAS, a  través de un proceso de selección controlado también por el MAS gracias a su mayoría en el Congreso.

    Tanto el presidente Evo Morales como Álvaro García Lineras, Vicepresidente de la República, se apresuraron en indicar que el Gobierno no asume ningún costo político porque “la elección fue estrictamente en el marco de la justicia”.

    Este mismo argumento se utiliza para confirmar que los magistrados electos asumirán el Supremo Tribunal de Bolivia.

    La oposición cuestiona la legitimidad de magistrados elegidos con un 60 por ciento de rechazo, pero el Gobierno ratificó que la elección se realizó por mayoría simple.

    La victoria de la oposición, en estas condiciones, no pasa de ser un triunfo moral, lo que abre la posibilidad de un cuestionamiento ético.

    El Gobierno, en cambio, no quiere dejar pasar la oportunidad para aferrar la justicia al control político del MAS.

    El presagio de enfrentamientos y un endurecimiento del hostigamiento a líderes opositores es una posibilidad real.

    Para cerrar una semana complicada, el viernes Evo Morales aceptó la suspensión del asfaltado de una ruta que iba a cortar en dos el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), ubicado en la Amazonia boliviana, entre los departamentos del Beni y Cochabamba.

    La lucha por defender el Tipnis se convirtió en un símbolo de toda Bolivia y el Gobierno no supo comprender el nivel de rechazo a su intención de construir una ruta que iba a cortar en dos el parque nacional donde viven tres naciones indígenas. 

    En esta oportunidad, el mismo Evo Morales fue víctima de la trampa que urdió contra la oposición. 

    A través de la Constitución Política del Estado impuso el reconocimiento de un país plurinacional, donde cada pueblo indígena es una nación con plenos derechos.

    Tres de esas naciones dijeron no a la ruta, pero Evo Morales pretendió imponer por la fuerza, desconociendo derechos constitucionales.

    El empecinamiento de Evo se explica en parte por la presión de los mismos cocaleros, quienes intentaban ingresar en el parque nacional para aumentar el área de cultivo de la hoja de coca destinada a la fabricación de cocaína.

    La marcha indígena de casi 600 kilómetros y el fuerte respaldo moral de la ciudadanía obligaron a suspender el proyecto.

    (La Paz, ANF).