Carlos Hugo Laruta Bustillos
Yo no podré tocar, y como eso me reclamas, entonces en la Ley conjugo el verbo en todas sus personas y sus tiempos.
Si yo no toco, tú no tocas, el no toca, nosotros no tocamos, ellos no tocan, vosotros no tocáis. Pero más aún.
Y como yo no tocaré, tu no tocarás, el no tocará, nosotros no tocaremos, ellos no tocarán, vosotros no tocareis. Y sigue.
Pero como yo no tocaría, el no tocaría, nosotros no tocaríamos, ellos no tocarían, vosotros no tocaríais. Y así, hasta el infinito y más allá…
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Y como yo no podré tocar, tu no podrás tocar, el no podrá tocar, nosotros no podremos tocar, ellos no podrán tocar… Jamás ¡.
He aquí la venganza de la intangibilidad en versión Evo y el MAS para la Ley sobre la protección del TIPNIS. El escarmiento a los que reclaman. La venganza elevada a rango de Ley. Como nadie lo tocará, el TIPNIS deberá quedarse congelado en el tiempo, intocado, sin ser aprovechado ni por los indígenas ni por el resto de los bolivianos o los seres humanos, animales y plantas, e incluso los alienígenas. Intangible. ¡La pucha!
Y esa palabra, intangibilidad, suena como varias otras famosas frases presidenciales. el nosotros le metemos nomás tuvo varias concreciones.
Una fue el rodillazo alevoso corriendo cien metros para dárselo al casual oponente futbolístico. ¡Qué belleza!
Se parece también a eso de que los indígenas marchistas son pagados por USAID. ¡Qué ingenioso!
Igualito a que en El Porvenir hubo una masacre, después de haber contribuido a las muertes, trasladando a indígenas desde Filadelfia a El Porvenir y empezando los masistas con los disparos. ¡Qué candidez e inocencia!
También, lo de la intangibilidad, se parece mucho a eso de que son racistas los que humillaron a los indígenas en Sucre, después de haber promovido todo un conjunto de exageraciones y radicalismos indigenistas junto con el MSM en la Asamblea Constituyente.
Y esto suena igual a acusar a Samuel de daño económico y expropiarle su inversión -o a cualquier otro ciudadano boliviano- sin pagarle un peso por ello, cuando todo el mundo sabe que la acusación es meramente política.
O una versión más actual. Qué me importa que haya ganado el voto nulo, los jueces aunque tengan 5 votos igual serán posesionados. ¡Y el ciudadano, al diablo!
O, finalmente, hemos venido para quedarnos, no somos inquilinos, nos quedaremos quinientos años, y serán 9 años hasta el 2014 y otros 491 con el apoyo del “independiente” Tribunal Constitucional masista reciente y chutamente elegido.
Todo eso es filosofía elemental, pero que causa impacto, sin duda.
En fin, lo de la intangibilidad de la Ley de protección del TIPNIS y todo lo demás es la venganza elevada a la Presidencia, al Gobierno y a rango de Ley. ¡Si yo no, entonces nadie! Es inaudito.