Rolando Schrupp
Desde tiempos inmemorables se ha intentado invadir la Nación Camba, llegando incluso a grandes batallas por el control del territorio y de los recursos naturales de éste. Los muchos intentos de invasión y colonizaje han quedado en la memoria colectiva de nuestro pueblo que cuenta dentro de sus héroes a inmortales personajes de la talla del Gran Cacique Grigotá, de Cañoto, de Andrés Ibáñez, de los Domingos, de Callejas, de Roca y Coronado, de Carlos Valverde, sólo por mencionar algunos.
Estos Cambas nos dejaron una herencia de orgullo en la defensa inclaudicable de nuestro pueblo en contra de todo tipo de dominación por potencias extranjeras, sean de ultramar o vecinas, manteniendo siempre en alto la máxima de la libertad. Los intentos de dominación a nuestro pueblo se repiten hoy en día como colonialismo interno. Dentro de las fronteras imaginarias que definen el espacio geográfico de este paisaje se instala la política de estado de ocupar el territorio Camba mediante la invasión política, militar, informativa, económica y étnica, llegando al descaro de promover grupos de colonizadores, que buscan llevar su cultura mas allá de sus tierras, implantándola en la nuestra y estableciéndose en ella.
Esto también es acompañado por la consigna de “presencia del Estado”, siendo la punta de lanza el ejército y la escuela, pilares fundamentales del propio Estado. Todo esto minusvaloriza a los legítimos dueños del territorio y de los recursos naturales, expropiando para los invasores los derechos pre-existentes de nuestro pueblo. Los que se hacen llamar anticolonialistas y antiimperialistas son los colonialistas de sus “pueblos hermanos”, aculturizándolos y quitándoles los que por justicia y derecho les pertenecen.
El Sol – Santa Cruz