La lluvia que cayó durante la tarde no disminuyó los ánimos del público, que asistió masivamente al estadio Rafael Mendoza Castellón por sus propios medios o en los buses que habían dispuesto los organizadores. Desde el inicio se notó que no era un concierto, sino una megafiesta, con ocho bares para saciar la sed de los asistentes y plataformas de baile en las áreas VIP, aunque en las demás secciones del lugar la gente también dio rienda suelta a su algarabía.
Fuente: NSA, Red Uno
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