Pobreza, mal endémico de Bolivia

Jimmy Ortiz Saucedo

jimmy-ortiz1 “Iglesia denuncia pobreza persistente.- Pese a que los indicadores macroeconómicos ‘han mejorado’, Bolivia tiene una pobreza de carácter ‘permanente’, que se manifiesta en la falta de trabajo y acceso a los servicios básicos y también en una constante subida de la canasta familiar, dice un pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Boliviana. Afirma que esta situación ‘origina violencia social, inseguridad ciudadana’ y una incesante migración, tanto interna como externa”. (El Día)

La pobreza es el verdadero enemigo de Bolivia. Es éste mal endémico el único enemigo a derrotar. No es la derecha, ni el imperio, ni la oligarquía, como lo entienden los minusválidos políticos actuales, que no han podido superar el pensamiento político de los siglos XIX y XX.



Este atribulado país ya fue gobernado por gente de todas las tendencias políticas. Dogmaticos de derecha, de izquierda y hasta populistas, se turnaron en la conducción del Estado, y todo sigue igual, con tendencias a empeorar. Seguimos a la cola del Tercer Mundo, ninguno pudo sacarnos de la pobreza.

El Capitalismo de Smith y el Socialismo de Engels y Marx, no son sistemas necesariamente enemigos; como lo mostró la historia en los últimos siglos. Desgraciadamente para la humanidad, el exagerado Socialismo nació como reacción; 71 años después, al exagerado Capitalismo.

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El Capitalismo y el Socialismo son dos formas diferentes de ver la misma cosa, la indisoluble realidad socioeconómica humana. "Son por tanto sistemas complementarios, no antagónicos".

La lucha de la derecha contra la izquierda es un falso debate (<- ver link). Un día la humanidad descubrirá, después muchas luchas; guerra fría incluida, que la izquierda y la derecha son caras diferentes de la misma moneda. Ambos sistemas coinciden en lo fundamental… "la búsqueda del bienestar de la humanidad", aunque por diferentes caminos.

Un sistema de gobierno más lógico, sería una adecuada combinación de ambos. Sin dogmas preconcebidos.

Bolivia con sus dogmaticos políticos no ha podido superar el 60% de pobreza y el 30% de pobreza extrema. Estos son indicadores lapidarios que nos avergüenzan.

Bolivia ha tenido la desgracia de ser gobernada por una pésima clase política, con las honrosas excepciones que tiene toda regla. Ellos, a casi 200 años de nuestro nacimiento, no han sido capaces de construir un verdadero Estado Nacional. Bolivia es un país fallido gracias a ellos y la pobreza es uno de sus indicadores más dramáticos.

Bolivia necesita una nueva clase política. El Presidente Evo Morales y sus plurinacionales son más de lo mismo, incluso peores, dada la fuerte carga de odio y de confrontación que le son intrínsecos.

Bolivia no pude ser construida desde el odio. El odio no construye, es por naturaleza una fuerza destructiva.

Necesitamos una nueva clase política meritocrática, que sea amada y respetada por su pueblo. Necesitamos un liderazgo patriótico con grandeza de espíritu, que busque por encima de los intereses sectoriales, ideológicos o raciales, el bienestar de la Nación en su conjunto. Un liderazgo que nos haga sentir bolivianos a todos. Un liderazgo integrador.

Precisamos reivindicar "la noble carrera de la política", como una profesión de servicio público honesto, sabio y diligente. Solo así el país aspirará a salir del Tercer Mundo y dejar de ser el país fallido que somos.