Emilio Martínez
Palas Atenea, diosa armada nacida del cráneo de Zeus, portadora de “la imaginación, facultad suprema y tiránica que sustituye al corazón”, al decir de Baudelaire, sirve de mito disparador para la investigación fotográfica de Isabel Jordán, expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo de Santa Cruz.
Desdoblada en las diversas mujeres que protagonizan las series de la muestra, Atenea asume formas múltiples, encarnada por la escritora Paola Senseve, la actriz Paola Ríos, la diseñadora de joyas Carolina Rivero y la propia Jordán.
Se ensaya una poética de la muerte en la serie Ofelia, inspirada por la escena 7 del acto 4 de Hamlet, donde se da cuenta del ahogamiento en el río de la hija de Polonio, “incapaz de su propia angustia”.
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“A su alrededor se extendieron sus ropas/y como una náyade la sostuvieron a flote”, dicen las líneas de Shakespeare, que Jordán interpreta con ecos de los prerrafaelistas (John Everett Millais, John William Waterhouse).
Completamente distinta es la propuesta en la serie Colorinchi Pop, una apuesta radical por lo cromático con aires warholianos, o la inquietante Infiernito particular, donde se advierte algún rastro de la estética del dolor de Diane Arbus.
Variaciones que, en conjunto, interpelan la capacidad de recepción del observador. Piedra de toque para el reconocimiento del arte verdadero…