Soberbios

Esteban Farfán Romero

EstebanFarfanRomero94_thumb “El oro hace soberbios y la soberbia, necios”

El lunes (14/11/11), la Cámara de Diputados ha organizado un evento en el que supuestamente se iba hacer un diagnóstico, análisis, avance y visión de la autonomía regional, pero ciertas acciones/decisiones han echado a perder las intenciones originales. Este evento ha desnudado la profunda crisis de liderazgo que existen en el Chaco, pues incluso al interior del PAN hay evidentes contradicciones que se hacen públicas sin ambages. Hay autoridades del PAN que son aliados del MAS y combaten abiertamente a sus compañeros del PAN. Ni que decir de las posiciones encontradas sobre temas importantes. Hay un caos. Ya no es posible orientarse a través de las organizaciones políticas.



Muchos panistas se vieron obligados a agachar la cabeza y poner la cola bajo el rabo porque de lo contrario ya estarían guardaditos en la cárcel, porque tienen prontuarios de acusaciones de corrupción pública. Muchos especulan que a raíz de esos manejos dolosos de la administración pública es que se hicieron millonarios prontamente. El Gobierno los tiene del pescuezo por la cola más larga que de un cocodrilo.

Se ha perdido una gran oportunidad para debatir seriamente el proceso de la autonomía regional. Hay intereses personales y partidarios muy fuertes que no permiten avanzar en la consolidación de este proceso, además de la incapacidad e incompetencia en sus miembros.

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En lugar de aprovechar este tipo de encuentros, la asamblea regional ha determinado desatinadamente boicotear políticamente. Lo que debería durar dos días, sólo perduró unas horas. El presidente Mansilla junto a otras autoridades políticas masistas han suspendido el evento. Sin embargo el mismo se ha desarrollado con algunos de los invitados en el lugar donde se tenía planificado.

Del mismo participaron varias autoridades nacionales, departamentales, regionales y locales, además de representantes de diversas organizaciones sociales. De la Asamblea Regional solamente participaron José Luis García y Udy Peñaranda.

José Luis García a su estilo, en lugar de provechar esta oportunidad para escuchar/corregir los errores, lo que hizo fue agredir ferozmente y sin piedad a los disidentes/críticos, incluso a los de su propio partido. Tuvo que ser el diputado Cardozo y un participante del auditorio, los que lo llamen a la cordura, compostura y serenidad.

Lo que se ha evidenciado en todo este tiempo es que los asambleístas regionales, han asumido posturas destructivas, aislantes y suicidas, la soberbia. De pronto los asambleístas, especialmente los de Yacuiba han adoptado posiciones arrogantes y despreciativas, generando un ambiente de hostilidad/animadversión/enemistad/resentimiento generalizado de la sociedad.

La soberbia no es la posesión, sino la exhibición y el abuso del poder.

La soberbia representa el alarde del poder, su exposición de manera exagerada o de forma ruin. El hombre/mujer soberbio ha transgredido límites que la sociedad considera importante, ha sobrepasado barreras en cuya irrupción se incurre en el yerro.

Pero el soberbio no es un hombre hiperbólico, aunque finge serlo, es más bien un ser que se ha consumido en la carencia, en la mendicidad, su miseria consiste en ser menos que los demás, en tener menor poder sobre sí mismo. Requiere de una inflación para aparentar lo que no es, disfraza su carencia y crisis con una apariencia odiosa/oprobiosa, que hace vil y soez al humano.

Hay varios ejemplos en la mitología que muestran las consecuencias de la ubris (hybris). En la tradición hebrea (Biblia) encontramos el mito de la caída del Lucero de la Mañana (luego Lucifer), luego de Adán y Eva. Prometeo es otro ejemplo en la cultura griega.

La soberbia es uno de los siete pecados capitales. Pero antes que pecado, es un enorme desperdicio de energía tratando de aparentar aquello que en verdad no es.

Un soberbio es un ego inflado. Cuanto más pequeño, más energía hay que insuflarle. Pero, como todo aquello que se infla, siempre tiende a desinflarse, entonces el pobre ego anda todo el tiempo atareado, tratando de sostener la presión para mantener su imagen.

Según la Biblia (AT), la soberbia no es sólo el mayor pecado, sino la raíz misma del pecado. Por lo tanto de ella misma viene la mayor debilidad. No se trata del orgullo de lo uno es, sino del menosprecio de lo que es el otro, el no reconocer a los semejantes.

Quizá lo más pecaminoso de la soberbia sea que imposibilita la armonía y la convivencia dentro de los ideales humanos. Nuestros destinos son enormemente semejantes: todos nacemos, todos somos conscientes de que vamos a morir, todos compartimos necesidades, frustraciones, ilusiones y alegrías. Que alguien se considere al margen de la humanidad, por encima de ella, que desprecie la humanidad de los demás, que niegue su vinculación solidaria con la humanidad de los otros, probablemente ése sea el pecado esencial. Porque negar la humanidad de los demás, es también negar la humanidad de cada uno de nosotros, es negar nuestra propia humanidad. No hace falta remontarse a la teología para convertir en pecaminosa la soberbia.

Nuestros asambleístas, especialmente los de Yacuiba (García y Mansilla), están revestido y recubiertos de excesiva soberbia/altanería/arrogancia/insolencia y descompostura. Esta reprochable actitud de nuestros asambleístas impide avanzar en el proceso.

Las antípodas de la soberbia es la humildad, el respeto, la consideración y sobre todo la tolerancia, una acción que todos los políticos deberían cultivar con ahínco y empeño.

Nuestros asambleístas han cometido una serie de equivocaciones. Todos, incluso sus aliados, les han dicho (hasta públicamente) que están equivocados y que cometieron muchos errores que se deben rectificar, pero la soberbia y la arrogancia no les permite reconducir el proceso adoptando una actitud constructiva y proactiva.

A muchos de ellos el cargo les cayó del cielo, porque antes eran nadie. Gracias al voto duro de sus partidos llegaron a ser asambleístas. Si el partido hubiera puesto a otro igual habrían votado por la opción. Ahora que son asambleístas, administran un jugoso presupuesto, perciben un salario altísimo (nadie gana más que ellos en el Chaco, ni el alcalde), un ejército de empleados, los asesores, el tener vehículo las 24 horas con chofer, el aire acondicionado, viajes en avión, jugosos viáticos, hoteles de cinco estrellas, y otros beneficios personales que no quiero decir pero que usted supone, han cambiado diametralmente a estas personas.

Nicolás Maquiavelo es demoledor cuando se refiere a este tipo de personas; “la naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad”.

Si nuestros asambleístas no descienden a la tierra, tenemos pocas posibilidades de reconducir este proceso que se va en picada. Lo efectos no solo es para ellos, sino para toda la región.